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La tarea de documentar la historia detrás de cada una de las banda en los 60 años del rock mexicano (o por lo menos de las más relevantes) debe haber sido tan titánica como suena.

Fotos: Salvador Damián Zamacona

El ambicioso proyecto requirió que, el que originalmente iba a ser un libro, tuviera que partirse en 3 tomos: 60 Años de Rock Mexicano Vol 1: de 1956 a 1979; 60 Años de Rock Mexicano Vol 2: de 1980 a 1989 y ahora, después de una larga espera, llega por fin el tomo que completa la colección concebida para ser la enciclopedia de nuestro rock: 60 Años de Rock Mexicano Vol 3: de 1990 a 2016

La cita es en el mítico Multiforo Cultural Alicia, este 11 de diciembre a las 6:45 PM (entrada libre).

De esta forma queda completa la obra que da constancia y testimonio para la posteridad, de los nombres, lágrimas, risas, anécdotas, luchas, triunfos y reveses, de los protagonistas de este movimiento que le ha dado identidad y expresión a por lo menos 3 generaciones en México.

Con pretexto de este lanzamiento charlamos con su autor, Sr González, compositor, percusionista y productor de grupos como el legendario Botellita de Jerez, entre muchos otros.

Sr González, ¿qué papel crees que ha jugado el rock mexicano en la cultura del país?

Ha sido un producto del contexto que se ha vivido: en ciertas ocasiones ha tenido un papel principal en sucesos sociales, en otros ha habido una desconexión de la realidad, (por ende le ha ido tan bien en la historia).

Te puedo decir que Avándaro era un momento de desconexión absoluta de una realidad muy dura: había asesinatos de estudiantes, había represión y de repente los hippitecas mexicanos estaban más en la fantasía del hippie norteamericano, era más probable que se sintieran mal por los chavos que mandaban a Vietnam, que por los chavos que mataron en la Plaza de Tlatelolco.

Eso te habla de una desconexión de la realidad impresionante, sin embargo nos vamos a los 90 y ves los conciertos en favor de las comunidades zapatistas, donde una buena parte del rock nacional se involucró, tocó y generó víveres y dinero para apoyar estas circunstancias de tipo social y político, entonces ves dos momentos diferentes en donde el rock ha tenido un papel.

Particularmente en lo de Avándaro, fue un chivo expiatorio. La prohibición respondió a varias cosas, esto está ya documentado e investigado: una era que las congregaciones masivas de jóvenes no era algo que el gobierno viera con buenos ojos, y entonces al ser un concierto mal organizado tuvieron el pretexto de decir: “esto no puede ser”, usaron una palabra que todavía hasta los 80-90 fue muy utilizada. Sobre todo a los conservadores les gusta mucho usarla: libertinaje.

Dijeron que había sido un evento donde el libertinaje estaba fuera de control, era Sodoma y Gomorra. Pero también se dio otra circunstancia: dentro del PRI de aquel entonces había grupos de poder que chocaban, estaba el presidente Echeverría que tenía a su delfín, Nova Palencia, que era su secretario de gobernación; y por otro lado estaba el gobernador del Estado de México que era Hank González, que quería postularse a la presidencia.

Entonces Hank González le hacía ruido a Echeverría. Cuando se hace este concierto en el estado de Hank González, aprovechan y dicen: Hank González tuvo mano blanda, permitió que se hiciera este desastre y entonces Moya Palencia, Secretario de Gobernación va a entrar a poner orden y sacan de la jugada política a Hank González, entra Moya Palencia y ¿quién tuvo la culpa? ¡Ah, pues los rockeros!

¿Qué tan profunda es esa cicatriz en el rock en México?

Fue determinante, marcó un antes y un después, porque antes de eso veníamos de una etapa en donde la norma era la copia y básicamente era un rock de intérpretes más que de creadores.

La onda chicana, que fue la que tocó en Avándaro, hacía temas propios, pero los hacían en inglés, o sea, esta cuestión de la desconexión con la realidad era muy evidente. Bátiz fue como un avanzado de la onda chicana, porque él llegó bastante antes, pero venía con esta lógica de cantar en inglés.

Total, a partir de Avándaro, el rock se difumina en muchas direcciones: muchos hablan de los hoyos funkys, que efectivamente fue donde sobrevivió el rock en condiciones rudas y súper difíciles, pero no fue el único lugar, hubo bandas que se fueron del país pensando que regresando iba a estar mejor la situación, y no; hubo bandas que cambiaron de género, empezaron a tocar balada romántica, a tocar en los bailes; hubo quienes se convirtieron en bandas versátiles para bodas y todo eso, o sea, eran músicos que buscaban subsistir más allá de sus gustos como artistas.

Muchos jóvenes se refugiaron en las peñas donde se cantaba música folclórica, canto nuevo, pero ellos a la vez tenían influencias de blues, les gustaba el folk de Dylan y Leonard Cohen, entonces ahí se generó también un campo de cultivo, todo esto en los 70 de alguna manera sembró la semilla de lo que reventaría en los 80, donde ya pasa de ser un movimiento de intérpretes y de copia a ser un movimiento de creadores y de defensores de una cultura local.

sr gonzalez

¿Qué tiene el rock mexicano diferente al de otros países?

Pues el simple hecho de hacerse aquí ya hace que haya un contexto bien distinto, por lo pronto las temáticas de las letras es un primer paso de conexión entre las bandas y el público, no el único, pero ese sí estuvo presente desde la época de los covers.

Cuando las disqueras le pedían covers a los jóvenes, era porque eran éxitos probados, pero no los querían tocar en inglés, entonces ahí empezó cierto nivel de creatividad en cuanto a hacer letras que conectaran con los jóvenes de los 60 de aquí: Perro Lanudo, Despeinada, cosas de ese tipo, hablaban de chavas que bien podían ser chavas de la sociedad mexicana, urbana, clasemediera en su mayoría, ahí es un primer rasgo distintivo: las temáticas.

Te digo que al principio no había este rasgo contestatario, original, contracultural que sí tenían los chavos gringos y sí había mucho de imitación acá y en esa imitación de repente la rebeldía era una rebeldía cliché, estas letras de acá, disque muy irreverentes ante los adultos no dejaban de tener un cliché bastante alto, fingido.

Después viene el Three Soulds in my Mind que toca, por el asunto de la prohibición, en zonas marginadas de la Ciudad de México, el rock empieza a contactar con esa realidad mucho más cruda y entonces se impregna de una rebeldía real, porque, también hay que decirlo, incluso en los 60 la rebeldía no fue la misma antes y después, hubo una evolución, incluso ahora ha habido una evolución de la rebeldía, la rebeldía no ha sido la misma siempre, al principio se rebelaban contra los papás y los bailes eran disque muy sexuales para la época y esa era la rebeldía como tal ¿no?

La rebeldía del cuerpo, que era una cosa de los negros y que los blancos no hacían, pero conforme avanzaron los 60, en esta lógica de los jóvenes mexicanos de copiar lo que estaba pasando en Estados Unidos, se volvió una rebeldía política, porque vino la guerra de Vietnam, aparecieron los hippies que planteaban una re-estructura de la sociedad a partir del no consumismo, generar su propia comida, sus propias ropas, vivir en comunas, etc, que en el fondo era una gran crítica al sistema estadounidense establecido, eso lo asimilaron los jóvenes acá pero en esos términos de copia.

Hacia el final de los 60 sí se volvió más rudo el discurso, y sí tenía de qué asustarse el gobierno, lo que pasa es que creo que los primeros que no estaban tan conscientes de ese poder que estaban adquiriendo, eran los propios jóvenes mexicanos.

Avándaro fue un choque contra la realidad brutal, de frente, sin defensa. En los 70 cuando empieza a surgir este rock más neto, por decirlo de alguna manera, sí al principio fue más de las clases marginadas, pero cuando empiezan los 80 las clases medias se incorporan otra vez y yo recuerdo, porque yo estaba ahí, que los chavos banda sentían que les estaban quitando algo, porque el rock hasta entonces era su música.

Pero pasó algo en los 80 que fue determinante, bueno pasaron varias cosas: una fue el terremoto, el terremoto fue importantísimo porque la gente se organizó más allá del gobierno, la gente se dio cuenta de que podía prescindir del gobierno y cuando la gente, la sociedad civil, se empieza a organizar, el gobierno tuvo que empezar a echarse para atrás.

Tuvo tan mala respuesta al terremoto que tampoco se podía poner en un plan autoritario, perdió terreno y favoreció que ese discurso que ya sentían propio los jóvenes y que se estaba recreado y generando y haciendo y renovando, tomara mucha fuerza.

Y sucedió otra cosa: o sea los 80 empiezan con un rock bajo las alcantarillas, termina con una gran campaña publicitaria llamada Rock en tu Idioma en donde igual que con el Vive Latino alguien se da cuenta de que ahí hay negocio y aprovecha la debilidad de una prohibición para convertirla en un fenómeno comercial a todo lo que da. Y ahí andábamos y ni nos dábamos cuenta.

Después de la investigación tan extensa que hiciste para escribir los 3 tomos de 60 Años de Rock Mexicano, ¿qué crees que sea lo más representativo de cada década?

Bueno, para empezar siempre hubo personajes centrales: de los 50 (que fueron sólo 4 años), el rock fue un rock copiado, un ritmo para bailar y un movimiento controlado por los adultos; en los 60 fue una década de mucho auge comercial, pero donde a los jóvenes les decían lo que tenían que hacer, no eran libres.

De hecho cuando aparece la onda chicana, al final de la década, es porque empieza a entrar el rock anglo en la radio mexicana, entonces el público ya no quería oír covers ¿para qué? si podía escuchar a las bandas originales, y una de las tantas razones de por qué dejaron de cantar en inglés fue esa, entonces fue una época donde tenían una camisa de fuerza, no eran libres.

Los 70: Avándaro, el parteaguas, la prohibición, pero a la vez, la siembra. Los 80, una explosión brutal de bandas y géneros, empezó a tocarse metal, se empezó a tocar punk, se empezó a tocar reggae, se empezó a tocar New Wave, pasó de todo, hasta World Music había.

El rock empieza la década en lo subterráneo, termina en los escaparates. Eso le da continuidad en los 90 al ser ya comercial, que, también hay que decirlo, lo comercial veía sólo a un fragmento de lo que era el rock en general, porque había cientos de bandas que permanecían ignoradas por la industria, entonces ahí empezó a generarse la autogestión, que también tiene resultados hacia finales de los 90s: todo el movimiento ska principalmente fue independiente, nunca apoyado por las disqueras.

Sucede en los 90 también. Bueno, antes de eso era una sustitución de modas: se agotaba el Rock en tu Idioma y entonces inventaban disque las disqueras independientes (que no eran independientes): Culebra, Unicornio, etc. Y luego se agotó eso también entonces que la Avanzada Regia y que ya se agotó la Avanzada Regia, entonces decidieron darle cartas de retiro a todo el mundo, esos fueron los 90.

Los dos miles arrancan con un movimiento independiente muy fuerte, resultado de esta autogestión que fue desarrollándose y sobre todo de la filosofía zapatista que tuvo mucho que ver en que muchos de esos grupos que fueron parte de los conciertos, entendieron muy bien, como los punks lo entendieron desde los ochentas, que hágalo usted mismo, no les duró mucho a los que lo intentaron, porque la industria también apañó, en el sentido de que era un época en que las grandes empresas empezaron a fusionarse.

Se crearon monopolios y estos monopolios no eran exclusivos de las discográficas: las que organizan eventos, las que venden boletos y entonces vinieron como unas nuevas reglas del juego marcadas por estas grandes industrias, que el resultado, en los dos miles fue que los pequeños lugares de rock fueran desapareciendo, que el rock ahora sólo se escuche o se vea en festivales controlados por ellos, en donde les ponen restricciones muy fuertes a los grupos, como: “no te puedes presentar tantos meses antes ni tantos meses después”, en otras palabras, aseguran que su negocio sea rentable a como de lugar, por encima de cualquier cosa y entonces ha habido una nueva generación.

También el internet tiene mucho que ver en estos nuevos procesos, en donde hay bandas efímeras y circunstancias que tienden a la inmediatez siempre, pero pocas cosas que tienen un sustento más sólido que ayude a que haya proyectos de mayor duración, todo es muy rápido, hay bandas que llegan al Vive Latino y desparecen y nunca tuvieron que seguir todo este camino de tocar en antros, generar un grupo de seguidores reales, no de redes, y hacer tablas y después de batallarle un rato, terminar en un gran escenario.

No, aquí había bandas que surgían y ya estaban en el gran escenario desde el principio, mucho provocado por esta industria que buscaba ser muy rentable, en buena medida artificialmente: ese es el sello de los nuevos tiempos.

Sin embargo y lo digo en el libro, soy como optimista en cuanto a que siempre que haya jóvenes que se identifiquen en sus gustos musicales y se les antoje hacer una banda y tengan ganas de divertirse y de cuestionar la realidad en la que están, va a haber rock y además el simple hecho de que decidan juntarse a hacer algo, es la esencia misma de la autogestión de “hágalo usted mismo” de vamos a seguir el camino que queremos, no el que nos digan que hagamos.

¿Cuál crees que sea el momento cumbre del rock en México?

Tendrían que ser varios momentos cumbres, el momento cumbre inicial tendría que ser Gloria Ríos cuando empieza a cantar “El Relojito”, que era un versión de “Rock around the clock”, y grabó un disco y salió en películas bailando, lo cual indicaba: “miren así se baila esto”, ese fue el momento cumbre de “llegó el rock and roll a México”.

El otro momento cumbre fue quizá el primer disco de Los Locos del Ritmo, donde había 2 temas originales: “Tus Ojos” y “Yo no soy rebelde”; ¿qué otro momento cumbre? la llegada de Bátiz al DF, que vino con influencias renovadas dejando al rock and roll atrás y volviéndose un artista muy famoso.

A finales de los 60 a Bátiz lo iban a ver políticos, artistas, snobs, gente de lana: todo el mundo estaba fascinado con Bátiz. ¿Qué otro momento cumbre? hubo grandes bandas en la onda chicana que sonaban muy bien: Bandido por ejemplo, Tequila, cantantes increíbles: Kiko de Bandido, Marisela Durazo que era una Janis Joplin, osea cosas que oye uno ahora y dices ¡wow, qué nivel, ojalá que hubieran tenido otra visión!, el hubiera no existe, fue lo que fue y la verdad es que eran grandes músicos.

Otro momento cúspide sería Avándaro mismo, con todo lo que implicó, fue una gran fiesta, los que llegaron a ir, todos los que he cuestionado, dicen que estuvo divertidísimo, que se la pasaron súper bien, que por varios días se abolió la lucha de clases, todos eran hermanos, peace and love, todo eso que espantó a la sociedad establecida, pues en realidad no fue nada ¿qué? desnudarte, fumar mota, ¿qué? ¿qué pasó? ¿quién murió? ¡no murió nadie!, todos se tiraron buen pedo ¿por qué criticar eso?

Otro momento cúspide ya sería hasta los 80, quizá la aparición del Museo del Chopo, bajo la dirección de Ángeles Mastreta que permitió concursos, foros, talleres en torno a la cultura joven. Ahí nace el Tianguis del Chopo, que después de una etapa errante termina donde ahora lo conocemos, pero era el lugar de encuentro y eso no había habido antes, fue importantísimo, de ahí surgieron los rupestres, surgió un Jaime López, surgieron muchas bandas iniciales de los 80, porque el progresivo además que ya estaba muy muy subterráneo, realmente florece en los 80, muchas de esas bandas se conocieron ahí en el Chopo.

Luego otro momento importante: la creación de Comrock, una disquera independiente que hicieron Ricardo Ochoa de Peace and Love con Chela Braniff y su esposo Juan Navarro, y aunque no fue un éxito comercial, fue el antecedente a “Rock en tu Idioma”, a que BMG dijera “órale, hay negocio aquí, ellos no lo hicieron por independientes, pero nosotros sí podemos porque somos una empresota”.

Ademas tenían un interés, que era que en España, Argentina, la escena se había desarrollado, pero por la prohibición no podía jalar en México y México fue la plataforma siempre para los artistas iberoamericanos, donde no funcionaba era en el rock, les estaba mellando el negocio, entonces aprovechan las circunstancias, crean esta campaña de “Rock en tu Idioma”, introducen a españoles y argentinos en México y generan una nueva escena mexicana a partir de un concurso, ignorando todo lo que había pasado en la década, ¡estuvo cabrón!

Aunque después incorporan a Botellita a Jaime López, pero fue hasta los 90 que los incorporaron a la industria. “Rock en tu Idioma” fue importante en ese aspecto, no todo es negativo por supuesto, se plantea la posibilidad de una incipiente industria del rock en México a partir de eso, se acababan 15 años de una restricción estúpida y da la posibilidad del desarrollo de cierto perfil de bandas, más rock pop, por decirlo así, que han sido grandes bandas, bandas maravillosas que tuvieron el apoyo de la industria.

Los 90, un momento cumbre fue el movimiento zapatista y todo lo que involucró el apoyo a ese movimiento; el movimiento ska que aparece de manera independiente, en buena medida nace a partir de estos conciertos, Panteón Rococó, arranca en los conciertos zapatistas, muchas de estas bandas incluimos (lo digo por Botellita) ciertas temáticas a partir de esto, sí influyó en nuestra obra.

Los 90s fue la época de la independencia, la posibilidad de la autogestión de una manera muy clara, no porque no hubiese habido cosas independientes antes, pero como que fue más patente, más conciso en los 2 miles.

En la actualidad es difícil generar una opinión o un análisis, porque es muy cerca, no tienes esta perspectiva que te da el tiempo, entonces en el libro me enfrenté a eso, que las bandas más recientes era difícil ubicarlas o saber qué iba a pasar con ellas o qué estaban en un momento dado aportando, entonces son más como menciones, más que hablar de un legado que aún no tienen, pues tienen por probar muchas cosas aún.

Ahora ¿de qué se rebelan o de qué hablan los jóvenes ahora? Eso también es difícil de entender. Yo lo que siento es que cada generación ha tenido su discurso, definitivamente la brecha generacional no ayuda, pero no me queda duda de que tienen su propio discurso, que tiene que ver con lo de la inmediatez, por lo mismo a nosotros nos da la sensación de que no profundizan.

Sin embargo hemos recibido señales distintas, yo veo cuando presento los libros, a jóvenes interesados por la historia, cosa que no te esperarías.

Por ejemplo en el 2012, cuando lo de “Yo soy 132” hubo músicos involucrados apoyando, que finalmente fue un movimiento efímero, muy corto, pero ahí había una Natalia Lafourcade, Torreblanca, el mismo Botellita, bandas viejas y nuevas respondiendo a una circunstancia social y política del país. No es que estén tan desconectados, tienen ciertos intereses que luego no es fácil entender.

sr gonzalez

De lo que está haciendo la generación actual ¿qué te gusta?

Me gusta Centavrvs, me gusta Troker, me gusta Porter, lo nuevo, lo primero no me gustaba tanto, me gusta más lo que hacen recientemente. Algunos veteranos que siguen haciendo cosas: La Gusana Ciega, Panteón Rococó, que sigue sacando discos exitosos, una mezcla de nuevo-nuevo y veterano-nuevo.

¿Cuál es la mayor satisfacción que te ha dejado escribir los 3 tomos de “60 años de Rock Mexicano”?

Ha sido un placer, ha sido muy ilustrativo para mí, yo pensé que conocía la historia de mi género y no es cierto, he adquirido mucho conocimiento a partir de ponerme a investigar y me ha generado un gran orgullo nuestra historia, un orgullo que a la vez quiero compartir y contagiar.

Nuestra historia es una historia única que no se parece a la de ninguna otra parte, y eso hay que valorarlo. Sobre todo porque en este México bipolar, enfrentado, polarizado, siempre están los que prefieren ver el lado negativo de lo que hacemos.

Hay mucho malinchismo y el rock no ha dejado de sufrir eso, aunque sí ha habido gente que se ha entregado, ha hecho música y ha habido un público que ha seguido a las bandas, también hay los que lo han criticado desde el principio, pero esas críticas me han parecido que en su mayoría tienen más que ver con un concepto malinchista, que con una critica real.

Es cierto que se le ha criticado al rock, sobre todo en los 70, en esa época en que producir algo era muy difícil y que la diferencia la marcaba hacerlo con dinero o no, eso afortunadamente con la tecnología ya no es una barrera tan grande, entonces sí es cierto que sonaban mal las grabaciones de los grupos acá, pero si las escuchas bien, te mencionaba hace rato, un Bandido un Tequila, eran bandas que no le pedían nada a ninguna de las bandas del gabacho en cuanto a técnica, en cuanto a calidad como músicos, no creo que nuestro problema sea que no haya buenos músicos o que no tenemos una calidad interpretativa, han tenido que ver otras cosas y la gente que critica lo mexicano se agarra de cualquier cosa siempre.

¿Qué podemos esperar de la presentación en el Alicia el 11 de diciembre?

Va a estar conmigo David Cortés, que es una persona a la que respeto muchísimo en este medio, es un buen amigo de mucho tiempo, conoce muy bien mi trabajo, entonces, haremos ahí una mancuerna, trataremos de hacer una presentación no tan larga como las que suelo hacer, porque soy muy chorero, pero haremos una presentación concisa, con mucho espacio para preguntas y respuestas y espero que vayan muchos amigos y hagamos ahí la gran reunión.

¿Por qué un veinteañero o treintañero tendría que leer tus libros?

Porque es la historia de México y porque es importante la historia, aunque suene a profesor, o papá, la historia nos ayuda a saber de dónde venimos y a no repetir los errores del pasado.

Nosé, se me ocurre ahorita, hay muchas bandas que están cantando en inglés como lo hicieron las de finales de los 60, estamos en otras circunstancias porque no existían las redes entonces, pero también puedo decir con toda autoridad que las bandas mexicanas que han triunfado fuera, lo han hecho en español con proyectos propios y conceptos muy fuertes, propios.

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