La emoción por volver a ver a Wolfmother en la ciudad de México crecía a cada minuto, mientras nosotros como asistentes nos refrescábamos con una cerveza y buscábamos el mejor lugar para ver a una de las bandas más explosivas de los últimos años.
A las ocho y media de la noche, el vocalista Andrew Stockdale tomó por sorpresa a varios del público, puesto que era él mismo el que serviría como telonero para Wolfmother. Fue un set electroacústico, con un cover de Slash (By the Sword) y algunas de Wolfmother (sí, tuvimos la fortuna de escuchar algunas canciones en versiones diferentes). Media hora después se despidió y a nosotros nos tocó esperar.
Casi una hora después comenzó el show esperado por muchos. Wolfmother volvía con una nueva alineación (otra vez) y con un nuevo álbum bajo el brazo: Victorious.
Con el sello característico de grandes riffs, una furiosa batería y la potente voz de Stockdale, la banda prendió al público desde el primer segundo. El audio impecable y atascado, con muchas ganas de mover la cabeza, saltar, gritar y pasar una verdadera noche de rock.
La noche pasó como agua. Un setlist bien armado, con momentos muy metaleros y paisajes tranquilos, el equilibrio perfecto.
Andrew, con su carisma se ganó al público. A pesar de dirigirse poco a la audiencia de manera verbal, logró conectar mejor invitándonos a aplaudir, brincar y gritar. Nos tuvo en su mano y nosotros nos rendimos ante su música.
Una impresión personal con el público fue que se notaba que iban a ver a la banda y divertirse. Jamás tuve problema con gente que tapara con su celular o que se pusieran a platicar. Estrellita en la frente para el fandom.
Las canciones seguían y a 10 años de su primer álbum y con cuatro materiales de estudio, da gusto ver que la evolución de la banda no se detiene. Quizá el desfile de integrantes le da esa frescura a su música, puesto que se notan ciertos cambios en los estilos musicales entre cada álbum.
No sé cómo le hacen, pero Victorious, su disco más reciente ya posicionó clásicos que sonaron en El Plaza Condesa.
La homónima Victorious y Gypsy Caravan fueron coreadas con gran energía, mientras la banda hacía lo suyo para demostrar su verdadero poderío sobre el escenario.
El final fue perfecto. Dimension y Colossal fueron ejectuadas impecablemente. La gente cantó con tanta efusividad que opacaba la voz de Stockdale, que permitió que nosotros gritáramos el coro. Agradeció, amó estar ahí y estamos seguros que no será la última vez que regresarán a tierras aztecas.
Aún tenemos Wolfmother para rato. Una banda totalmente consolidada, con un montón de seguidores y muchísimas ganas de rockear.
Hubo un encore, la banda regresó y tocó la última canción que faltaba para terminar de complacer a todos sus fans: The Joker and the Thief. Entre aplausos regalaron plumilas y baquetas. Fue una gran noche para una gran banda.
SETLIST
Victorious
New Moon Rising
Woman
White Unicorn
Apple Tree
Gypsy Caravan
Pyramid
Vagabond
White Feather
The Love That You Give
Love Train
California Queen
How Many Times
Dimension
Colossal
—Encore—
Joker & The Thief