Del extraordinario ritmo de reggae a una mezcla de rock con tintes de fiesta latina y clásicos de Los Pericos que salvaron la noche.
Un evento muy bizarro, todo empezaba con la presentación del ridículo, irreverente pero, muy amado… Silverio.
Sí, el amante de los insultos al público y de llamarlos “aborígenes” fue el encargado de empezar la fiesta en el Pepsi Center, que presentaba una entrada bastante agradable.
Enfundado en su tradicional traje de lentejuelas doradas, camisa negra, una hermosa y prominente panza, Silverio empezó el show, no tardó mucho en quedar en truza roja y poner a bailar a la gente que se iba acomodando y llenaban el lugar.
La fiesta se veía venir y fue en punto de las 9:30 pm, ok, minutos más, minutos menos, que Los Pericos salieron al escenario.
Todo pintaba para ser una concierto diferente, sorpesa, todo inicio como siempre, como hace varios años, como ya sabemos que van a empezar las presentaciones de Los Pericos, Runaway sonaba y la gente reventó.
Si de algo se queja la banda mexa de los grupos nacionales es que siempre tocan los mismo pero, como bien sabemos, si traes el acento argento ¡¡¡YA LA ARMASTE!!! y así lleves tocando el mismo setlist como por 10 años, vas a romperla en los escenarios de México.
Bueno, el chiste es que los éxitos empezaron a sonar y claro, tenía que ser así porque el pretexto de la fiesta eran los 30 años de una de las bandas más queridas del reggae argentino.
Y como dice el meme del gatito “Yo había ponido a unos Los Pericos aquí” y porqué esto pues, muy fácil… parecía que una banda de rock poseyó a los músicos y le sumaron un par de metales para no perder el toque de fiesta latina.
Ok, el punto es que aquella banda que conocimos, hoy pues han crecido, madurado, mejorado brutalmente en lo musical y también perdido esa energía que los caracterizaba, se tenía que decir y se dijo.
Eso sí, consintieron a sus seguidores con rolas como: Pupilas lejanas, Boulevard, Complicado y aturdido, Home sweet home, No me pares, Me late, Waitin, Sin cadenas y muchas más, de hecho presentaron una nueva rola que está bastante movida y cerraron con Casi nunca lo ves.
La banda que asistió la neta es que se comportó bastante bien, coreó y brincó con cada rola que pasaba, muchos se veían sacados de onda porque sí fue muy notorio la falta de energía en las rolas.
No sé si a Los Pericos les está pegando que bandas de su época se estén desenchufando o qué pero, decidieron hacer un bloque acústico que “ah jijo” la neta apagó el ambiente, aunque todos seguían cante que cante, les digo que cuando se trata de algún visitante del cono sur, los adoramos.
Digamos que el setlist cumplió, se tocaron los éxitos, se presentó nueva rola y se hicieron versiones acústicas, sí es un buen show que aquellos que veían por primera vez a Los Pericos disfrutaron muchísimo pero, aquellos que ya llevan varios años siguiéndolos pues… quedaron como mñe.
Al final, la noche tuvo muchas alarmas para avisarnos que iba a ser algo muy extraños, Silverio abrió el evento y hasta se subió a palomear con Los Pericos bueno, el güey sólo gritaba “Caliente”, tampoco es que su intervención animara a la gente.
Esperamos pronto el nuevo material de Los Pericos, ojalá nos sorprendan con rolas que salgan de la mezcla del rock con tintes de fiesta latinoamericana y se pongan a hacer lo que mejor saben hacer, reggae con una increíble fusión de ritmos que van desde el ska, hasta el calipso.
