Earthless tenía pocos meses de venir a México, pero muchos quisimos repetir su impresionante show en vivo y regresaron para rifarse un show psicodélico en la ciudad.
La última vez venían acompañados de Radio Moscow y Alpine Fuzz Society, pero ahora el surf garage de The Cavernarios los acompañó y Mars Red Sky.
Kill Pill Klvb invitó a calentar motores con un DJ set de El Patas y Warpig, quienes se refinaron unas piezas musicales con alta dósis de rock, garage, stoner y punk.
Poco después, el turno de la primera banda llegó, The Cavernarios, oriundos de la misma Ciudad de México nos puso a bailar y disfrutar de su garage rock a su puro estilo mexa.
Melodías crudas y primitivas, como su nombre bien lo dice, pero bastante salvajes y eufóricos y que inevitablemente nos puso a bailar a todos.
Luego, directamente desde Francia, el stoner rock de Mars Red Sky ocupó el escenario y se apoderó de las bocinas del recinto.
Desde 2007, esta banda se ha hecho un lugar en el género del psicodélico y stoner. Su estilo es bastante refinado y elegante, siendo un power trío que llama muchísimo la atención al verlos tocar en vivo.
El público recibió a la banda de una manera calurosa y sin duda les seguiremos la pista para su posible regreso a tierras mexicanas.
Por último, para cerrar la noche de Kill Pill Klvb y darle la bienvenida al Halloween y la Noche de Muertos, fue el momento de subirnos a la nave llamada Earthless y despegar hacia el espacio.
El grupo, a pesar de caracterizarse por sus presentaciones instrumentales, les ha dado por meter letras a su nuevo material. Su álbum bajo el brazo, Black Heaven, continúa en la línea psicodélica de la banda, pero ahora incluyen líricas.
Aún así, la presentación fue potente y devastadora, el sonido nos machacó y sin darnos cuenta nos llevó muy, muy lejos. Esta banda, sin duda, son todo un deleite sonoro en vivo.
La influencia de la mejor época de Led Zeppelin y Black Sabbath es muy marcada, pero Earthless ha sabido ir más allá y explotan los instrumentos para hacer una mezcolanza de sonidos que van de arriba para abajo.
El viaje fue breve pero muy intenso. A poco más de una hora, el grupo se despidió, no sin antes rifarse el cover de Purple Haze del ya finado Jimi Hendrix.
Salimos del trance sonoro y nos sacudimos la energía que rondaba por el venue, para después suspirar y decir: tocan bien cabrón.
