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Natalia Lafourcade nos deleita en el Auditorio Nacional presentando su último álbum “De Todas las Flores”.

Natalia Lafourcade

Si bien quiero expresar mis impresiones sobre este evento, cabe preguntarse si las expectativas que tenía para dicho concierto estarán claras en mi nota pasada. Pocas, no es una palabra que lo defina; más bien, muchas veces resultan ser expectativas las que nos juegan en contra, haciendo que un concierto no sea tan disfrutable.

Y, a decir verdad, fui con muchas expectativas al concierto, también con algo de miedo por ver si cumplía con todas las ideas que yo me había hecho. Pero muy grata fue mi sorpresa al descubrir que Natalia Lafourcade es una artista de tamaño monstruoso.

Para mí, “De Todas las Flores” de Natalia Lafourcade es un álbum que constituye una obra maestra, una joya, 10 de 10 en todo el esplendor de la palabra. Creo que hacer un concierto para este álbum era importante.

Algo que a mí personalmente me molesta un poco, aunque entiendo por qué, es que los artistas nunca le dan el foco central a su álbum, hablo de realmente el foco.

Natalia Lafourcade nos entrega un show dividido en dos partes. La primera hora se encarga de darle el foco a “De Todas las Flores”. Literalmente, ella va interpretando cada canción del álbum en orden. Para mí, eso fue grato y espectacular, ya que nos permitió escuchar en vivo cómo es el álbum de manera progresiva.

La segunda parte estuvo dedicada a canciones de su repertorio, aquellas con las que mucha gente ya está familiarizada. Pero creo que esa sorpresa quiero que se mantenga para la gente que irá a su próximo show, que si no me recuerdes, será en unos 10 días en el mismo Auditorio Nacional.

Para no arruinar más o menos el concierto, voy a ser un poco genérico en cómo voy a describir el evento.

El show da comienzo con una presentación de una persona de la tercera edad, quien nos habla sobre la importancia que tienen las flores en la cultura mexicana, tanto en su parte curativa como complementaria. En lugar de usar alguna otra cosa, deberíamos usar “todas las flores” que la naturaleza nos ha entregado.

Para dar paso después, Natalia inicia su concierto con su primera canción, y en el momento en que emite sonido, te das cuenta del calibre de artista que es. El escenario era bastante simple, ella y su equipo de música. Sin embargo, fue más que suficiente para llenar todo el Auditorio Nacional a reventar. No solo eso, sino que en el mismo escenario no se necesitaban más personas. La presencia de esta mujer es gigantesca, igual que el vestido que llevaba. Un vestido precioso que yo pensé que solamente era parte del vestuario, pero también fue utilizado hasta el final de la primera parte como parte de un performance donde ella simbolizaba una de sus canciones.

Para mí, “De Todas las Flores” fue un concierto muy, muy grande. A decir verdad, era lo que más esperaba porque no he escuchado tanta discografía de Natalia Lafourcade antes. Pero haber escuchado completamente en vivo “De Todas las Flores” me parece un sueño. Un sueño muy, muy padre.

Creo que algo que también disfruté mucho, y aquí voy a ser honesto, yo soy una persona que prefiere un concierto donde puedes brincar, cantar, estar compartiendo con la gente, pararte y bailar. Al final del día, “De Todas las Flores”, al ser un álbum de folklore mexicano, quizás no se presta tanto para este tipo de concierto.

Pero aún así, fue muy grato, y en verdad creo que solamente por mi preferencia, pero todos durante esta hora que duró la primera parte del show, estuvieron sentados escuchando, pero también cantando desde el corazón. No es que sintiera menos emoción, simplemente fue un tipo de concierto diferente al que a veces estamos acostumbrados. Y es que en verdad creo que todos íbamos a deleitarnos con el talento que tiene Natalia Lafourcade, que es increíblemente grande.

Yo, cuando acabó el performance con el que dio fin a la parte de “De Todas las Flores”, no dejé de aplaudir como por 2 minutos. Las manos me ardieron, porque en verdad quedé con la boca abierta de decir: “No puedo creer lo que estoy viendo”.

El show es brillante. Natalia Lafourcade en cada canción le impregnaba una emoción, gestos, todo en su espíritu se notaba que ama lo que hace, que ama la música que crea y que ama compartirla.

Honestamente, no sé si aún hay boletos para su siguiente show, pero si tienen la oportunidad de verla en su próximo concierto en el Auditorio Nacional, no la desaprovechen, no importa que sea hasta atrás. Vayan porque estamos ante uno de los conciertos más grandes que una persona haya hecho y no a lo mejor en el tamaño, sino en lo monumental que es la presencia tanto de Natalia Lafourcade como de su álbum “De Todas las Flores”. En verdad, es espectacular.

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