Los uruguayos Cuarteto de Nos volvieron a la Ciudad de México con un intenso y divertido concierto en la Carpa Astros.
Por: Sexie Sadie
Traer a la Ciudad de México un show llamado ‘Apocalipsis zombi’ en estos tiempos podría parecer una broma muy ácida, dado el ambiente ciertamente apocalíptico que impera en el centro-sur del país.
También podría esperarse, después de los terremotos de septiembre, que el ánimo rockero estuviera bajoneado, además en un sábado frío. Pero la Carpa Astros alojó el sábado 28 de octubre un concierto intenso, íntimo y hasta lúdico, de la banda uruguaya El Cuarteto de Nos.
Fue la noche de un día difícil en CDMX, para un concierto o para cualquier cosa que implicara salir de casa: con desfile de Catrinas en el Paseo de la Reforma, celebración máxima de San Judas en la Iglesia de San Hipólito, Paul McCartney en el Estadio Azteca, Fórmula 1… el centro y el sur de la Ciudad estaban asfixiados y, sin embargo, los fans del Cuarteto acudieron a la Carpa con todo y sus disfraces de Halloween o Muertos, incluso con los overoles naranjas distintivos del álbum ‘Apocalipsis Zombi’ que la banda vino a presentar.
Esta semana habían tocado ya en ciudades mexicanas que no conocían, como Morelia y Guadalajara, el sábado era el turno de Ciudad de México antes de cerrar su paso por México en Cuernavaca.
La energía, no obstante, parecía inagotable: los cinco músicos salieron pasadas las 21:00 horas al escenario de la Astros a tocar con máscaras ‘Apocalipsis Zombi’, pero se las quitaron pronto por el calor de la carpa, que también otorgaba una muy buena acústica. El lugar no se llenó pero el espacio resultaba tan íntimo, que ni siquiera se notaba. Tampoco destacaban los asistentes que aún no cantaban las canciones del más reciente álbum: los gritos de los demás llenaban todo el espacio. Luego vinieron clásicos como ‘El hijo de Hernández’ y la legendaria ‘Ya no sé qué hacer conmigo’, que siempre revienta las gargantas de todos.
El toque lúdico lo puso, como siempre, Santiago Tavella con el sexy contoneo de cadera y piernas en ‘Pobre papá’ y ‘Whiskey en Uruguay’, además de la eterna ‘Enamorado tuyo’, durante la cual los músicos suelen hacer solos prolongando la canción hasta límites insospechados. Pero esta vez no fue sólo él quien se divirtió y divirtió a los asistentes: también Roberto Musso -voz principal y líder de la banda- andaba de buen humor y se dio un rato para el cotorreo en el escenario.
El tecladista Santiago Marrero, el más joven de la banda -por edad y por su fecha de incorporación- rindió tributo a nuestro Día de Muertos con una máscara de calavera enmarcada por una guirnalda de cempasúchil. También hubo la inevitable referencia a la tragedia que vive el país por los sismos 7S y 19S, con un mensaje solidario de Musso: “tal vez Uruguay esté muy lejos de acá pero sabemos por lo que están pasando y estamos con ustedes”.
Algunas rolas que El Cuarteto no suele tocar en vivo fueron escuchadas en la Carpa Astros, como ‘Mírenme’, en la que Musso comparte la voz con Marrero en un dueto de rock-rap que prendió igual que el resto de las canciones. En esta ocasión hubo pocas rolas de corte dramático, de esas que destacaron en los álbumes ‘Habla tu espejo’ (2014) y ‘Bipolar’ (2009). Sólo tocaron ‘La nena no llora’ y ‘Calma Vladimir’, pero brillaron por su ausencia ‘Breve descripción de mi persona’ y la dolorosa ’21 de septiembre‘. Este concierto era una ocasión para gritar de euforia, alegres, divertidos.
Después del consabido encore -al que casi ninguna banda se resiste- el Cuarteto regresó a cerrar su concierto en Ciudad de México con la histérica ‘Miguel Gritar’, pero después nos regalaron la ineludible ‘Yendo a casa de Damián’, que después de una década sigue poniendo a brincar a todos. Roberto Musso dijo que les encantaría venir a México cada año pero, por lo pronto, prometió que volverán a principios de 2018.
FOTO: Sahib Ramírez García
