Las palabras y acciones de los altos mandos mundiales han cimentado, de forma estrepitosa, barreras físicas e ideológicas que le dan un nuevo significado a la palabra “Frontera”, creando un eco de división en una sociedad ávida de libertad. Limonada (2018), de la directora Ioana Uricaru, es el reflejo de dicha situación.
Dentro del marco de la edición número 39 del Foro Internacional de Cine, desarrollado en la Cineteca Nacional, se presentará el largometraje rumano Lemonade, el cual se proyectará del 4 hasta el 9 de julio; una historia que muestra las dificultades e injusticias que aglomera el problema migratorio en Estados Unidos, pero que logra permearse a cualquier frontera del mundo con conflictos de dicha índole.
Mara, interpretada por Mălina Manovici, es una madre soltera de 30 años proveniente de Rumania, quien intentará probar las dudosas mieles del “sueño americano” al casarse con Daniel (Dylan Smith), con el objetivo que brindarle una mejor vida a su hijo Dragos (Milan Hurduc) y así convertirse en una pieza funcional del engranaje norteamericano.
La opera prima de la directora rumana invita a la reflexión de las barreras burocráticas que existen ante la búsqueda de un mejor estilo de vida, sin dejar de lado los inconvenientes sociales y políticos que conlleva la migración para cualquier nación, desarrollando un conflicto de intereses emocionales en el espectador, aunado al drama familiar y de austeridad que se muestra en la pantalla.
La falta de oportunidades laborales, y la evidente dificultad monetaria que los personajes padecen en pantalla son de un tratamiento similar al desarrollado en The Pursuit of Happyness (2006), creando cierto paralelismo en ambas historias y, de alguna manera, complementándose al convertirse en crisis sociales estadounidenses internas y externas ante el ojo del residente oriundo de la llamada “nación de primer mundo”.
El filme tarda algunos minutos en atrapar al espectador, debido a la libertad que se toma en ir presentando el contexto que poco a poco devorará a los personajes. Sin embargo, los últimos dos tercios utilizan los trámites burocráticos como el verdadero causal de las angustiantes situaciones que viven los protagonistas, transformándose en el enemigo que los asistentes a la sala de cine terminarán cuestionando de forma severa.
En una actualidad donde la burocracia encadena paulatinamente a muchas sociedades, coartando las opciones de una vida plena, esta historia encaja perfectamente en nuestro propio contexto, mostrándonos que nuestras problemáticas no se reducen a un ámbito local, y son más universales de lo que podemos llegar a pensar.
Si bien Limonada posee un ritmo complicado, hablando cinematográficamente, no deja de convertirse en una pieza de crítica social relevante y que nos lleva de la mano ante el bombardeo de información política que vivimos día a día, aterrizándonos en la cara humana de la moneda migratoria, sin presentar posibles soluciones pero que reflejan a plenitud la deshumanización de los modelos para el orden de una nación.
La Cineteca Nacional continuará con diversas propuestas atractivas en el 39° Foro Internacional de Cine, finalizando el próximo 15 de julio. ¡Ve y conoce un cine diferente!
Trailer: