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Ibeyi ha sido de los actos que más me han sorprendido este año no solo por la profundidad de sus letras o discursos si no por la conexión casi espiritual que las gemelas tienen con su público.

Es impresionante la forma en que la música puede conectar con la gente y romper fronteras.

Lisa-Kaindé Díaz y Naomi Díaz son hijas de Miguel Angá Díaz, uno de los percusionistas cubanos más importantes del mundo (que incluso tocó con el Buenavista Social Club). Sus influencias afrocubanas se perciben desde el primer momento en que escuchas su música o sus letras, que también tienen referencias del yoruba, un dialecto originario de África.

Hablando del concierto, la colombiana Elsa y Elmar, quien regresaba de su exitosa presentación en el Vive Latino 2018, presentó una probada de lo que fue ese gran show hace poco más de un mes con canciones como Forma Antigua o Planeando el Tiempo para llegar al clímax de su presentación con Culpa, Tengo cargada de baile.

Llegó el turno de Ibeyi y, aunque nos enteramos que una de las hermanas tenía un ligero problema en la garganta, todos comenzamos a empatizar con ellas en un nivel emocional especial desde que tocaron el escenario. No fue el típico concierto donde saltas y tomas chelas para celebrar canciones, aquí solo quedaba escuchar, conectar, fluir.

Deathless nos inyectó una dosis de fuerza como mexicanos, Mama Says habló de la muerte de su padre y lo difícil que fue para su madre dejarlo ir, Valé se lo dedicaron a una pequeña integrante de su familia y en I Wanna Be Like You, Lisa nos confesó que hizo esa canción porque quiere ser tan cool como su hermana. Así de potente es su música y su discurso.

Si bien en Ibeyi (2015) quisieron profundizar en el tema de la muerte, ahora en Ash (2017) se nota un discurso político y feminista que incita al baile, la reflexión y la emoción. Con No Man Is Big Enough for My Arms, las gemelas incluyeron parte del discurso que Michelle Obama dio en New Hampshire como respuesta a las declaraciones contra las mujeres de Donald Trump en 2016.

Ibeyi no es una banda fácil de escuchar sin comprender el contexto y afán de comunicación de sus letras. Lo único que puedo decir es que fue un concierto especial, casi mágico, donde dos hermanas gemelas conquistaron al Plaza Condesa con un par de voces, sampleos, percusiones y un emocionante conjunto de melodías que hacen que valga la pena eso que se llama Música.

ibeyi

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