Classixx lleva rato tras una metamorfosis a un combo de DJ como acto en vivo.
Tyler Blake y Michael David traen bajo el brazo Faraday Reach, álbum con 12 cortes electrónicos lanzado en 2016. No por ello quiere decir que su música caducó.
Traen la onda del Balearic californiano, y algo de Tropicool. Un poco a lo que sonaba con el Hanging Gardens pero más sabrosón.
Firmados por DFA Records, Classixx además de hacer el DJ set de ley, carga ahora sus guitarras, sintetizadores y drums machines. Ofreciendo así un acto nutrido y orgánico.
Formarán parte de los eventos que arma Whitehouse (antes Bulldog), donde podrán apreciar el sonido californiano de ambos productores y DJ. Que si no los topas, te digo son muy amigos de Holy Ghost!, Passion Pit, Cut Copy, T-Pain y Miami Horror.
Siendo cuates de la infancia, Blake y David asistieron a la misma secundaria en Los Ángeles. Tuvieron sus bandas de cochera pero las dejaron a un lado. Tal vez no era lo suyo.
Blake estudió un tiempo en Berklee School of Music de Boston, pero se retiró. David tocó la guitarra en una banda más en forma pero el destino los puso tras la mixer y los cdjs.
En el apogeo del Nu-Disco, onda 2006, tuvieron trabas para poder bookear espacios. Sin embargo, buscando más oportunidades para que la gente escuchara sus remixes, lograron viajar a Nueva York, Canadá y Australia.
Es común que un DJ sobresalga por las remezclas que por producciones originales. Classixx lanzó su EP homónimo para DJ Dan’s In Stereo en 2008. Su hit fue I’ll Get You, donde aparece la voz de Jeppe Laursen (ex Junior Senior). Le siguieron remixes a Groove Armada, Ladyhawke y Lana Del Rey.
Sin embargo, la versión que hicieron a Lisztomania (Phoenix, 2009) se considera la más importante para el dúo angelino. En alguna entrevista comentaron que Phoenix es una de sus bandas favoritas. A los 15 años de edad descubrieron a la banda antes de su popularidad. Ya podrán imaginar el gusto y la cara de extasiados cuando Phoenix les pidió el remix para ese gran éxito.
Ambos son unos tipos sensibles, sencillos, educados. Tratan de no leer las críticas a su material por el miedo a sentirse tristes con notas desalentadoras. La mayoría son comentarios buenos y eso es tal vez porque su música es muy digerible y natural. No hay pretensión alguna más que el hacerte bailar.
Con Classixx podrás tomar tu vaso y caminar, meneando la cabeza y los hombros, por toda la pista. Si no me crees prueba mientras escuchas el remix que le hicieron a Sundream (de Rüfüs Du Sol).
Classixx es una electrónica que se aparta del EDM. No están muy conectados con el género, tanto que, hasta cierto punto, serían como la contracultura o alternativa. La mayoría de sus fans lo afirman.
La variedad de Tyler y Michael se debe a los gustos personales, un tanto distantes pero que se complementan. Reconocen como influencia al legendario Larry Levan y Cassius. Así como Pink Floyd y otros clásicos (de ahí el nombre del dúo).
Te aseguro que será una gran noche para asistir al Whitehouse y disfrutar de todo lo que Classixx ofrece.