Ladytron regresa después de 7 años con la noticia de un nuevo álbum homónimo con gira incluida, después de haber lanzado Gravity the Seducer en el 2011.
Ladytron es el proyecto integrado por Helen Marnie, Daniel Hunt, Mira Aroyo y Reuben Wu, y este nuevo disco fue financiado mediante una campaña en Pledge campaign el año pasado.,
Este es un nuevo universo para reencontrarse con su pasado, un viejo momento cautivador, dejando de lado la esencia del exterior y conservando la interior. Este es un Lp diverso y lleno de emociones, mucho más denso de lo que fue Gravity, el cual tenía la intensión de sedar al subconsciente, con una perfecta mezcla etérea.
Ladytron es el nombre del sexto álbum de estudio, así, de manera homónima, el cual ha logrado definir más su sonido hasta la fecha. Hablamos de grandes obras como The Island y Tower Of Glass, que se ubican en un universo sonoro de riffs conmovedores, ganchos, melodías y armonías de textura gruesa que destilan sus dos décadas de experiencia.
Que Ladytron hayan decidido llamar su nuevo disco como el propio grupo después de 8 años sin sacar nos avisa de cómo sonará este álbum de principio a fin: a sí mismos. Como reivindicando que nadie haya podido imitar su clásico muro de sonido synth-popero con unas gotas de Industrial, Shoegaze e incluso de Giallo, alimentado por las peculiares voces de Mira Aroyo y sobre todo de Helen Marnie, el disco se abre con ese tiro llamado Until the Fire y se ha presentado con singles con la marca de la casa como The Animals.
Algo más luminoso, el que fuera el segundo sencillo del largo, The Island, sin renunciar a sus patrones estéticos, les emparentaba con Chvrches, uno de los grupos de ecos ochenteros que en este lapso se ha beneficiado de la ausencia de Ladytron en el panorama pop. “Welcome, welcome your glory back”, dice en un momento esa letra que habla de “sirenas del apocalipsis” y “paradigmas envenenados” y concluye que “somos salvajes, así que ofrece tus labios envenenados”.
Ladytron no han logrado dar a lo largo de estos 8 años con un single tan atinado como los antiguos Destroy Everything We Touch, Seventeen o Playgirl. Esa habría sido la mejor forma de introducirse a las nuevas generaciones y de reconquistar al público que se había olvidado de ellos un poquito, pero la buena noticia es que el tracklist sí es generoso en temas que podrían servir de buenos cuartos y quintos singles para cualquiera.
La caída de teclados de Tower of Glass, el estribillo de Paper Highways de Mira Arroyo en contraste con el deliberado caos de sus estrofas, o el contundente You’ve Changed están entre los momentos clave de un disco en el que también entretienen la otra aportación de Mira, Horrorscope -¡como el de Shangay!- o Figurine.
No es el mejor trabajo de su carrera, pues temas como Run dejan indiferente, y Tomorrow Is Another Day después del que parecía el corte final The Mountain no aporta mucho, pero en absoluto les muestra descentrados.
Far From Home, junto a The Animals, son piezas que empujan a la banda a crear nuevos límites dentro de su pop eléctrico, cargados con bellos sintetizadores análogos y acompañados de su peculiar urgencia visceral.
Este proyecto cuenta con la colaboración de Iggor Cavalera (Sepultura/Mixhell/Soulwax) en las percusiones, así mismo Jim Abbiss, quien se encargó de producir el disco Witching Hour (2005), regresó para este sexto.
En este material Ladytron también cuenta con influencia post-punk como en Paper Highways y electro-funk como en Deadzone. Son 13 canciones con una gran atmósfera, influenciados por temas personales y una carga de imaginación, equivalente al paisaje onírico que nos permiten explorar el trabajo de la agrupación luego de sus bastos años de ausencia.