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Al mencionar a Alt-J es meramente natural el pensar en música que está fuera de los parámetros de cualquier otra banda convencional del momento.

alt-jCon solo dos álbumes, Alt-J logró colocarse de inmediato en la élite mundial gracias a su sonido particular que los ha llevado a un status en el que cualquier melómano espere escuchar material nuevo de los ingleses.

Y así, tal como sucedió con This Is All Yours en 2014, luego de su flamante debut An Awesome Wave en 2012, la tercera entrega de Alt-J se esperaba con ansias e impaciencia. Y cómo no luego de aquel primer sencillo encantador 3WW, mismo tema que abre éste nuevo camino de nombre Relaxer en dónde Alt-J desea añadirse y colgarse de lo mejor en este año.

3WW lleva en sus líneas una letra fantástica, envolvente y enternecedora que se acompleta a sí misma con los instrumentos de cuerdas que juguetean suaves entre las voces de Joe Newman y Ellie Rowsell, vocalista de Wolf Alice que colabora en algunas estrofas para juntos terminar con un “I just want to love you in my own lenguaje”. Una poesía de primer sencillo.

La segunda en sumarse al Relaxer, es In Cold Blood. El también segundo sencillo del disco, es también un recordatorio de lo grandioso que puede ser Alt-J cuando sigue aquel camino que se ha construido.

Con In Cold Blood pareciera que el recorrido durante todo el álbum se tornará satisfactorio y sorpresivo con cada canción que fuese apareciendo. Y, si, éste último término sorpresivo se adueña de todo el Relaxer a partir de su segunda canción, pero no para bien, todo lo contrario.

Un espíritu sofocante invade y se apropia del Relaxer a partir de que suena House of the Risin Sun (track que no es ningún cover a la emblemática canción setentera de los legendarios The Animals) y desvanece de a poco aquella luz característica de Alt-J.

El problema cede un tanto con Hit Me Like That Snare y la excentricidad de su lírica. La aparición de una guitarra más rebelde, cencerro y Joe Newman en una interpretación más punk hacen de éste track un buen momento, el último buen momento del álbum, de hecho.

La bella voz de Ellie Rowsell vuelve a aparecer para una última colaboración en Deadcrush, que sin ser una pieza mágica, cumple y funge con su actividad dentro de Relaxer sin pena ni gloria.

Para cuándo empieza Adeline, el tercer y último sencillo de Relaxer, Alt-J se pierde entre su propio intento por seguir manteniendo lo experimental en su sonido. Lo mismo sucede en los casos de las pistas posteriores y/o finales: Last Year y Pleader, mismas que son un total martirio, o que sencillamente se podrían usar para arrullo de cuna y dormir escuchándolas sin prestarles atención.

Relaxer rompe la perfecta racha de Alt-J y sus dos primeros álbumes que sin ningún problema ya son de colección y de adoración para toda la vida.

Relaxer es una estafa para la credibilidad de la banda donde la solidez era su máxima arma para verlos en letras grandes en cualquier festival importante en el mundo.

El tercer disco de Alt-J es la clara muestra de que la magia puede terminar.

“No todo lo que brilla es oro”, como bien parafraseara Bob Esponja en un capítulo de la misma serie animada, una frase que para ser sincero no sé si le pertenezca a algún personaje de verdad importante, pero que se refleja perfecto en éste álbum.

En dónde sus dos primeros sencillos y Heat Me Like That Snare, son los únicos extractos que brillan como el oro, y lo demás, algo que lo podemos desechar por el inodoro de lo malo que está.

 

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Calificación
Explorador galáctico de las órbitas musicales. Vivo en una y mil canciones más.
alt-j-relaxerEl tercer largometraje de Alt-J es la clara muestra de que la magia puede terminar.