Si han existido proyectos que nos han dejado con la sensación de que pudieron ser más, esos son los de la familia de monstruos de Universal. ¿Esto se repite en El Hombre Invisible?
Obviamente, cuando los monstruos de Universal llegaron a la gran pantalla en la década de los años 20, y teniendo una gran pausa desde los años 50, con uno que otro intento de resurrección, fueron un éxito más que rotundo.
Eran los inicios del cine, y una de las mejores sensaciones que nos puede regalar la gran pantalla es la de vivir, gracias a las pericias de nuestros actores favoritos, el sentimiento palpable que provoca el miedo al terror y a la muerte inminente.
Los años pasaron, las emociones menguaron, y los siguientes escenarios fílmicos no parecían mas que otra y otra repetición, pero con mas bostezos y menos sorpresa que los anteriores.
Los grandes fenómenos que antes nos quitaron el sueño ahora nos lo regresaban, solo que con mayor tecnología y uno que otro salto provocado por el abuso de los jumpscares.
El cine de terror, y sobre todo el de Universal, entró a un trance digno de su Frankenstein, o de un ser un taciturno y confundido, cual hombre lobo, en busca de dinero taquillero fresco con aroma a palomitas.
La esperanza renació dentro del estudio Universal cuando la compañía Blumhouse Productions posó sus ojos sobre las míticas criaturas que tantas pesadillas, pero sobre todo buenas ilusiones, causaron en la audiencia.
El espíritu independiente de esta compañía sirvió para poder ayudar a surgir producciones con bajo presupuesto y colocarlas como líderes dentro del género, lo que es algo digno de mencionar.
Paranormal Activity, Insidius, The Purge, solo por traerles a la mente algunos sus filmes del género, tenían buena aceptación, efecto causado por sus buenas historias y el rescate de promesas actorales.
Sin embargo el momento definitivo de este estudio llegó cuando Get Out, del entonces aún mas relacionado con la comedia que con los sustos, Jordan Peele, le otorgó al estudio la máxima gloria social en forma de premio de la Academia.
La receta secreta para el resurgir de los monstruos clásicos de Universal estaba en la mesa; el hada madrina sería nada más y nada menos que el australiano Leigh Whannell, que puso a la saga Insidious dentro del mapa con sus asombrosos y sorpresivos guiones.
El reto era hacer de El Hombre Invisible algo más que visible, y escogió para ello a una portentosa exponente de la pantalla chica, pero incorpórea aún para el cine, Elisabeth Moss.
Cecilia (Elisabeth Moss), lejos de poder saborear los lujos y bonanzas que le dan el ser la pareja del prominente científico en el campo de la óptica: Adrian Griffin (Oliver Jackson), vive una vida mucho más que complicada.
En El Hombre Invisible, Cecilia es claramente víctima de alguna situación más que extraña, pero que muchas mujeres tienen que vivir en silencio, siendo casi invisibles para poder salir ilesas.
Sin embargo, una noche dinamita todas sus opciones y, de forma casi traumática, Cecilia logra escapar de las garras de Adrian para poder intentar, poco a poco, reconstruir su vida.
Al llegar a vivir en una situación de casi de refugiada al hogar de su fiel amigo James (A. Hodge) y su hija menor, Cecilia recibe una noticia que va a lograr menguar su angustia
En un hecho inédito, su ex novio, Adrian, decidió terminar con su vida. El apoyo de su hermana Alice (H. Dyer) y de James será clave en su nueva etapa de vida. La protagonista recibirá la notificación de que resultó beneficiada con un fideicomiso por parte de su ex pareja.
Es entonces cuando todo parece resurgir, pero la zozobra no deja de visitar la mente de la taciturna Cecilia, sobre todo al sentirse vigilada, incómoda e incluso acechada, pero la única constante dentro de su ambiente hogareño es la ausencia.
¿Que podría estar mal dentro de la nueva vida de Cecilia, personaje que protagoniza la historia de El Hombre Invisible?
Este reinicio bastante afortunado del llamado Dark Universe, es responsabilidad del gran trabajo, tanto en dirección como de guion, del australiano Leigh Whannell, y no es casualidad el por qué se le confirió la responsabilidad de llevar a buen puerto el reinicio de los monstruos de Universal.
El autor de los guiones de la saga Insidious no solo retoma los elementos fundamentales que lo llevaron a anotarse con letras grandes en el mapa dentro del cine de terror.
Para El Hombre Invisible, Whannell retoma elementos de la vieja escuela y hace que todas las sensaciones sean más que auténticas.
Si bien se cae un poco la labor el último acto, son de notar las muchas referencias a Roman Polanski y al famoso juego del Terror que no podemos ver, mismo que se disfrutó a mares en filmes como Rosemary’s Baby, sobre todo en el enfoque de situaciones actuales como el maltrato y abuso de poder en las relaciones interpersonales.
Con estrella propia, podemos destacar la actuación de la siempre doliente Elisabeth Moss (El cuento de la criada).
Para la angelina esta fue su primera oportunidad en un proyecto protagónico en el cine y, sin duda, no solo demostró que esos premios que ha ganado son por su poderosa habilidad histriónica, sino que se adaptó y entendió a la perfección el trabajo de Whannell en El Hombre Invisible, lo que, de forma inusitada, al convirtió en la primera scream queen de este naciente 2020.
Esperemos que esta sea una constante en su nueva aventura dentro de la gran pantalla.
Otro de los puntos más importantes de El Hombre Invisible es el trabajo en cámaras y producción de Stefan Duscio, su arte con los planos abiertos son claves para que el miedo pueda penetrar en cada momento dentro de nuestros sentidos. Insisto en las evidentes y claras referencias al cine de Polanski.
El terror que más paraliza es el que no puedes ver pero sí sentir, todo esto aderezado con el BSO del alumno de Hans Zimmer, Benjamin Wallfisch. Los detalles técnicos son un punto poderoso de esta nueva adaptación de la obra de H.G. Wells.
El Hombre Invisible de Leigh Whannell, con una brillante Elisabeth Moss, acompañada de Oliver Jackson, Story Reid, Harriet Dyer y Aldis Hodge, no solo marca el inicio de la saga del Dark Universe del estudio Blumhouse, con el alivio y sonrisa de Universal.
Esta es una propuesta sorpresiva que, gracias a la gran dirección de Whannell y a la brillante interpretación de la sufriente Moss, nos llevará al abismo de sentir el terror real de no saber qué esperar de El Hombre Invisible, y que nos hará pensar y soñar con que, al fin, los monstruos clásicos tendrán el universo cinematográfico que tanto merecen.
El Hombre Invisible
Año
2020
Duración
124 min.
País
Estados Unidos
Dirección
Leigh Whannell
Guion
Leigh Whannell (Novela: H.G. Wells)
Música
Benjamin Wallfisch
Fotografía
Stefan Duscio
Reparto
Elisabeth Moss, Storm Reid, Harriet Dyer, Aldis Hodge, Oliver Jackson-Cohen, Zara Michales, Michael Dorman, Benedict Hardie, Renee Lim, Brian Meegan, Nick Kici, Vivienne Greer, Nicholas Hope, Cleave Williams, Cardwell Lynch, Sam Smith, Serag Mohamed, Nash Edgerton, Anthony Brandon Wong
Productora
Coproducción Estados Unidos-Australia; Blumhouse Productions / Dark Universe / Universal Pictures / Goal Post Film. Distribuida por Universal Pictures
Género
Ciencia ficción. Intriga. Terror | Remake
Grupos
Adaptaciones de H.G. Wells | Blumhouse Productions