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Cuando se apagaron las luces del Teatro Metropolitan la noche del 27 de septiembre, no se sabía qué ocurriría pero la emoción del público era visible.

Se escuchaban comentarios: va a estar chingón, yo escuché que invitaron a muchos, debe durar como 3 horas, pero en realidad nadie sabía qué nos esperaba, apenas unos destellos en telas rojas en la oscuridad del escenario se podían ver y eso ya creaba mucha expectativa.

Al encender las luces del escenario del Teatro Metropólitan, los aplausos y gritos fueron la obertura de uno de los conciertos más memorables que se pudieron haber presenciado en esta ciudad; Santa Sabina celebraba treinta años, pero también estaban aquí para despedisrse y recordar a Rita Guerrero y a Julio Díaz.

Todo inicio con el coro del Claustro Sor Juana (El coro Virreinal Rita Guerrero) y el coro del Aquiles Morales mientras que ejecutaban una versión de A la Orilla del sol un par de bailarinas realizaban un performance que más que performance era una especie de invitación a unirse a esto que fue más que un concierto fue un rito, una misa o un réquiem, Santa Sabina nos presentó 31 canciones además de un intro y una canción Motivo Oaxaqueña interpretada por el coro.

La elección del Teatro Metropólitan para realizar este concierto fue idónea el lugar elegante, tan lleno de arte que complementaba a la gente que se presentó sobre el escenario.

Esta noche todo fue arte, las luces, la cantidad de tonos rojos, que si me pusiera a divagar en la simbología del color, podría hablar de la furia y de la pasión, de la vida y la muerte, pero ya Santa Sabina con sus canciones nos hablaba de eso, así que todo lo que vimos fue la planeación y ejecución de un show bien pensado, un show como siempre ha sido Santa Sabina, Oscuros, Melancólicos, Poderosos, Místicos, Artistas, Teatrales, Únicos.

Santa Sabina estuvo acompañado por este coro virreinal y dos bailarinas que a menudo, personificaban seres siniestros ejecutando bailes que acompañaban las melodías, a veces cargando flores otras un sahumerio, vestidas con adornos en la cabeza, no eran unas bailarina eran la extensión visual de una banda que siempre hizo lo que quiso, también a lo a largo del concierto vimos visuales donde se presentaban dibujos mostrando toda esa magia que la banda representa, visuales que no me quedo claro si los estaban haciendo completamente en vivo, acompañando la música recreando esa amalgama de sonidos y visiones.

Las canciones que interpretó Santa Sabina a lo largo de la noche, fueron complementadas por dos cellos y se repartieron entre diferentes vocalistas, algunas interpretadas por el coro, otras por las grabaciones de Rita Guerrero, otras por: Iraida Noriega, Carmina Escobar, Ximena Mor, Rene Mooi, Alfonso André, Salvador Moreno, Jessy Bulbo, Sandrushka Petrova y Dafne Carballo.

Cada artista en el escenario supo darle su toque a la interpretación, pero también contenía el espíritu de las interpretaciones que hacía Rita Guerrero el escenario, como en DIX donde Carmina Escobar en un éxtasis total se retorcía en su interpretación, o Rene Mooi que bailo y brinco en el escenario mientras cantaba Estando aquí no estoy.

Escuchamos los grandes éxitos de Santa Sabina; Babel cantada por Carmina, La Garra cantada por Salvador, Dafne y Sandra, Miedo con Rene Mooi, Chicles con Jessy y Carmina, Vacío con Alfonso y más éxitos que permanecen en los recuerdos de los fans; Azul, Rinoceronte, Gasto de Saliva, Vampiro, Nos Queremos Morir, Laberinto, Incierto Destino o Alas Negras donde las chicas de Descartes a Kant ataviadas de blanco como si estas vistieran una mortaja nos dieron un gran espectáculo.

Por casi la mitad del concierto la gente en el Metropólitan estaba sentada en sus asientos y no era por que el concierto estuviera apagado, mejor dicho y hay que explicar que este concierto fue de esos donde no sabes si quedarte quieto disfrutando todo por lo anonadado que estas o brincar de alegría y euforia y vuelvo a repetirlo, fue increíble lo que vimos desde el inicio; ceremonioso, ritual y sombríamente solemne.

El público estaba entregado des de un principio, pero arriba del escenario estaban regalando su alma, algo que el público supo responder muy bien con los aplausos y gritos de emoción entre canciones.

Hubo momentos grandes, muchos momentos grandes, pero llego ese momento donde Bulbo interpretaba Chicles cuando el público no se resistió y se tuvo que levantar de sus asientos, el poder de la canción convirtió a la fiesta solemne en la celebración, haciendo que la euforia contenida del público explotara.

La perfección existe porque es imaginable, pero no es perfecta porque es inalcanzable decía Jorge Wagensberg que bien aplica a esta noche este aforismo, sabemos que la perfección no existe, esta noche se le aproximó mucho, pese a ligeros errores técnicos en el sonido, detalles que si bien no molestaron estuvieron presentes y seguramente a algunos quisquillosos de la búsqueda idónea de sonidos les hicieron hacer muecas, pero hubo otros detalles que hicieron a mi gusto la noche más especial pues fueron de esas curiosidades que enriquecen los eventos; varias veces la llamada a Iraida Noriega a cantar una canción cuando no era su turno o los menos de 10 minutos de una problema técnico donde Poncho Figueroa tuvo que disculparse por el lio y mientras lo resolvían contó algunos chistes.

Noches como esta deberían pasar a la memoria colectiva de los aficionados a la música en México, una oleada de artistas disfrutando lo que hacen ahora y que fue como siempre: por la devoción que le tienen a la música y por lo que les da la música, y perennemente se les va a gradecer.

Hasta siempre Santa Sabina, qué sublime misa de réquiem.

santa sabina
Concierto Santa Sabina, Teatro Metropolitan. Foto: Paulo Vidales/OCESA
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Concierto Santa Sabina, Teatro Metropolitan. Foto: Paulo Vidales/OCESA
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Concierto Santa Sabina, Teatro Metropolitan. Foto: Paulo Vidales/OCESA
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Concierto Santa Sabina, Teatro Metropolitan. Foto: Paulo Vidales/OCESA
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Concierto Santa Sabina, Teatro Metropolitan. Foto: Paulo Vidales/OCESA
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Concierto Santa Sabina, Teatro Metropolitan. Foto: Paulo Vidales/OCESA
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Concierto Santa Sabina, Teatro Metropolitan. Foto: Paulo Vidales/OCESA
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Concierto Santa Sabina, Teatro Metropolitan. Foto: Paulo Vidales/OCESA
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Concierto Santa Sabina, Teatro Metropolitan. Foto: Paulo Vidales/OCESA
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Concierto Santa Sabina, Teatro Metropolitan. Foto: Paulo Vidales/OCESA
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Concierto Santa Sabina, Teatro Metropolitan. Foto: Paulo Vidales/OCESA
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Concierto Santa Sabina, Teatro Metropolitan. Foto: Paulo Vidales/OCESA
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Concierto Santa Sabina, Teatro Metropolitan. Foto: Paulo Vidales/OCESA
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Concierto Santa Sabina, Teatro Metropolitan. Foto: Paulo Vidales/OCESA
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Concierto Santa Sabina, Teatro Metropolitan. Foto: Paulo Vidales/OCESA
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Concierto Santa Sabina, Teatro Metropolitan. Foto: Paulo Vidales/OCESA
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Concierto Santa Sabina, Teatro Metropolitan. Foto: Paulo Vidales/OCESA
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Concierto Santa Sabina, Teatro Metropolitan. Foto: Paulo Vidales/OCESA
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Concierto Santa Sabina, Teatro Metropolitan. Foto: Paulo Vidales/OCESA
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Concierto Santa Sabina, Teatro Metropolitan. Foto: Paulo Vidales/OCESA
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Concierto Santa Sabina, Teatro Metropolitan. Foto: Paulo Vidales/OCESA
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Concierto Santa Sabina, Teatro Metropolitan. Foto: Paulo Vidales/OCESA
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Concierto Santa Sabina, Teatro Metropolitan. Foto: Paulo Vidales/OCESA
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Concierto Santa Sabina, Teatro Metropolitan. Foto: Paulo Vidales/OCESA
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Concierto Santa Sabina, Teatro Metropolitan. Foto: Paulo Vidales/OCESA
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Concierto Santa Sabina, Teatro Metropolitan. Foto: Paulo Vidales/OCESA
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