El pasado viernes 3 de mayo, fue un día de mucha energía para la ciudad, gracias a los eventos programados. Twenty One Pilots puso su granito de arena.
La banda originaria de Norteamérica; Ohio para ser precisos, a inicios del 2018 anunció un tour por distintas partes del mundo, México fue uno de los seleccionados para presentar su nuevo álbum: Trench (2018).
The Bandito Tour, es el nombre de la gira que contempla varias ciudades de la República Mexicana, entre ellas Monterrey y dos fechas para CDMX.
Desde que Twenty One Pilots develó su travesía por nuestro país, sus seguidores estaban ansiosos por obtener su pase de entrada, y a los pocos días que los boletos salieran a la venta, se agotaron.
La primera cita estaba planificada para el 3 de mayo, el lugar que escogieron fue el Palacio de los Deportes. No hay plazo que no llegue, ni fecha que no se cumpla, para las 7:00 pm. del día previsto, el caos vial era augurio de una noche única.
Para recibir a las almas que poco a poco iban llegando, Saint Motel recitó sus mejores temas como My Type, una de sus canciones más conocidas. Una bienvenida cálida por parte de los también norteamericanos que, a pesar de haber dejado el espíritu en la tarima, apenas sirvió de entremés para la sedienta fanaticada.
Cuando los teloneros terminaron su actuación, hubo un momento de quietud; minutos angustiantes y tormentosos para los 22 000 espectadores quienes no dejaban de aclamar a Twenty One Pilots.
A las 9:00 pm, los anfitriones de la noche salieron para darle vida al escenario que, con previas intenciones habían modificado a su antojo, colocándole los adornos pertinentes para que todo estuviera inmejorable en una ocasión tan especial. El tema elegido para la apertura fue Jumpsuit, material incluido en su última producción discográfica.
Hablando de la producción, el actual dúo conformado por Tyler Joshep (voz) y Josh Dun (batería), es reconocido por aventar la casa por la ventana es sus actuaciones en vivo, esta vez no fue la excepción.
A la par que el concierto iba avanzando, la realidad se transformaba. La iluminación, el conjunto de colores, la textura, el ambiente lleno de configuraciones que parecían haber llegado de otra parte del universo, en combinación con la estructura musical de la banda, hacían que la armonía abrazara al venue.
No hubo antelación, ni pistas de que Stressed Out, una de las canciones que forjan un emblema para el grupo, aquella que ha acumulado un total de diez millones de reproducciones en Youtube, estuviera casi al frente del setlist. Del mismo modo, Heathens, cayó como una bomba de emociones en los asistentes.
Es bastante difícil describir a un grupo que mezcla tantos estilos y que está en constante cambio. Las decisiones que toman a la hora del espectáculo, aunque espontáneas, son congruentes con la bandera que portan. El nivel de exigencia con ellos mismos, convierte un show de TOP (por sus siglas) en una experiencia muy agradable para el sentido auditivo.
Y qué decir de su mágico desempeño, cumplen con todas las expectativas que su anticipado anuncio promete, es más, estamos seguros que para sus aficionados más íntimos, las superan.
La presentación de Twenty One Pilots deja un sabor se boca muy extravagante, pero satisfactorio, es una banda con visión y sencillez en su interacción con el público, elementos que la hacen una recomendación forzada para los amantes de la buena música.
Para el fin del concierto, protagonizaron un instante cálido con Trees, apapachando a toda la gente que fue a verlos, sentirlos y escucharlos, dejándoles una sonrisa plácida en lo más profundo de sus recuerdos.
