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Mágico estuvo el pasado sábado 28 de octubre, en el Parque Fundidora, durante la edición 2017 del joven festival dedicado al género metalero Northside Monterrey.

Por: FdeJV

Fue una tarde – noche fría, rarísima en la ciudad al menos durante octubre. La temperatura se sentía de unos 10 grados y combinado con la antesala de Halloween, el ambiente era peculiar. Nada más faltaban las fogatas para sentirnos en Salem, o en una misa negra al aire libre, de esas que vemos en las películas de terror. El ambiente estaba puesto y la banda sonora le hacía compañía al ambiente de la mejor manera.

Y esto empezó desde la una de la tarde, con el escenario dedicado a bandas emergentes en el New Blood Stage. Mutum, Anima Inside, Beta, Caelaluz, Thell Barrio, estos últimos ni tan nuevos, al llevar 14 años de experiencia en el género con un metal más pesado que lo podemos escuchar en sus temas como: Mi verdadera familia o como en Infierno, algunos de sus temas más famosos.

Es un orgullo haber escuchado a los de Mutum, que bien podrían ponerse al nivel de exponentes del metal sinfónico como Within Temptation. No cabe duda que en México hay muchísimo talento, y qué mejor con un escenario como el New Blood para presentarse ante los que no los habían escuchado. Ese mismo lugar estuvo puesto para recibir a Avatar, De Nalgas, Pressive, Taipan, Nightbreed y Pinhed.

En los otros escenarios la acción empezó también temprano con el metal progresivo nacional de Ágora. Grupo de la ciudad de México, que ha estado vigente desde 1996 y ha compartido escenarios con KISS y Möntley Crüe.

El ambiente poco a poco iba agarrando forma, y Exodus apareció para detonar la primera explosión de trash metal con Nuclear Blast y otros de sus éxitos como Bonded by Blood y cerrar con Strike of the Beast. En ese mismo escenario llegarían los de Baroness que pusieron a cantar al público con Kerosene y March to the Sea. Los de Georgia incluyeron en su set list la canción de Shock Me, una de las más famosas, nominada a un Premio Grammy en este año.

Respectivamente y en el otro escenario, desfilaron los mexicanos de Tanus con Break the System, RavenEye y Dokken con Kiss of Death, antes de darle paso a uno de los más esperados del festival: Gene Simmons.

El de KISS nos ofreció una serie de covers, habló en español y cerró de manera memorable, al invitar a un grupo de asistentes a subir al escenario, cantar y cerrar pachangeando con el tema más icónico de la banda KISS: Rock and Roll All Night.

Más tarde llegaría el grupo alemán de Kreator, y vaya que una de sus primeras obras fueron mover a los fans a olvidarse del frío y empezar los primeros mosh pits de la noche. Mientras el vocalista hipnotizaba con el movimiento de su cabellera, el público… incluso de unos 40 y tantos años de edad, rejuvenecieron a cuando eran veinteañeros para empujarse uno al otro y bailar en círculo, algunos hasta sin camisa, durante las canciones Phobia, Violent Revolution y, por supuesto: Pleasure to Kill. Mille Petrozza se llevó una ovación, al dejarlo todo en el escenario.

La gente ya hacía fila para Deftones, pero antes aparecería Tarja, uno de los shows más esperados de la noche. La exintegrante de Nightwish nos mostró todo el poder de su rango vocal de tres octavos (nivel soprano) a lo largo de su set list.

Y bien pudimos darnos cuenta por qué es tan querida, y extrañada, en su natal Finlandia… que hasta ha entonado el himno nacional finlandés junto al presidente en diferentes ocasiones. Pero también, diferentes canciones típicas navideñas al igual que el metal gótico al que nos tiene acostumbrados. Así de dinámica es, y así de dinámica fue durante su presencia en el Northside, en donde Die Alone y Until My Last Breath fueron los temas más coreados. Minutos después llegó Andres Fridén junto con In Flames que, a pesar de haber estado a punto de cancelar, entregaron un show potente y lleno de metal nórdico.

Este grupo formado en los 90s le ha compuesto covers a Metallica, que han sido alabados por sus autores originales. Ellos iniciaron con Drained de su álbum más reciente Battles. Después siguió Before I Fall, Take This Life, pero fue Trigger una de los temas más explosivos de la noche.

Por ahí de las 22 horas, el frío empezó a calar un poco más. Había una ligera bruma que se confundía con el humo de los cigarros que dominaban el ambiente.

La noche era oscura, a tono y en sincronía con el maquillaje y el vestuario de la mayoría de los asistentes. Los que poco a poco se juntaban al frente del escenario AT&T para recibir a Camilo Wong “Chino” Moreno y al resto de los Deftones. Iniciaron con Headup, una clásica; y siguieron con My Own Summer del mismo álbum de Around the Fur.

Una vez en entrevista Moreno se declaró orgulloso de ser latino y que, a pesar de haber aprendido a hablar castellano gracias a su abuela, actualmente lo había olvidado. Quizás por eso su conversación con el público se limitó con un “Salud” mientras tomaba una cerveza y un “Hola México”; pero minutos después se compensaría con un acercamiento a los fans que estaban en primera fila para cantarles Elite a unos centímetros de distancia.

Esto fue después de una muy coreada Back to School, de su exitoso álbum White Pony. Sin duda, Moreno quería tocar la mayor cantidad de temas posibles en solo una hora, por lo que no perdió tiempo y siguió con su potente voz y entrega de Stephen Carpenter a la guitarra, Cunningham a la batería, Vega en el bajo… tal como los enlistó el vocalista.

Pasamos por Diamond Eyes, Knife Prty, Minerva y para Rocket Skates el Parque Fundidora se había olvidado que tenía frío.
“Vayan a ver a Incubus” se despidió en inglés Deftones, y en minutos iniciarían las primeras notas de guitarra de Glitterbomb, parte de 8, su más reciente producción.

El grupo de Calabasas, California (así es, vecinos de las Kardashians) seguiría con Circles, Nimble Bastard, pero la primera explosión emotiva del público llegó cuando DJ Chris Kilmore tocó las notas iniciales de Pardon Me: el viaje en el tiempo de regreso a los inicios de este milenio había comenzado.

Y si cabe duda de esto, fue con Drive cuando la mayoría de los presentes se transportaron a casi 20 años atrás con el tema que los hizo conocer por primera vez a Incubus. “Whatever tomorrow brings I will be there, with open arms and open eyes” al mismo tiempo que el vocalista Brandon Boyd desabotonaba su camisa para descubrir otra con el mensaje de Optimistic, muy acorde a la letra de la canción.

De ahí, pasamos por Nice to know you otra de las más coreadas: aunque la letra de “Goodbye, nice to know you” anunciaba el final del Northside 2017. Pero la noche se negaba a morir, pasamos por No Fun, Stellar, Warning, saltando entre Make Yourself y Morning View. Y al final, llegamos al último tema dedicado a todos los que se quedaron en casa: Wish you were here, en el que hicieron una interesante mezcla con la canción del mismo nombre, pero de Pink Floyd.

El final llegó. Con todo y una hora extra por el cambio de horario, los asistentes que quedaron de los 19,000 que fueron (cifra oficial), se veían agotados… pero contentos. A pesar del frío y que quizás fuera éste uno de los últimos festivales que veremos en el 2017, siempre hubo un momento en que una persona creyó una vez más en el poder de la música, en este caso el metal pesado.

Creer firmemente en las guitarras distorsionadas o en los gritos profundos de los vocalistas que lo hicieron enamorarse del género desde un principio y que, a pesar de que algunos críticos o incluso artistuchos poperos puede llegar a decir que el metal verdaderamente está muerto. Lo que no saben, es que muerto es cuando suena aún mejor.

Fotos por: Anlli Ramirez

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