Una noche inolvidable en la Arena Ciudad de México que se llenó de música y baile con Ska-p
Ska-p anuncio el sold out se anunció unos días antes y los mismos integrantes de la banda estaban sorprendidos por la respuesta del público.
Ya habían tenido 3 intentos de despedida y al parecer ésta vez sí fue la última vez que vimos a los originarios de Vallekaz sopre un escenario en México.
Todo arrancó con la música de los Skaterrestres, banda regia que se ha mantenido activa desde hace más de 20 años y que puso al público a tono para disfrutar de la banda más grande del ska-punk.
Más de 20 mil pelados abarrotaron el lugar y la emoción se sentía en el ambiente, gente con cubrebocas de la banda, sudaderas, playeras, parches… Todo estaba listo para reventar la noche de ska-p.
El escenario se vació, las luces se apagaron y como ya es costumbre, los músicos empezaron a desfilar 1 por 1, lo que elevó el ánimo del respetable.
“¡Qué comience la estampida!” el grito con el que dieron inicio las hostilidades y que hizo que ska-p empezara a acomodarse a base de gritos, patadas y empujones o el ya conocido, slam.
Dejaron claro que iba a ser una noche de trancazos musicales, siguió El gato López, lo que hizo que la banda explotara en canto y baile frenético.
Con un ambiente mundial donde temas como el racismo están dominando las comunicaciones, era obvio que la banda basaría su show en rolas como “Mestizaje” fue la tercera muestra musical de la noche.
Los visuales empezaron a mostrar imágenes de la historia de los reyes españoles, hasta que hizo aparición “Txikitin” -trompetista de la banda- enfundado en una disfraz de rey y acto seguido comenzó la rola “Jaque al rey” una de las últimas rolas que ha mostrado la banda.
Las rolas seguían sorprendiendo, sonaba “Uno más” y la banda seguía brincando, era una fiesta debajo del escenario, siguieron con los cañonazos “Abolición” y “Vergüenza” cerraban este primer bloque.
Las primeras notas de “Ni fu, ni fa” volvieron a prender a la gente y remataron con “Mis colegas” una rola que sin duda fue de las que más corearon los skankeros ahí presentes.
Ya entrados en puestas teatrales, llegó el momento de hacer leña del árbol caído y los monjes negros acompañados de un sacerdote se hicieron presentes en el escenario para disfrutar de “Crimen Sollicitationis“.
Al ser una noche especial, no podían faltar las sorpresas, hace unas semanas la banda estrenaba una nueva rola y México fue elegido para presentar en vivo “Estimado John“.
Con el público entregado en su totalidad sonó una de las canciones más emblemáticas de la banda “Colores” una historia que habla sobre la inclusión y los acompañó en el escenario la cantante española Rozalen.
Tras este momento de relax, siguieron con “No lo volveré a hacer más” “Ska-pa” y “Mc Dollar” la gente bailaba y sí, una gran cantidad de personas no pararon de grabar el show que la banda daba.
El discurso de la banda siempre ha ido muy de la mano con el tipo de rolas que hacen, tras un breve monólogo Pulpulp condenó el ataque que ha sufrido Ucrania por parte de las fuerzas Rusas.
Pronunciándose en contra del racismo y condenando al gobierno Estadounidense y a los gobiernos Europeos dieron paso a tocar “Intifida” rola que reventó el slam y los gritos de emoción de todos.
El show estaba llegando a sus últimos minutos y siguiendo con los actos teatrales sonaron las últimas 2 rolas del show “El olvidado” y “Casposos” las luces se encendieron y el público comenzó con el clásico “ooootra, oooootra“.
Como ya era de esperarse, el grupo regreso para darlo todo en el último bloque del concierto, primero interpretaron “Derecho de admisión” siguieron con “Welcome to hell” rola que hizo falta en su última presentación y parecía que todo terminaba con “A la mierda”.
Con el puño arriba Pulpulp hizo su ya característico comentario “Por toda la clase obrera” y comenzó “El vals del obrero” lo que indicó que ahora sí se terminaba el show.
Durante la rola hicieron un espacio para tocar “Como un rayo” rola que desde hace varios años el publico mexa les había pedido que tocaran y nunca lo habían hecho, un pequeño himno al Rayo Vallecano, equipo al cual apoyan estos muchachos.