Publicidad

En estos momentos es cuando debemos de darle la oportunidad a festivales como Carrusel cuando nos gritan: “No tengas miedo a divertirte de forma diferente”.

Por: Alexandra Olán @alexandraolan

Para muchos de nosotros nuestra relación con los festivales ya conocidos es complicada. Esperamos por meses a que anuncien el cartel del Vive Latino o el Corona Capital aunque una parte de nuestra cabeza no deja de repetirnos que el lineup no logrará satisfacer nuestra expectativa en su totalidad.

A pesar de esto sabemos que asistiremos de una forma u otra, y es muy probable que la pasemos bien, pero ¿quién lo diría? Hasta cuando nos divertimos caemos en la monotonía de buscar “lo que ya conocemos”.

En estos momentos es cuando debemos de darle la oportunidad a festivales como Carrusel cuando nos gritan: “No tengas miedo a divertirte de forma diferente”.

La lluvia que caía sobre la Ciudad de México no impidió que la multitud se concentrara esa noche en el Foro Indie Rocks para deleitar sus oídos al ritmo del garaje y punk que ofrecían el Festival Carrusel.

Chamarras de mezclilla y outfits completamente negros eran los dominantes de la noche. Las mesas que se encuentran a la intemperie del foro se llenaron de risas y pláticas amenas de aquellos asistentes que salían a fumar un cigarro ocasionalmente o indagaban entre la mercancía que se encontraba a la venta.

Por dentro, se comienza a escuchar la brutalidad sonora con la que se hacen presentes los chicos de Cardiel cuando la audiencia comienza a incrementarse. El ánimo comienza a subir cuando Ardillas sube al escenario con una enérgica presentación que pone a todos a bailar como si no hubiera un mañana.

Ave Negra logra unir a los espectadores en un ambiente de hermandad perfecto para darle la bienvenida a Surf Curse a altas horas de la noche, cerrando con broche de oro una noche llena de emociones, baile desenfrenado y fiesta.

¿La mejor lección del Festival Carrusel? No hay que temerle a la escena independiente, lo mejor de estos eventos pequeños es que el ambiente no es estático, no está condicionado a un comportamiento o un público específico.

Esa noche el público se encargó de crear un ambiente liviano y amistoso, en el cuál en el pit había más como un abrazo entre compañeros, la cerveza volaba por el aire al igual que los asistentes que eran levantados por los colectivos que se agrupaban con el fin de crear momentos aún más memorables.

Romper la rutina de ver a las mismas bandas de siempre en los mismos eventos es algo que debemos hacer de inmediato, vivimos en una ciudad con una amplísima propuesta musical cambiante todos los días y al aventurarnos a descubrir nuevos horizontes lo peor que puede pasarnos es sorprendernos

¿O no es así?

festival carrusel festival carrusel festival carrusel festival carrusel festival carrusel festival carrusel festival carrusel festival carrusel
festival carrusel festival carrusel festival carrusel festival carrusel festival carrusel

Deja tu comentario: