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Después de organizar seis días de conciertos en la CDMX, el Foro Indie Rocks! culmina su festejo con una apuesta muy prometedora: Cuco.

Cada año, desde hace cuatro para ser exactos, uno de los venues que se ha propuesto apoyar al talento emergente; el Foro Indie Rocks!, planea una fiesta para celebrar una vuelta más al Sol.

Al igual que su creador, la Semana IR, es conceptual, reúne a músicos que mejor representan su esencia, esta ocasión estuvo a cargo de: Atari Teenage Riot, Lee Fields and The Expressions, Inner Wave, Could Nothing, TR/ST, y bajando el telón Cuco.

La fecha prevista para Cuco, se estipuló el 8 de junio. Abriendo el escenario estuvo Wet Baes, un grupo capitalino cuyo líder es Andrés Jaime, un joven que viaja entre el universo abstracto del vaporwave y que busca rescatar la música perdida de los años ochenta.

El arte de Wet Baes llenó el ambiente de magia, hizo que el público comenzará a sentirse en la dimensión de la música producida desde la intimidad pasional de los sintetizadores.  Durante su estancia, tuvo sutileza para liberar poco a poco el instinto de los ahí presentes y dejó la tarima lista para el headliner. Un buen trabajo que fue bien remunerado con el aplauso de los oyentes.

A las 20:00, las luces anunciaban la presencia del protagonista de la velada, refiriéndonos a Omar Banos, mejor conocido como Cuco, quien ha pasado toda su vida cultivándose de la cultura norteamericana pero que combina perfectamente con su origen latino, para dale armonía y una acústica casi estrecha con la perfección, a sus obras.

Desde el primer momento que Omar asomó su cabeza para saludar a los asistentes, estos le entregaron su cuerpo, alma y mente, pues sabían que serían bien cuidados, tratados con el amor que merecen, pero, sobre todo, para llenarlos de la energía que el vocalista posee.

El músico chicano, como el mismo se describe, confirmó que cada detalle que formaría parte del espectáculo, tuviera concordancia con las ideas de su mente, de tal manera que sus fans, pudieran sentir su personalidad al natural, sin barreras, de forma etérea.

De fondo una pantalla con visuales que parecen haber salido de una máquina del tiempo, pues juegan con los ecosistemas del pasado, presente y futuro. La iluminación fue adaptada acorde a las emociones del artista, dejando que show fluyera con cada canción que el tracklist adornaba.

La audiencia apreció los temas que Cuco interpretó, sin embargo, hubo instantes que se jamás saldrán de la memoria, por ejemplo, cuando empezaron los primeros acordes de Hydrocodone, el foro completo se bañó de un clima espacial; todo se movía muy lento, la percepción se volvía más nítida, y el cuerpo parecía levitar como si no existiera gravedad.

La materialidad orgánica que el californiano le imprime a la retórica es simplemente fantástica, logra convertir la simpleza de una palabra en el núcleo de una historia, para muestra Lo Que Siento, una de sus concepciones artísticas más aclamadas y que fue esta, una de las piezas que lo colocó en el lugar donde se encuentra actualmente.

La noche se hacía más obscura, anuncia el fin del set, y la entonación de Bossa No Sé lo aseguraba.  Cuco se despidió rápido, sin dolor, sin encore, sin sufrimiento ni tormento par el corazón.

Así termina la Semana IR, llena de fascinación por la música independiente, demostrando que su avance y desarrollo en la producción de eventos se debe a su intelecto selectivo para los lineups, esperando que el próximo año logren superar sus propias expectativas.

¿Qué te parecieron los días IR? ¿Asististe a alguno? ¿Cómo te fue? Déjanos tu opinión en los comentarios, es muy importante para nosotros.

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Príncipe de Cd. Nezahualcóyotl. Partidario de la libertad artística, voy por la vida defiendo a los bulleados musicales aunque no siempre gane. No existe música sin sentido, solo gente sin sentimientos.