En Skeleton Tree, a diferencia de los trabajos anteriores de Nick Cave and The Bad Seeds, Nick Cave nos comparte su faceta más paternal al paso que vive la desesperación de ver a su hijo en coma y después de su partida a tierras desconocidas.
Pasar por la pérdida de un ser querido, sea amigo, familiar o simplemente un conocido muy allegado, es ciertamente una de las experiencias más dolorosas que existen y se puedan sentir.
Cuando se presenta la muerte sobre tus seres más queridos, muchas brechas sentimentales se abren; recuerdos, vivencias, pasiones, expresiones, y un sentimiento que tal vez se explota y se desarrolla más: la inspiración.
Las palabras salen sobrando cuando se pierde a alguien, palabras que salen y navegan en aguas turbias a través de un océano interminable de melancolía; flotan sobre olas inestables, flotan sobre el agua como peces muertos, flotan y nunca se hunden….
La muerte del hijo de Nick Cave fue brutal para el músico, actor y escritor australiano, que después de estar en coma, al fin pereció en paz para nunca volver a despertar.
¿Y cómo no sufrir la muerte de un hijo? Perder algo tan valioso merece dolerse, sufrirse hasta el llanto, pero también merece enaltecerse sobre lo mejor que sabes hacer, en este caso, escribirlo sobre la música.
Y aunque ya todos sabemos de la letras bastantes sad de Nick Cave en cada uno de sus álbumes junto a The Bad Seeds, para éste dieciseisavo álbum de los antes The Birthday Party, de título Skeleton Tree, es aún más notorio ese dolor y angustia que Nick Cave nos quiere transmitir ya que en este álbum no nos topamos con letras con contenido sexual y/o sobre el maravilloso y explícito mundo del amor.
En Skeleton Tree, a diferencia de los trabajos anteriores de Nick Cave and The Bad Seeds, Nick Cave nos comparte su faceta más paternal al paso que vive la desesperación de ver a su hijo en coma y después de su partida a tierras desconocidas.
Skeleton Tree es el asueto de un hijo hacia su padre. Son las palabras que, tal vez, faltaron decir más veces en su presencia; antes de marcharse y dejar soledad a su paso. Una soledad y vacío que pesa como nada comparado.
Durante las ocho canciones de este álbum, nos encontramos con ese característico rock gótico y Post punk sombrío y oscuro, que a su vez se vuelve melodioso y nostálgico gracias a la base de piano que en algunas canciones nos podemos encontrar, un sonido ya tan emblemático de Nick Cave and The Bad Seeds a lo largo de tantos años de carrera.
Skeleton Tree es magistral de principio a fin, pero como todo, tiene algunos tracks que resaltan mas sobre los otros, como Jesus Alone, el tema que da apertura al disco; Magneto, Anthrocene y su jugueteo jazz en la batería, I Need You, la canción que más resalta el pesar y la dedicatoria de Nick Cave hacia su hijo fallecido, y por último, Skeleton Tree, el tema homónimo que da punto final al álbum.
En esta nueva entrega de Nick Cave and The Bad Seeds, nos resaltan una vez más que el sufrimiento y el pesar de cualquier sentimiento también puede ser un arte. Un arte que, inclusive, puede llegar a ser el mejor, escrito con las palabras adecuadas para sufrirlo también. Justo como Nick Cave lo hace.
Porque se sabe bien que es mejor la poesía del dolido, que la poesía del enamorado.
