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Brockhampton es el nombre de la calle dónde vivió Kevin Abstract en su natal Texas, mismo nombre que eligió para bautizar este colectivo que rompió todo esquema a través de su música.

Brockhampton Brockhampton BrockhamptonEl término “boy band” es mundialmente reconocido como un grupo de chicos atractivos y talentosos seleccionados por una disquera poderosa para después ponerlos a bailar, cantar letras ya trabajadas y producirles la imagen que provocará mojar sus calzoncitos de pipí a tu hermanita de 13 años.

Las boy band ya son parte de la cultura pop en la música y cada generación tiene su referente. Eso es un hecho.

Pero estamos en nuevos tiempos y el Internet nos brinda la oportunidad de conocer a la primera banda de jóvenes que simplemente decidieron juntarse por medio de una publicación que Kevin Abstrac realizó en un foro de Facebook, convocando a chicos que quisieran hacer música junto a él, y no sólo música, si no que también fueran un colectivo, una hermandad.

Brockhampton es el nombre de la calle dónde vivió Kevin Abstract en su natal Texas, mismo nombre que eligió para bautizar este colectivo que rompió todo esquema a través de su música, el pensamiento de sus mismos integrantes y el mercado en el que se desenvuelven haciendo ellos mismos todo por su propia cuenta.

El 2017 vio nacer la trilogía Saturation– si, tres discos en un solo año -, y lo increíble de esto es que cada disco es un poco mejor que el anterior, en el que su evolución es bastante notoria en el cuidado de la producción y las letras que interpretan con temas de sexualidad y política en los distintos puntos de vista de los miembros.

Saturation fue la culminación y cierre de un año fabuloso para este colectivo que, de igual manera, fue inevitable hacerles una comparación con Odd Future donde de sus filas salieron artistas como Frank Ocean, Tyler, The Creator, Syd (The Internet) e Earl Sweettshirt. Sin embargo, en Brockhampton el Hip-Hop no es su única arma, también son arrastrados por el R&B, el Pop, el Indie y la Electrónica que a veces se torna un tanto psicodélica, enlazadas al Rap que la mayoría de integrantes maneja.

Cada track de cada Saturation tuvo su propio video dirigido por el mismo Kevin Abstract, vídeos fabulosos que inclusive algunos son graciosos y todos en verdad entretenidos, al grado de provocar emoción y ansias de espera cada que estaba por salir un video nuevo.

En cada uno de ellos el host es Robert Ontenient, el webmaster del colectivo que con su característico “Me llamo Roberto….” adhiriendo distintas frases en perfecto español, daba la campanada para iniciar las canciones. Pequeños detalles que caracterizaron a Brockhampton en lo innovador.

Actualmente los miembros de Brockhampton son Kevin Abstract -rapero y videógrafo-, Bearface-cantante-, Matt Champion -rapero-, Ameer Vann -rapero-, Merlyn Wood -rapero-, Dom McLennon, Joba -cantante e ingeniero de sonido-, Kiko Merley -productor-, HK -diseñador gráfico y director creativo-, Jabari Manwa -productor-, Romil Hemnani -DJ-, Ashlan Grey -fotógrafo-, Robert Ontenient -webmaster- y Jon Nunes -mánager-.

Todos ellos jóvenes que apenas rebasan los 20 años de edad y que hicieron del 2017 su trampolín para llegar por primera vez al cartél de Coachella en este año donde seguro seguirán cosechando más fans. Y ya es hora de que México los escuche y no se quede atrás.

La trilogía de Saturation es la confirmación de que estamos ante un colectivo que puede romper moldes tanto en el hip hop como en la cultura pop, donde el concepto “boy band” puede que esté a punto de ser redefinido y redirigido, donde no sólo las disqueras decidan a quién sí y quién no.

En 2018 lanzarán el álbum Team Effort, en el que pueden certificar que son la voz de una juventud heterogénea pero unida, y que a través de un proyecto multidisciplinar van a influir en cada una de sus áreas de trabajo.

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Explorador galáctico de las órbitas musicales. Vivo en una y mil canciones más.
brockhampton-saturation-trilogyLa trilogía de Saturation es la confirmación de que estamos ante un colectivo que puede romper moldes tanto en el hip hop como en la cultura pop, donde el concepto “boy band” puede que esté a punto de ser redefinido y redirigido, donde no sólo las disqueras decidan a quién sí y quién no.