El día 6 de julio se cumplieron cuatro ediciones del Festival Zapal bajo un cielo despejado y temperaturas ya reconocidas.
Dentro de la Hacienda El Mimbre, a la salida de Saltillo, miles de asistentes disfrutaron de un día donde la cultura regional y la música pop iban de la mano.
Abriendo puertas a las 11:30 a.m., fue cuestión de algunos momentos para que los jardines se vieran llenos de gente disfrutando de las muestras culturales que el festival ofrecía. Había exposiciones de pintura, fotografía, percusiones, venta de productos locales y largos pasillos adornados con figuras como dinosaurios, casas tipi y totems.
La Zona Sagrada contó con una ceremonia inaugural en el fuego sagrado, ceremonias del cacao por la tribu de brujas, meditación OPA, conciertos con cuencos de cuarzo y meditación. En la zona holística se contaba con espacio para hacer yoga, tai chi y qi qong, así también como un ring de lucha libre cerca del escenario principal.
Esta es la primera edición que cuenta con tres escenarios. En “La Aldea Stage” predominó la música electrónica donde el espacio abierto dio lugar a actos como el local Chusi, Gil Montiel, el dueto Tom & Collins y el No DJ Set de Rubén Albarrán, quién presumió acertadamente su colección ecléctica de cumbias con sombrero y güiro ante una audiencia de música club.
El “Desierto Stage”, muy cercano al área de comidas, presentó actos en su mayoría regiomontanos como Claudia Santos, Seltzer, Los Insurgentes y José Madero, quien aprovecho para promocionar su próximo disco “Psalmos”, esbozar unos intentos de baile y mostrar gratitud ante un público que coreaba su nombre y canciones. Actos de comedia como Pacotilla y Los Tres Triste Tigres (siempre de etiqueta) aligeraron la tarde y las bandas saltillenses Fiend Cats y Playskull se encargaron de abrir y cerrar el escenario respectivamente.
Ya en el “Zapal Stage” o escenario principal destacaron actos como la de la banda juvenil DRIMS, su primera presentación después de firmar su contrato con Universal Music. Los Estramboticos provocaron los primeros avistamientos de mosh pit, baile pogo y unión con éxitos como “Peter Punk”, “Me enamoré en la fila de las tortillas” y la frase “Toda tu vida me parece aburrida” al unísono.
El rapero Aleman junto con Dee, Fntxy y Tocadiscos Trez de la Homegrown Mafia dominaron el escenario con canciones como “Tantas Veces”, “Estilo y Flow” y “Rucón” hasta que no pudieron alargarse más.
Café Tacvba definió el momento cumbre con su colección de éxitos y su vitalidad escénica no sin antes presentar postura política y social mexicana. Canciones como Volver a Comenzar, Cuatro Puntos Cardinales y los covers apropiados como Déjate Caer (con todo y baile), Como te extraño y Chilanga Banda hicieron remover el polvo.
Le siguió La Avanzada Sinfónica, proyecto que se presentó por primera vez en su formato de festival y añadió un aire de nostalgia con algunas de las canciones y artistas que definieron parte del movimiento.
Dentro de esta edición destacan los esfuerzos por lograr un balance entre el consumo y el entretenimiento, permitiendo áreas fuera de los altos decibeles de los parlantes y actividades familiares, donde lo único realmente negativo es la clásica escasez de agua y bebederos, la insistencia por tomar cerveza y las filas para el baño.
Ante su constante mejora, el Festival Zapal es sin duda una de las principales opciones a considerar el próximo año.
