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The Drums pisó suelo mexicano, su primera parada fue el centro de la Condesa. Descubre los detalles de visita.

Después de intensas jornadas en el estudio de grabación, The Drums regresó este 2019 con nuevo material bajo el nombre de Brutalism, el cual, buscaba ampliar el amor en sus ya, encandilados fans.

En el 2018, encabezaron el line up del Festival Marvin, en el puesto de headliners. En aquella ocasión, se presentaron en el Plaza Condesa: mismo del que no quedo espacio vació, ni para un alma extra, ni para las dudas acerca de su talento. En aquel entonces, ya tenían en mente el concepto de su siguiente movimiento.

Muchos aseguraron que fue un show un tanto opaco, debido al tiempo tan limitado del concierto. Otros, afirmaron que así tocaran cinco minutos, seria suficientes para seguir enamorados con el calor de sus melodías. Nosotros solo podemos decir que una presentación de The Drums, es una experiencia que enriquece al rock en general.

Actualmente, la banda cumple uno de los objetivos profesionales con Brutalims: llevarlo de tour por algunas partes del mundo, uno de los sitios seleccionados fue México. Así que, sin faltar a su encargo, llegaron el pasado 16 de octubre. El Plaza Condesa les volvió a abrir las puertas.

A las 9:09 pm, la música de fondo se detuvo, el lugar se sumergió obscuridad, y por alguna razón, no era una que asustaba, más bien emocionaba. Los asistentes no permitieron que el escenario se quedará en penumbras mucho tiempo, tal vez fueron los gritos que aclamaban al vocalista los que promovieron el inicio de la presentación, o quizá solo fue una casualidad.

Una vez que tomaron sus respectivos puestos, los instrumentos tomaron vida bajo la virtud de sus ejecutores, pues cada uno de los integrantes, es un maestro en el arte de traducir sentimientos tan limpios como: el amor, felicidad y resiliencia,  en post punk de la nueva generación. Del mismo modo, toman los elementos negativos: desamor, tristeza y aflicción y los expulsan del corazón de los oyentes.

La noche avanzaba y tema a tema, una parte de las notas musicales salía para impregnarse en la piel de los asistentes, que gustosos aceptaron el regalo.

En algunos momentos, el ambiente se tornaba un tanto tranquilo debido a las canciones que tal vez, solo eran conocidas por los más antiguos seguidores, aquellos supieron de la existencia de The Drums, desde el ya lejano 2008.

El clima era casi el mismo al de una película de comedia romántica: atrevida en un inicio para generar adrenalina en el espectador; cálida en su núcleo, la clave de la certidumbre; dramática en el clímax para que nunca se pudiera olvidar y conmovedora al final, complaciendo a la audiencia. Esta estructura nos indica que la agrupación tiene bien definido el rumbo de sus shows.

Jonathan Pierce (líder), cariñosamente Jonny Pierce, agradeció a México por la inspiración y motivación que encuentra en su gente para seguir haciendo música.

“Si alguna vez te sientes solo con tu familia de sangre, siempre puedes encontrar una familia nueva, una que tu escoges” 

-Jonny Pierce.

Para continuar con el emotivo discurso, Money cayo como agua purificadora en el estrés de los presentes, la liberación fue inmediata: Las cabezas se movían al compás de las notas y el resto del cuerpo respondía a las vibraciones del tema del 2011.

The Drums, se despidió lentamente del pueblo que lo cobija en cada visita, despedirse fue difícil, pues se sentía como si unos parientes regresaran a sus hogares después de un gran verano en familia.

Su setlist estuvo adornado  con:  Days, Mirror, Body Chemistry, Loner, Down By The Water, Meet Me In Mexico, Book Of Revelations, Blood Under My Belt, entre otros éxitos. ¿Qué opinas? ¿Es una buena selección?

¿Estuviste ahí? Cuéntanos como te la pasaste.

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Príncipe de Cd. Nezahualcóyotl. Partidario de la libertad artística, voy por la vida defiendo a los bulleados musicales aunque no siempre gane. No existe música sin sentido, solo gente sin sentimientos.