¡Bengala está de regreso!
Si, bueno, ya lo estaban en realidad desde casi comienzo del año cuando dieron un show sorpresa tocando poquitas canciones en el Foro Indie Rocks!.
Posteriormente reencontrándose con la mayoría de su gente en el festival Vive Latino presentando dos nuevos sencillos en un show que nos trajo muy gratos recuerdos de adolescencia puberta.
En ese mismo show del Vive, la banda se encargó de anunciar su próximo concierto en El Plaza, donde seguramente será algo histórico tanto para la agrupación como para sus fans, ya que será grabada para ser su primer disco en vivo.
Si, luego de varios años, Diego Suárez, Jesús Herrera, Amauri Sepúlveda, Sebastián Franco y Marcos Zavala volvieron a pisar los escenarios de México para traer música nueva en forma de nostalgia empaquetada con una cita llamada Laberinto, un disco que nació hace unos días y que entre más se escuchan sus canciones, más se pueden sentir esas ganas que Bengala tenía de hacer hits pegadizos.
7 tracks son los que forman este Laberinto emocional que Bengala creó para sus escuchas. Y Un Millón de Estrellas nos lo menciona desde el comienzo: Así fue y así será. Compuesto por una aceleración de guitarras continuas y fondo electrónico, Diego Suárez emplea metáforas en sus letras en esta enérgica y gran canción de arranque.
En Tiempo ya nos empezamos a destruir a través del desamor, o de la nostalgia, o del recuerdo de alguna persona a través de lo que pudo ser, o también de la codependencia personal y el estallido de ya no tener más tiempo para seguir intentándolo. Cosas típicas emocionales que llegan a suceder.
Y en contraparte, llega Déjala Ir, la canción que te aterriza de un sentón para olvidar y seguir tu vida. Con un optimismo que no empalaga ni aturde, el primer sencillo, que a su vez nos dio el regreso de Bengala, podría ser también considerada un himno a la superación amorosa. Déjala Ir es simplemente fabulosa, de esos temas que conectan de primera y se hacen clásicos instantáneos.
Horizontes es el extracto medular de Laberinto, una canción igual de profunda, casi balada rock pero potente, ambientada en guitarras western y con una lírica fabulosa de Diego, que además, hace lucir su gran rango vocal casi al finalizar el tema.
El segundo sencillo, Enloquecer, hace aparición entre un piano nostálgico y dominada por la maravillosa e irreconocible voz de Diego, donde efectivamente se puede sentir esa entrega, pasión y locura que desde luego está bien transmitida al escuchar este gran tema.
Todas las canciones del Laberinto contienen muy buenas sorpresas cuando no te las esperas, muestra de ello son Cuarto del Fondo y Temblor-Eso Soy, los dos últimos tracks que, sí, de nuevo, contienen unas letras bien elaboradas como es costumbre, pero que parece que no pueden tener algo más a destacar que eso, hasta que llega la parte del coro y te generan esas ganas de cantarlas a todo pulmón durante un concierto de Bengala en conjunto con cientos de fanáticos.
Laberinto fácilmente se puede colgar la medalla de plata como segundo mejor disco de la banda capitalina. Es casi imposible quitarle el podio a su debut homónimo Bengala (2006), una obra maestra. Pero Laberinto, sí tiene todos los fundamentos para dejar atrás el Oro (2009) que tampoco deja ser bueno.
El cuarto álbum de Bengala es el tan anhelado regreso que muchos deseábamos desde hace años y no nos defraudaron.
Bienvenidos sean de nuevo, Bengala. No los dejaremos ir. Nos vemos el 30 de agosto en El Plaza Condesa.