The Joker ha causado sensación y revuelo en los festivales donde se ha presentado en el mundo. Ya llegó a México.
Más allá de encasillar una obra en un género o en un tipo de cine, muchas veces nos olvidamos que realmente el cine es eso, cine.
Suena redundante, pero un muy buen maestro hace mucho me comento que “No importa que sea un cartoon o un thriller de ciencia ficción, es cine y debe de apreciarse como tal”.
Muchas veces tratamos de evitar calificar con todas las de la ley cierto tipo de géneros por pretender quitarle un nivel, esto nos pasa con cintas inspiradas en personajes animados, historietas o géneros que van desde el gore hasta el terror psicológico.
Es un tremendo error u horror, porque nosotros mismos como parte de la familia de la crítica cinematográfica tratamos de ningunear estas obras y en muchas ocasiones han demostrado tener el nivel para poder competir con cualquier propuesta.
Escribo estas lineas porque desde el estreno de la obra de Todd Philips (The Hangover) se pretendió que no solo el ser expuesta en la Biennale sino que optara por competir por el León de Oro era algo más que impresentable, provocando bilis y angustia a muchos críticos, periodistas y cineastas de la vieja escuela.
Sin embargo, sin ningún dejo de duda, creo que The Joker con Joaquín Phoenix como estelar no solo cumplió con su objetivo histriónico, sino que rompió un paradigma en el mundo del cine; coloco en los altares de una vez por todas una película del género de tiras cómicas gracias a su virtuosa actuación.
Arthur Fleck (Joaquín Phoenix) es un hombre normal como cualquier otro, con sueños, ilusiones, amor, aspiraciones y muchos pero muchos problemas, como lo son sus constantes depresiones y sentido de vacío por la vida.
Sin embargo él tiene una esperanza e inspiración un tanto particular: le gusta el hacer reír a la gente. Ese deseo es lo que mantiene a Arthur con sus energías intactas y le ha ayudado a sobrellevar el tenso ambiente que suele suponer la vida con el mundo actual.
Volviéndose cada vez más egoísta de las emociones y percepciones de sus semejantes; pareciera que la vida de Fleck toma un giro mucho más amable, una serie de trágicos sucesos harán que de una vez por todas contemple su propia obscuridad y decida usarla para algo más que una consulta terapéutica.
La calidad técnica del largometraje de Todd Philips no queda en deuda; la visión sombría y en escalas de negros y grises que utilizo tanto Philips con Lawrence Sher nos regala una obra con demasiados guiños al film Taxi Driver de Martin Scorsese; vitales para poder trasladarnos a la sombría ciudad de Gotham que más allá de sus crisis económicas deja ese sentimiento de soledad y desanimo que tanto se ha parafraseado.
Sin embargo, al momento de ejercer una crítica sobre el producto del cineasta norteamericano, debemos de resaltar dos puntos básicos. Primeramente la gran madurez y evolución que Todd Philips demostró al tomar un proyecto que tenía todos los tintes de ser un monumental fiasco.
El resultado en una propuesta bastante sobresaliente para el género, incluso laureado en un suelo tan complicado para los blockbusters por no decir inaccesible como lo fue el pasado Festival de Cine de Venecia.
Ese León de Oro es mérito de todo el equipo y de la confianza que le tuvo Warner Bros al director de múltiples comedias con escaso nivel de profundidad. Todd Philips tuvo la osadía de alquilar un personaje de historietas y saberlo descender a limites tan insospechados que acabo por dar una obra moderna con un poderoso mensaje que más que inspirar violencia como muchos argumentan, me deja un poco de compasión a toda la gente que vive en carne propia el infierno de Arthur Fleck.
Para cerrar con broche de oro, es obvio que debemos de ensalzar no solo toda la calidad que te da un cast que tiene a gente de los tamaños de Robert de Niro. La magistral actuación de Joaquín Phoenix es algo ya tan normal en el que pese a todo no deja de sorprendernos.
Si bien creo que Phoenix nos ha regalado actuaciones mucho más poderosas, seguramente esta será su obra cumbre por el impacto cultural que tendrá sobre la audiencia: desde las risas nerviosas hasta sus ataques de frenesí, Joaquín Phoenix no deja de tenernos en su mano durante las poco más de dos horas de película que nos llevara a encontrar algo de empatía dentro de toda la podredumbre que representa The Joker.
The Joker del director Todd Philips y estelarizada por Joaquín Phoenix, no se hace justicia al destacarla como un producto Top dentro del cine de historietas. Es una obra cumbre para el norteamericano y me atrevo a ponerla como uno de los proyectos con más corazón y alma dentro del cine actual.
El verdadero reto será que no sea encasillada como una película del genero sino reconocida como un avance dentro del drama, que es capaz de tomar prestado un personaje de tiras cómicas como en su tiempo hiciera Nolan con Batman y catapultarlo a los altares de obras cumbre como Taxi Driver.
Punto aparte será el tema de la violencia, que en su tiempo fuera usado por grandes genios como Pasolini y recibió el duro látigo de la crítica más conservadora, sin duda uno de los eventos top de año por la popularidad del arlequín.
The Joker
- Dirección: Todd Phillips
- Reparto: Joaquin Phoenix, Robert De Niro, Frances Conroy, Zazie Beetz, Brett Cullen.
- Año / País: 2019 / Estados Unidos
- Duración: 118 min.
- Guión: Todd Phillips, Scott Silver
- Música: Hildur Guðnadóttir
- Fotografía: Lawrence Sher
- Productora: DC Comics / DC Entertainment / Warner Bros. / Village Roadshow / Bron Studios / Creative Wealth Media Finance / 22 & Indiana Pictures.
- Género: Drama