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Primal Scream se presentó en El Plaza Condesa ante un lleno casi total. Ofrecieron un setlist sólido y bien estructurado que complació al público y mostraron que en sus más de 30 años de carrera musical aún tienen mucho qué dar.

A las 9:15 de la noche y con un recinto lleno al 80% aproximadamente, Bobby Gillispie y compañía salieron al escenario para comenzar el show. Sin una banda telonera y unas palabras de bienvenida, Primal Scream comenzó su set con Movin’ On Up de su ya clásico y siempre bien querido álbum Screamadelica (1991).

El público en su mayoría adultos, prendas oscuras, discretas, con tranquilidad para escuchar a una banda difícil de catalogar. La música de Primal Scream es multifacética. El rock alternativo y experimental se codea con la electrónica y el techno, aunque de repente les da por crear piezas de trip hop y te envuelve con un acid house.

Esa variedad de estilos es lo que provoca tener una mezcolanza de fans que los ama en una faceta en especial.

La banda fue bien recibida desde el principio. Comenzaron con canciones llenas de rock y conforme avanzó la noche el género se inclinó más a piezas electrónicas, lo cuál convirtió a El Plaza Condesa en una pista de baile.

El setlist fue variado y bien repartido entre su amplia discografía, aunque dieron preferencia a su exitoso álbum Screamadelica y su nuevo material titulado Chaosmosis.

Bobby Gillispie continuamente alentaba al público a moverse, gritar, saltar y aplaudir. Logró subir la energía de los asistentes, quienes se fueron involucrando cada vez más con la música.

Cabe resaltar que Primal Scream es una banda donde han desfilado una larga lista de músicos y la alineación actual cumple perfectamente con la ejecución de sus instrumentos. Cabe destacar a la bajista Simone Butler que, a pesar de mantenerse en segundo plano, mantuvo la atención de varios hombres con sus coquetos contoneos y dulce voz en algunos fragmentos de canciones.

Gillispie agradecía al público de vez en cuando entre canciones y presentaba las siguientes piezas. La última parte del concierto fueron, en su mayoría, canciones más inclinados al dance, lo cual se agradeció por dejar lo mejor y más bailable al final.

Considero que con Swastika Eyes y Loaded se logró el punto cumbre del concierto, donde nosotros como público logramos conectar completamente con la banda y la música. A pesar de contar con un escenario sencillo, con nada más que juegos de luces, definitivamente Primal Scream es una gran banda en toda la extensión de la palabra, con gran influencia de todas las bandas actuales dentro del género.

Hubo un solo encore y regresaron para rematar con tres canciones más. Al final se despidieron rápidamente y nos dejaron satisfechos por el gran concierto que se aventaron.

La gente salió contenta, sabían que acababan de ver un pedazo de historia musical en vivo. Una banda que se ha codeado con los grandes, que en un principio pasó por malas críticas y no se rindieron hasta encontrar el verdadero sonido que estaban buscando. La misma banda que se mantiene en pie a 30 años de haber iniciado y que aún siguen compartiendo su talento con el mundo. Gran concierto.

Setlist

Movin’ On Up
Where the Light Gets In
Jailbird
Accelerator
(Feeling Like a) Demon Again
Shoot Speed/Kill Light
(I’m Gonna) Cry Myself Blind
Higher Than the Sun
Trippin’ on Your Love
100% or Nothing
Swastika Eyes
Loaded
Country Girl
Rocks

Encore

I’m Losing More Than I’ll Ever Have
Kill All Hippies
Come Together

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