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En una presentación culmen, Dolphant y Baltazar se tomaron el C3 Stage de Guadalajara. Decoraciones de ritual y un entregado público fueron el marco de un show muy tapatío.

La cita en casa para Dolphant y Baltazar llegó al fin. Después de su visita una semana antes a la capital del país, era momento de presentar su espectáculo en Guadalajara. La gente que los ha apoyado desde hace años, no decepcionó y demostró su pasión por ambas bandas.

Desde la apertura de puertas, rápidamente cada espacio del C3 Stage fue llenándose de conocedores e incautos. A pesar de la paciencia y el buen ánimo los asistentes no podían esperar más. Ya pasadas las diez, Dolphant fue la primera banda en pisar el escenario.

Atmósferas introspectivas seguidas de frenéticos lapsos inspirados por el post-punk, un estilo que rápido hizo clic con los presentes. El toque de teatralidad de su set provocaba mareas sensitivas a la par de cada canción. Una tarima especialmente iluminada y decorada con estructuras similares a cuarzos, complementaron las hipnóticas visuales de esta noche.

Parece que a Dolphant le benefició el ser ahora un cuarteto. Además de su evolución interpretativa, ahora canalizan mejor su energía, más compacta y cercana con el público. La estrella de su set es sin duda su vocalista Oscar. Sin dificultad para conectar con sus fans y capaz de exhalar sinceridad en cada segundo de interpretación. Un talento pocas veces visto.

Su setlist abarcó temas como Nyx, Vapor y Pandora. En ascenso constante lograron cerrar en completa sintonía con sus fans. Coreando juntos en Aleph y poniendo punto final con la espectacular Persefone. Los papeles al aire volaron mientras la agrupación tapatía demostraba sus novedosas cualidades pop y grandilocuente presencia escénica.

No fue larga la espera para que Baltazar tomará el control del escenario. Luis (guitarra) y Roberto (teclados) estuvieron acompañados por Javo Muñoz, baterista también de Rey Pila, Boats, etc. También Dany (bajo) y Eduardo (guitarra) de Dolphant, se unieron a su alineación. Esta conjunción de talentos le permitió al enigmático proyecto tapatío presentar una propuesta más dinámica.

Aunque la audiencia disminuyó un poco a esas alturas, los canticos de sus fans fueron los más sonoros. Rápidamente elevaron las emociones con Imperio, seguida de solidos temas como Agua y Bardo.

Un fluido show de Baltazar donde no pararon los coros, gritos y palmas. Las emociones más fuertes llegaron con éxitos como Duele, Vicio y Lluvia. Después de un pequeño encore, la banda invitó al resto de los Dolphant para interpretar Caricaturas. El nuevo sencillo en conjunto de ambos proyectos juntó a todos los responsables de esta inolvidable velada.

Un cierre eufórico donde los papeles volaron para celebrar el culmen de estas presentaciones en conjunto. Aunque cada proyecto ha tenido un recorrido propio y fructífero, su unión en escena se sintió de lo más natural.

Un gran aporte entre Dolphant y Baltazar, bandas que van tomando un lugar especial en la escena nacional. Esta vez en Guadalajara, demostraron el arraigo que tienen con sus devotos. Y no es para menos, ya que se agradece cuando músicos se comprometen tanto con sus shows. Así fue el caso de las dos agrupaciones tapatías que presentaron su mejor cara el pasado viernes en C3 Stage.

Fotos: Raúl Ponce.

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