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Son 8 años desde que Vernor Winfield McBriare Smith IV, Mac Demarco, conspiró a favor de su talento, y dio paso a una carrera que hasta el día de hoy, ha germinado 4 álbumes y un EP, frutos de la mejor calidad intelectual.

Las nuevas generaciones han impresionado a sus antecesores, superando las expectativas de los antiguos sabios musicales, dejando en degrado muchos de sus argumentos.

El hombre tiene la capacidad de crear mental o materialmente. Desde la antigüedad se ha visto envuelto en situaciones donde estas creaciones dominan al autor. Vernor Wilfield osó tomar los sigilos de su mente para dar luz a Mac Demarco.

Una preparatoria canadiense fue testigo de la innumerable cantidad de veces que Vernor intentó culminar los proyectos que su inconsciente sujetaba. La adolescencia es sinónimo de necedad, bajo el precepto “En muchas ocasiones la clave es insistir” y aprendiendo del error, en el 2008 un nuevo plan transitaba por su cabeza: Idealizar un concepto.

Makeout Videotape fue el primer trabajo en el cual Alex Calder y Jen Clement se añadieron. De este trabajo solo quedan los vestigios y un Ying Yang (2008), que solemnizan la historia del actual músico.

Guardando las lecciones en su diario de experiencias, Vernor continúo en la búsqueda de la perfección. Como si fuera un mago ancestral que busca la fuente del eterno conocimiento, se aventuró en un viaje al Tíbet (alegóricamente hablando), para reforzar su creatividad y su amor por los sonidos inquietantes del new wave.

4 años en la búsqueda dejaron estragos en él. Las bisectrices del péndulo vital, estaban en el lado equivocado. Después de una gira con Japandroids, el barítono quedó sin la aprobación de las disqueras, olvidado a su suerte y sin posibilidades de ingresar a un estudio.

La persistencia, fe y la transmutación mental, son herramientas que nos ayudan a escapar de esos estanques lúgubres que nos aíslan de los objetivos. En el 2012 estas herramientas comenzaron a surgir efecto en el entorno. Cuando 100 puertas se cierran basta una luz de esperanza para seguir adelante, la disquera Capture Tracks dejó una rendija entreabierta, en donde el cantautor cupo sin problemas.

Ese mismo año 2 estaría en los estantes para la inauguración de una nueva era: Mac Demarco.

La balanza no estaba del todo inclinada, pero iba en ascenso. Dos años de pulir la vestidura en bruto, fueron obligatorios. Los resultados son escalofriantemente magistrales. Salad Days (2014) es un monumento al trabajo duro.

A partir de ese momento su pecho expulso un vórtice emociones que tantas veces había reprimido.

Para un simple mortal es inimaginable el poder que tiene el ser humano sobre la materia viva, pero no para el elegido. En el 2015, Mac sintetizo dos joyas de la reina en su carrera: Another One y Some Other Ones.

Gran parte del siguiente año, se dedicó a promocionar los diamantes que había forjado, en múltiples festivales alrededor del globo terráqueo. Al parecer la virtud diseñadora, no conoce el descanso. Este 2017 The Old Dog fue elaborado bajo las bases de la armonía espacial y la cultura expositiva.

Cuando abrimos los ojos por primera no tenemos conciencia de la realidad, ni de cuánto tiempo seremos participes de ella. Lo mismo ocurre cuando tranzamos un camino hacia nuestros objetivos, no pre visualizamos la cantidad de veces que bajaremos del barco para iniciar de nuevo, esos obstáculos solo hacen más interesante y valorable esa realidad.

Solo nos queda rogar con desvelo la llegada del elegido a nuestro país.

 

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Príncipe de Cd. Nezahualcóyotl. Partidario de la libertad artística, voy por la vida defiendo a los bulleados musicales aunque no siempre gane. No existe música sin sentido, solo gente sin sentimientos.