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La migración sonora ha sido una manera expansiva en que América Latina llega y permanece en Berlín, una ciudad palimpsesto que al mismo tiempo que se transforma en sí misma, transforma a sus habitantes.

Por: Mayra Rojo @MayraRojo3 //  @MAYRA_ROJOG

bongo berlín músicaLa música entonces aparece como espacios de reconocimiento de los diversos caminantes que vienen de México, Colombia, Brasil, Bolivia, Chile, Venezuela pero también de África, España y otros países de habla hispana; se convierte, a mi modo de ver, en una marca que incide en las calles berlinesas. Cuando el sonido, aunque etéreo, busca quedarse más allá del cliché exótico del “Trópico” es porque el caminante se esfuerza en hacer comunidad pese al rigor de la adaptación. Y aun cuando participa de las modas y clichés también busca permanecer en la memoria como un motor de cambio y al mismo tiempo de familiaridad sobre los pasos perdidos del ser migrante.

En el marco de comercialización de identidades del Karveval der Kulturen (13-16 mayo 2016) la “música del mundo” participa de la festividad de la representación de las modas globales mediante la posibilidad de la adquisición y consumo artesanal, gastronómico, de indumentaria y mezcla musical de aquello que se dice y categoriza como diversidad cultural de lo remoto que alguna vez fue salvaje. Las calles se convierten en pasarelas y escenarios de lo lejano de otros continentes, que de una u otra manera, aparecen reconfigurados en una ciudad cuya característica es que está siempre en construcción. Pero más allá de los fenómenos generalizantes de la “tropicalización” —o re- exotización— en Europa, a través de la presencia de migrantes, lo importante es la apertura a la organización de comunidades y experiencias bilaterales latino-alemanas que están abriendo posibilidades de debate, conocimiento y gozo de los saberes y la creatividad de América Latina, es entonces cuando la música se presenta como una práctica de resistencia que busca romper con el modelo que ha construido el pensamiento colonial, mediante prácticas de reapropiación cultural para abrir un código común de comunicación, es ahí donde aparece el hacer de los DJ ́s como una deriva hacia la recodificación, mediante la mezcla, de la experiencia de la música.

bongo berlín músicaY así a dieciocho inviernos de estar en Berlín, Bongo o Hebert Asprilla llegó desde el Pacífico colombiano y se ha convertido en una leyenda como DJ o pinchadiscos en los escenarios y noches berlinesas. Diseñador de profesión en Cali y Bogotá, difusor y divulgador cultural; pero más allá de las disciplinas y virtudes, Bongo es un viajero y coleccionista de sonidos y memorias que se empeña en mezclar, transformar y con ello resistir a los clichés y a los procesos de gentrificación — fenómeno que se está agudizando en Berlín y amerita ser detallado en otro texto—. Su trayectoria a pasado por una carrera de lo individual a la forma colectiva con la fiesta La regla, el seguimiento y reconceptualización del escenario de Latinauta en el marco del Karveval der Kulturen y su grupo Los Negros SoundSystem.

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Su viaje comenzó a finales de los noventa cuando Berlín estaba saliendo del sopor del derrumbe del muro y estaba todo por hacerse.

Bongo: París es la capital del mundo, Barcelona había hecho las olimpiadas, Madrid también era cosmopolita pero Berlín no. En Berlín estaba todo por hacerse, la gente no hablaba inglés, había una escena underground muy potente y muy agresiva. Era el escenario perfecto para quedarse. Pero primero fue el choque cultural emocional y físicamente es muy fuerte, te sometes al rigor de la adaptación y en esa lucha por adaptarme ahí encontré esa comunidad latina y el tema de la música. Que en un comienzo fue de supervivencia y de gusto porque empecé a pinchar en bares. Fue muy linda la historia como empecé. Una vez fui a un sitio que administraba un cubano y la música era tan mala que le dije a él: —yo vengo la próxima semana y traigo mi música, te hago un set de dos horas de salsa y cumbia y si no te gusta no me pagas—. El tipo se quedó como wow, fui puse mi set y me dijo estás contratado y así empezó mi carrera como DJ.

Y después de esa experiencia de la construcción individual llega casi de rigor la necesidad o el azar de lo colectivo.

Bongo: Luego me junté con esta gente, del colectivo La regla, con el que estamos actualmente y fue también otro proceso porque yo tenía mi carrera como DJ en solitario y a mi los colectivos no me gustan, odio los colectivos. Nada como una buena dictadura —ríe—pero lograron convencerme y fue muy interesante porque el escenario de la música latina en Berlín, ustedes se van a sorprender…Si a nivel de gastronomía lo que había era el Tex-mex y los dueños del restaurante mexicano no eran mexicanos eran europeos, entonces ¡¡la gastronomía no existía!! La música latina era un poco eso. Cuando te preguntaban de donde vienes y uno decía de Colombia: “ahhh Ricky Martín, oh que bien guerrilla, cocaína.” Y eso éramos nosotros, decían Colombia y era Pablo Escobar, era un megacliché. Nosotros empezamos con la fiesta de La Regla y fue muy gracioso porque pusimos Molotov, Café Tacuba, Soda Stereo, Charly García, Maldita Vecindad, Carlos Vives… aquí eso era punk. Tú llegabas y ponías Maldita Vecindad y era una fiesta punk. A la fiesta iban latinos y alemanes que habían vivido en Sudamerica era una experiencia que todos necesitábamos y estaba vedada a la gente que vivía aquí, un alemán no tenía acceso a ese mundo.

Era como nuestro guetto por llamarlo de alguna forma. Funcionaba muy bien, eran noches salvajes y nos hicimos relativamente famosos porque luego empezó a destapase esta cosa de Sudamerica y música latina. Se pusieron muy de moda los primeros festivales en Europa, en Alemania a nosotros nos tenían como referencia y cada vez que querían traer una banda nos preguntaban a quién, también hicimos curadurías de eventos y cuando las bandas venían nosotros siempre éramos los DJ ́s. Cuando venía Molotov uno de nosotros siempre pinchaba. El último concierto de Molotov hace como tres años yo fui el DJ, todos canosos y gordos ahí con la tercera generación de fans.

Abrir ese universo fue fantástico, luchar poniendo un pie adelante, ganarse ese espacio en Alemania para la escena latina que ahora funciona bastante bien. Hoy fiestas como La Regla hay como ocho, se hacen festivales de cine latino, los dueños de los restaurantes son latinos, cambió la estructura, es una lucha que está y no se acaba, seguimos siendo extranjeros, cada día menos pero esa lucha continúa y la música es un motor muy fuerte.

bongo berlín músicaFundación y fundadores de La Regla

Bongo: Eso fue muy lindo por el tema de las nacionalidades. Estaba Diego de Buenos Aires que se autodenominaba DJ Maradona, muy modesto como todos los argentinos. Luego teníamos al DJ Speedy que es un chico alemán de 1.85 cm todo rubio de barba y vivió mucho tiempo en el D.F. fue el primero que trajo las rolas de ska y rock. DJHugo13 ese es salvadoreño, entré yo de Colombia y había otro DJ de Centroamérica, con los años llegó el Ingeniero Pacheco, Dany que es de Bolivia. El ambiente era muy lindo, el asunto era absolutamente Panamericano y en la fiesta cada quien tenía su área Diego traía mucho rock argentino, Speedy se encargaba del área México, yo era muy Caribe, de hecho yo era el “cubano”, el público se negaba a identificar que había un negro colombiano. Yo ponía salsa y un poco de cumbia. Con cada área así también íbamos a los openings de las bandas que llegaban y se consolidó el grupo. Todavía somos super amigos aun cuando cada uno tomó su camino, familia, trabajo pero estamos unidos.

De hecho yo los consulto porque me quedé con la marca pero siempre —les dije— es una puerta abierta y ellos entran y salen. Me cuestionan si hay que hacer un cambio en la dirección artística o en la dirección musical, porque con el tema de la fiesta hay que estar super despierto, llegan las modas y mucha gente me dice por qué no haces esto y yo les contesto esta fiesta tiene quince años y he visto pasar cada vez la moda del reggae, la moda de África, la moda del mestizo en Barcelona (Manu Chao…) el mestizaje lo vi pasar, llegó, triunfó y se fue y aquí estoy con la fiesta todavía. Lo digo sin arrogancia, ahora está la cumbia, de hecho el día que te conocí, el día del festival estuve cuatro días oyendo cumbia y el último día la odiaba —ríe—. Me preguntaron qué cuál era mi balance del evento y yo dije que estaba bien pero que espero que los músicos salgan del bache de la cumbia…que la mezclen, hay que mezclarla hay que meterle reggae, rock, ska para que evolucione y no pase como con los otros fenómenos. Hacer parte de la fiesta y liderar el colectivo me gusta porque tengo que estar despierto, estar escuchando Dj ́s y es muy divertido, a veces yo voy a los bares y así es como los encuentro.

bongo berlín músicaCómo es una fiesta de La Regla

Bongo: La Regla ha evolucionado, primero éramos un montón de locos haciendo fiesta que nos emborrachábamos hasta morir y luego tuvo un componente social muy fuerte donde nosotros éramos parte de muchas actividades políticas, teníamos puerta abierta para la gente que quería hacer exposiciones o propaganda para un evento político, creo que eso nos marcó muchísimo y luego…morimos de éxito un poco, empezó a llegar tanta gente que la fiesta perdió el carácter, no podíamos con lo que se nos vino encima, nos comercializamos bastante. Era como el cantante que sale de gira y tiene que tocar todas las noches lo mismo, había canciones que ya no podía más, Café Tacuba no podía oírlo más…”ingrata…” —canta— ¡ya no podía oírlo! Mucha gente joven. Nosotros llegamos al punto en que la gente nos exigió que hiciéramos otra fiesta, se me olvidó decir un dato importante nosotros hacemos la fiesta siempre el primer sábado del mes, desde hace 15 años La regla es el primer sábado del mes, igual si es el primero de enero —hace dos años cayó en primero de enero con—12oC, todo congelado y la gente estuvo, 150 o 200 personas con mucha resaca…

Alguien nos dijo hagan otra fiesta e hicimos la fiesta que llamamos La otra era a la mitad del mes, ese fue como el tope, al final ya estábamos haciendo dos fiestas, era la locura y luego fue hacia abajo, algunos de los chicos se fueron, la gente dejo de ir porque aparecieron más fiestas. Hicimos una pausa como de casi un año, la gente en la calle me preguntaba ¿cuándo cuándo? y hablé con los chicos y les dije si nadie quiere hacerla yo quiero hacerla, pero quiero hacer mi regla y el concepto de mi regla es una cosa pequeñita para 100 personas donde yo quiero escuchar la música que a mi me gusta, invitar los DJ ́s que yo quiero, una cosa más personal y los locos me dijeron es tuya, creemos en ti, confiamos en ti, hazla.

Buscamos un club, encontré a otro chico que era fan de La regla, un hijo de La regla que su sueño era pinchar y luego lo contacté. Empezamos a hacer la fiesta con Paul Welch Guerra empezamos a buscar local y encontramos un local gigante como para 300 personas y la primera fiesta fueron como 80 personas y muy bien, muy linda, segunda fiesta 150 personas que agradable y tercera fiesta 300 personas el desmadre total y nos volvió a pasar lo mismo: se creció el enano y ahora otra vez tenemos el conflicto de la popularidad y está llegando mucho público que no queremos, tenemos un tema con los machos que llegan a molestar a las chicas y La regla siempre fue un sitio divertido donde las chicas y los chicos se la pasaban bien y de pronto el tema de la fama y la popularidad empieza a llegar un montón de gente que tú no conoces y es un desastre, estamos atravesando una fase de preguntarnos si reestructuramos o qué hacemos, hacia donde vamos.

Musicalmente es muy lindo porque es seguir invitando a gente a seguir descubriendo música. En la próxima Regla, uno de los Dj ́s es gallego, el otro Dj es chileno y va a haber un evento en vivo con un músico que se llama João que es de Brasil, eso nos encanta y diferencia de otras fiestas latinas que son temáticas, está la escena de la salsa, la escena de la cumbia y la de nosotros. Hace dos meses había un chico de Sudáfrica que estaba poniendo afrobeat, nosotros somos muy abiertos y no dependemos de que si la gente baila o no baila, pon tu música…

bongo berlín músicaLa estructura de la La regla: música en vivo y DJ ́s

Antes teníamos mucha música en vivo y luego pasamos a un formato de songwriter o compositores y lo que hacíamos era dúos o tríos cosas muy tranquilas. Es convencer al latino de que todo no puede ser pachanga que es un lío porque llega una chica cantando Violeta Parra y dicen no no quiero Violeta Parra, quiero cumbia, no quiero Pablo Milanés quiero cumbia. Desde que hicimos La regla teníamos ese conflicto, ellos me decían hagamos una charla sobre el tema de la política de los partidos de derecha en Sudamerica, entonces conseguíamos un ponente, llegaban diez personas y toda la noche era “oye y cuándo acaba esto”, luego hicimos un ciclo de cine y la gente que entraba decía “oye esto cuando acaba quiero salsa.” Ha sido una lucha y crecer con la ciudad. Vivir el cambio generacional.

bongo berlín músicaEl escenario Latinauta

El Karveval der Kulturen es un evento pagado por el estado es una vez al año, a comienzos del verano, son cuatro días en un área del centro de Berlín con cuatro o cinco tarimas que representan un continente. Latinauta se llamaba Barrio Latino y lo manejaba un chico peruano. Por el tema de La regla me llamaron y nos preguntaron si queríamos retomar el tema, lo primero que hicimos fue cambiarle el nombre y concepto de Barrio Latino a Latinauta. La idea de Diego Silva que planteó la estructura, era sacarlo del entorno del cliché y mostrar más apertura musicalmente, ¿por qué no rock? ¿por qué no música experimental? ¿por qué no folklore?

A comienzos del día tenemos folklore, luego songwriten, luego bandas medio experimentales y a medida que se acerca la noche ya entramos en pachanga, las dos últimas bandas ya son de cumbia, salsa o ska y se van con un Dj de dos horas. El viernes fue Nilo MC que es cubano, el sábado DJ Juan Tropical y el domingo fue DJ Grace Kelly que es de Brasil.

La idea es romper esquemas y suena muy ridículo pero los clichés latinos están muy arraigados en el europeo a pesar de que hay internet y todos los accesos a otras culturas todavía a uno lo ven como el bailarín de salsa o el macho latino…el europeo necesita de una gaveta donde meterte y eso les soluciona a ellos todos los problemas de comunicación.

Los Negros SoundSystem más allá del ser latino

Tengo un proyecto que se llama Los Negros SoundSystem que es un DJ más trompeta en vivo y hacemos una cosa que es electrónico con jazz y latinjazz que es un concepto que va más allá del ser latino, como DJ siempre tengo ese conflicto que la gente siempre va a buscar la fiesta, y me dicen “oye me dijeron que eres colombiano y cuando te subas allá tienes que poner esto esto esto esto” y a mi eso me toca un poco las narices porque si soy latino pero salí de un sitio y voy a ir a un viaje hacia algún lugar. Estoy de viaje aquí y no sé donde me lleva, un viaje también musical. Para mi la música no es un fin o una raíz sino una expresión de cualquier parte del mundo que me interesa como DJ. Es una lucha y puedo decir soy latino pero también te pongo afrobeat.

Cuando estuve en México iba en el auto con una amiga y escuché a Salvador el Negro Ojeda y descubrí el danzón mexicano, descubrí la jarana, fui a noches de folklore con jóvenes que se están dedicando a esto. El acercamiento que yo tenía de México era el mariachi, los clichés…Pancho Villa, los tacos y Speedy González. Me fui y volví cambiadísimo…de eso se trata el viaje en que estamos.bongo berlín música

Hablar con Bongo fue una de las charlas más enriquecedoras y divertidas que he tenido en Berlín porque fue conectar con la experiencia de un palimpsesto vivo, me hizo recordar muchas prácticas traspapeladas por la celeridad y devoración de la tecnología, como escribir una carta, el afecto y efecto prolongado del amor que se ha trastocado por un amor líquido que pese a la belleza del flujo continuo que evoca se ha convertido en la cara del anonimato permanente. En ese sentido, la práctica de mezclar sonidos, ritmos y culturas hace del DJ, un cocinero que pacientemente espera la cocción lenta y deleitable de su platillo que será entregado a los comensales  como una alternativa a la homogeneidad y generalización de la fast food del cliché latinoamericano.

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