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Carla Morrison cerró con broche de oro una gira predestinada, donde la sanación de corazones rotos fue su principal blanco.

Carla sabe muy bien cómo satisfacer a su audiencia, los años que la preceden en la industria musical han forjado un carácter fuerte con sus críticos pero apacible con sus fieles amantes. El pasado 11 de octubre abarrotó las instalaciones de su hospicio favorito como parte de la gira: Amor Supremo Desnudo, nombre de su último material discográfico.

Amor Supremo, material que vio la luz en noviembre del 2016 fue nominado a los Grammy Awards. El disco nos abre una puerta a los secretos mejor resguardados en la vida de Carla, creando empatía con el oyente, quien puede distinguir fácilmente entre los instantes agrios y los rebosantes.

El álbum fue generosamente recibido, tanto por el público como por la crítica, hecho que propiciaría su remasterización en versión acústica con la inclusión de algunos temas nuevos, así nació Amor Supremo Desnudo, cuyo valor sentimental humedece las pupilas de la cantautora pero, que la motivó a conducir una gira para su exhibición.

La última parada de la gira se estipulo para la noche del 11 de octubre. No hay fecha que no llegue y plazo que no se cumpla, el día llegó. El reloj marcaba las 8:40 pm. cuando la obscuridad de lujoso recinto se hizo presente, minutos inquietantes trascurrían hasta que el escenario se iluminó con un juego de luces que alborotó a la impaciente fanaticada.

Después de una adecuada apertura No Volveré Jamás se replicó de boca en boca, el tema prendió al lugar y anunciaría una velada donde los sentimientos más benevolentes del espíritu humano, traspirarían por todas partes.

Carla, junto a su galante corte de músicos utilizarían apropiadamente las facilidades del espacio. Una serie de visuales, que recreaban escenas extraídas de la mente creadora, fungirían como suvenirs inolvidables para sus admiradores.

Sería imperdonable y casi un pecado que la protagonista no abriera el escenario para un instante acústico, el cual fue inaugurado por Todo Pasa y recapituló temas de su vasto repertorio. Sus complacidos seguidores, agradecieron el gesto en más de una ocasión con ovaciones casi interminables, las cuales, solo eran interrumpidas por el siguiente tema.

Entre los tumultos de abalanzas, lágrimas y sonrisas, se tomaban momentos de tranquilidad para recitar algunas palabras de aliento que caerían como agua fría en los tristes corazones. Lecciones de vida eran dictadas para el aprendizaje, predicas de inspiración entraban en los oídos para regocijar al alma, y con ello desaparecer el miedo que nos impide avanzar.

– “Dejar ir te liberará”

Los temas más renuentes de la compositora presagiaban el final del acaramelado encuentro, en la lista de canciones Déjame Llorar había sido considerada como la honorable concluyente, pero el amor de Carla hacia sus fans es inagotable, no se resistiría a la ola de peticiones. Tu Orgullo hizo justicia como último regalo y sellador, no solo de una noche, también de una gira consagrada por el destino.

Con 31 años de edad, Carla Morrison aún tiene mucho potencial musical, aprovechó su presentación para develar el trailer promocional de un documental donde detallará la lucha por mantenerse activa y vigente en estos años bienaventurados de carrera.

Con el viento a favor esperamos muchos años fructíferos en su vida y agradecemos apariciones como esta.

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Príncipe de Cd. Nezahualcóyotl. Partidario de la libertad artística, voy por la vida defiendo a los bulleados musicales aunque no siempre gane. No existe música sin sentido, solo gente sin sentimientos.