Little Jesus no solo presentó su nuevo material, también celebró otro año en el mundo musical.
Uno de los grupos de música independiente que, después de probar diversas fórmulas para materializar sus ideas: Little Jesus, regresó a sus orígenes, a cuando sus ideas llegaban a nuestros sentidos por medio de un sintetizador de los años mozos del new wave.
Este grupo, orgullosamente capitalino que, desde sus inicios, en el 2012, introdujo nuevos métodos para la creación de canciones, ha vivido diversos procesos de evolución, los cuales han acuñado muchas experiencias en su carrera musical.
Su último material es Disco de Oro a.k.a D.D.O (2019), el cual contiene una figura lírica sencilla pero directa, así como un ritmo de tintes tropicales y bien definidos. El pasado 28 de noviembre fue su presentación oficial y para menester de sus primeros fans fue en Ciudad de México, en el Pepsi Center WTC para ser exactos. Aquí los detalles.
Juan Ingaramo fue uno de los invitados y el primer telonero. Muchas de sus canciones eran desconocidas, sin embargo, su fusión urbana que engalana su concepto fue fácil de reconocer, pero sobre todo de bailar. Una de sus mejores interpretaciones fue El Campeón, una batalla rítmica que solo un verdadero caballero puede ganar.
Los segundos en salir a calentar el escenario fueron Los Blenders, cuyos temas fueron coreados tan enérgicamente como la fuerza sonora que los caracteriza. Los años no pasan en vano y esta agrupación lo sabe, pues su crecimiento se nota en la seguridad a la hora de pararse en la tarima; vibraban y no titubearon al interpretar Ya No Te Quiero.
Faltando 10 minutos para las 22:00, los protagonistas de la noche apagaron las luces e iluminaron el escenario, y no con ayuda de las luces artificiales, más bien de su luz interna. El tema elegido como aperitivo fue Los Años Maravillosos, canción introductoria de su nuevo material D.D.O. Mala Onda estuvo en el segundo puesto; conectando referencias como si se tratase de un conjunto de anécdotas hiladas para formar una historia.
Uno de los momentos más melosos de la noche fue la entonación de Golden Choise, pues las notas melancólicas de una de las pistas provenientes de Rio Salavaje (2016), fueron acompañadas por las palmas y el compás de los amantes en la pista de baile.
Las sorpresas comenzaban, Daniela Spalla brincó a la tarima para hacer un cameo en Norte:
-“Cuando el Norte se vuelve el Sur… Que mal que tendrás que ir a dormir cuando el día acaba de empezar, no hay nada peor que ver tu mirada y no poder hablar…“
Químicos, fue un punto de quiebre para el repertorio, pues estamos seguros que el corear del público llegaba hasta las puertas del Metrobús Poliforum.
Le damos 5 estrellas a la planeación del ritmo del concierto, pues llevo a la audiencia a un viaje por los lugares más profundos en el alma de Little Jesus. Asimismo, los visuales jugaron un papel importante para la conservación de la armonía. La calidad de la banda, crece gradualmente.
A la hora de tocar el hit que los coloco en escenario del Pepsi Center WTC, el tema que lo inició todo, el que transformó sus vidas hace 7 años. Berlín, coloreó de naranja el venue, pues a producción regaló pequeñas lámparas fosforescentes que combinaron con el concepto instrumental.
Pesadilla, una de las elegidas para dibujar la recta final, hizo que muchos recordaran los días obscuros, pero que siempre se puede volver a empezar con más fuerzo y siendo mejores, pues su letra es una invitación a la superación personal:
-“Hoy puede ser el día que querías, todo está moviéndose al revés… ¿Otra vez pensando en que pasaría? ¿Está frente a sus ojos y no ves?”
El concierto llegó a su fin, afortunadamente Little Jesus no. Esperando que duren 1000 años más agradecemos este tipo de conciertos, que ponen en alto el nombre de México: Una noche inolvidable.
¿Estuviste ahí? Cuéntanos qué fue lo que te más te gustó, tu opinión es importante para nosotros.
Fotos: Anette Lizárraga