Ni la lluvia, ni el tráfico godínez fueron impedimento para que The Guadaloops -conjunto que se autodenomina como autóctono de la CDMX-, tirara la casa por la ventana con el estreno de su más reciente material, La Viuda:
Todo comenzó a las 19:00, cuando los asistentes, para sorpresa de muchos, mostraron su puntualidad llenando el recinto como a unos 3/4 de su capacidad.
Al poco tiempo subió un dj al escenario e intentó encender los ánimos del público sin mucho éxito.
A pesar de los esfuerzos del artista, sólo algunas de las personas que estaban hasta al frente entraron en el mood, una parte considerable del público continúo platicando, mientras que otra gran cantidad de personas aprovechó el set para ir a tomarse una cerveza al área designada para el consumo.
Posteriormente, Entre Desiertos, conjunto tijuanense, subió al escenario logrando captar la atención del público con sus sampleos y atmósferas sonoras.
Los teloneros lograron ganarse el cariño de gran parte del público, interactuando constantemente con ellos y agradeciendo de manera honesta el apoyo y la oportunidad de compartir escenario con los estelares de la noche.
Finalmente, a eso de las 21:00, el Lunario estalló en aplausos y gritos mientras los integrantes de The Guadaloops subían a escena.
La música no se hizo esperar y las estrellas de la noche comenzaron a tocar mientras el público bailaba, gritaba y coreaba sus canciones a todo pulmón.
Franco Genel, se apoderó del escenario con su lírica fina, sus bailes y esa vibra que lo diferencia de su acto como Tino El Pingüino; mientras que Fermín cautivó con su poderosa voz y Ferdinand producía los ritmos que los acompañaban.
Además, Sami y Berni, los integrantes más recientes, también se lucieron con la ejecución excelsa de sus instrumentos
El setlist se dividió entre las canciones más populares de la banda, tales como Hombre Caja, Cada Que Es Abril, Luminas y Dos Heridas (canción en la que Marcol subió al escenario); y los tracks que integran La Viuda, material que acababan de estrenar ese mismo día.
La presentación fue espectacular y dejó en claro el tiempo que los músicos dedicaron a planearla. A la par de sus canciones, intercalaron videos del proceso de planeación y producción del material, dándole un toque original a esta entretenida velada en la que, todos los asistentes, fuimos nombrados padrinos y madrinas del material.
Sobra decir que esta fue una noche que los fanáticos no olvidaran, pero es pertinente aclarar que también fue una noche muy especial para los músicos, quienes no sólo celebraron el lanzamiento de su nuevo disco, sino la cantidad de años dedicados al proyecto y lo logrado hasta ahora.
El futuro para The Guadaloops sin duda luce prometedor, pues la química musical y en escena que hay entre ellos es mejor que nunca. Su presentación en el Lunario refuerza, una vez más, su cualidad como uno de los actos más originales que hay en el país.