Luis Illades debuta como Vida Vella: De baterista punk a cantautor del alma fronteriza
Luis Illades, reconocido por su carrera como baterista en emblemáticas bandas punk como Avengers y Pansy Division, se reinventa y da un salto inesperado: ahora es Vida Vella, su proyecto solista que combina folk, pop y orquestaciones íntimas para hablar de identidad, migración y vulnerabilidad. Con el lanzamiento de su disco Panorama (2024), un álbum bilingüe que divide su narrativa entre el español y el inglés, Illades explora los contrastes y la poesía de haber crecido en la frontera entre Tijuana y San Diego.
Vida Vella ofrece un nuevo paisaje sonoro y emocional, resultado de años de reflexión, trabajo terapéutico y un deseo profundo de transformar la vulnerabilidad en arte. A través de una mezcla sincera de instrumentos acústicos, arreglos de cuerda y letras profundamente personales, el músico tijuanense abre un nuevo capítulo en su trayectoria, esta vez como protagonista.
“En la frontera vivimos en traducción permanente”
En entrevista, Luis Illades revela que Panorama está dividido en un lado A en español y un lado B en inglés, una decisión que no es estética sino profundamente simbólica. “Crecer en Tijuana es vivir en un estado constante de traducción: el dinero cambia, el idioma cambia, las referencias culturales se mezclan todo el tiempo. El disco refleja eso: esa doble identidad”, explica. Algunas canciones nacieron directamente en ambos idiomas, mientras que otras tuvieron que encontrar su lugar. Sin alivio en Atlántida, por ejemplo, casi queda fuera porque no funcionaba en inglés, pero una sesión de escritura de quince minutos bastó para rescatarla. Hoy es una de sus favoritas.
De la batería al micrófono: “Nunca quise ser el protagonista”
El salto de Luis Illades del anonimato tras la batería a la exposición de un cantautor fue un proceso emocionalmente complejo. “Yo no quería ser el centro. Escribía canciones para que las cantara una amiga. Pero mi círculo insistía en que lo hiciera yo. Cuando escuché mi voz grabada por primera vez, lloré”, confiesa. Su voz, que ahora canta sobre migración, familia y amor LGBT en español y inglés, se ha convertido en una herramienta de validación. “Fue un acto de justicia para el adolescente que fui, ese que se escondía para no ser juzgado”.
Y a pesar de los años de experiencia en escenarios con miles de personas, confiesa que los nervios como solista siguen vivos. “Toco en el metro de Nueva York. Allí nadie te ve, así que es el lugar perfecto para equivocarte. Me ayuda a soltar el miedo”, dice Luis Illades entre risas.
La terapia como forma de canción: “Las canciones son abrazos con acordes”
Como psicólogo, Luis Illades encuentra en la música una extensión de su trabajo terapéutico. “Ambas cosas validan lo que sientes. En mis canciones no hablo de carros ni de fiestas. Hablo del miedo a no pertenecer, del duelo, de amar en secreto. Son temas universales que todos, tarde o temprano, enfrentamos”.
El chico francés, una de las canciones más difíciles del disco, aborda abiertamente el amor entre hombres. “Cuando crecía no tenía referentes. Solo escuchaba narcocorridos o rap misógino. Cantar algo distinto en español era urgente para mí. Quiero ser ese espejo que no tuve”.
Tijuana, Nueva York y el poder de lo imperfecto
El proyecto Vida Vella no solo es un ejercicio artístico sino un manifiesto personal. Desde su nombre –nacido de un error ortográfico de un amigo que confundía la B y la V– hasta los sonidos que lo componen, todo en Panorama refleja una identidad construida en las grietas. “La V de Vella parece dos manos abiertas: representa la aceptación de lo imperfecto. Así somos: con cicatrices, pero vivos”.
Sobre su infancia en la frontera, recuerda: “En San Diego me decían ‘frijolero’; en Tijuana, ‘güerito’. Vivía en un espacio que no era de nadie. Y encima, ocultando mi identidad. No fue hasta los 18, cuando tuve mi primer empleo, que sentí la libertad de ser quien era”.
“La música fue libertad en una maquiladora”
Dos momentos marcaron su vocación musical: ver a su tío tocar la batería a los cinco años y tocar por primera vez en un cuarto de una maquiladora de vidrios en Tijuana. “No había adultos, ni reglas. Solo amigos compartiendo instrumentos. Ahí entendí que la música era libertad”.
Panorama también destaca por sus colaboraciones: fue grabado con músicos de la Orquesta de Guanajuato y punks de Nueva York, un testimonio de la mezcla que define su identidad.
Vida Vella en el horizonte
Con su proyecto Vida Vella, Luis Illades logra una transición valiente de la percusión al canto, del punk a la melancolía melodiosa, del inglés al español y de la protección del anonimato al ejercicio de la vulnerabilidad. Panorama no solo es un disco: es un acto de traducción emocional.
En palabras del propio Luis Illades: “En la música —como en la terapia— no hay emociones incorrectas, solo historias que contar”. Y la suya apenas comienza a escucharse con fuerza.
El artista promete fechas en México este año, posiblemente junto a músicos de Guanajuato.