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Capitán América: Civil War, las expectativas en cuanto a este proyecto cinematográfico eran muy altas, tomando en cuenta que es una de las historias mejor escritas y más interesantes dentro del universo del cómic, específicamente en la galaxia Marvel.

Sin embargo, si algo nos han enseñado las adaptaciones cinematográficas de algún libro u alguna otra obra, es que dichas expectativas terminan por ser aplastadas y hay que adaptarse a los que hay. Y esta no es la excepción.

Dejando a un lado el cómic del cual está basada, la película desde el inicio nos vende muy bien una historia interesante, en la cual estos súper héroes que todo lo pueden, también tienen consecuencias por sus actos de destrucción y son juzgados por civiles, quienes han sido afectados cuales hormigas en las pasadas batallas de estos titanes sobre humanos. Es aquí donde surgen dos bandos, el de Iron Man que acepta responsabilidades y se ponen al servicio del gobierno y el de el Capitán America, quien no quiere depender de nadie para actuar y salvar a la gente cuando sea necesario.

A esta atractiva premisa, hay que sumarle los bandos que son formados por varios súper héroes que ya conocíamos más la inclusión de Black Panther y Spider Man, quienes contribuyen a la épica batalla, dándonos la que probablemente sea una de las mejores (si no es que la mejor) secuencia de acción de todo el verano; estoy hablando de esa secuencia en el aeropuerto, donde los hermanos Russo (directores de la cinta), junto con sus guionistas, dotan de precisión y protagonismo a cada uno de los héroes, sin perder la emoción de la batalla. ¿Fantástico, no? Pues casi…

Toda esa espectacularidad sumada al interesante conflicto de la cinta, se viene abajo una vez pasada la excitación del éxtasis geek que provoca esta secuencia. En pocas palabras, al mago se le cayó el truco.

Si tú que lees esto ya viste la película, imagina que esa secuencia del aeropuerto no existe en el filme… ¿qué nos queda? Probablemente pienses que hay más cosas interesantes en la cinta. Bueno, te invito a verla otra vez.

Resulta que el famoso conflicto que hace tan épica a Civil War y por la que muchos alaban a sus guionistas, no es más que una pelea de brothers, de esas que tienes con tus mejores amigos y que se resuelve en una borrachera. Iron Man y el Capitán América luchan por sus ideales, los cuales cambian a la mitad de la película (Iron Man engaña al gobierno y El Capitán se le olvida que luchaba contra el acuerdo gubernamental y ya nada mas quiere proteger a su brother Bucky), convirtiendo la gran CIVIL WAR en una especie de divorcio en la que literal, se pelean por que uno de los dos no quiere firmar, e incluso, si se le quiere rascar un poco más, se vuelve un extraño triángulo de bromance entre Iron Man, Capitán América y Bucky.

Pero ahí no acaba la cosa. Si se analiza Capitán América: Civil War, se llegan a dos pensamientos: el primero, es que te quieres comprar un Audi (gracias a un descarado product placement) y en segundo lugar, que acabas de ser estafado, pues los nuevos personajes nada más salen para hacer publicidad de sus nuevas películas que están por venir y no tienen mayor repercusión en la trama; en otras palabras, los sacan para hacer promoción en una escena y luego los guardan para que te quedes picado y gastes más dinero en las futuras cintas. ¿Es valido eso?, ¡claro!, pero entonces, ¿dónde quedaron los bandos de la famosa Civil War y el extraordinario conflicto?

Sin meter al cómic en esto (del cual tampoco sé mucho, sólo que es mucho mejor que esta película), Capitán América: Civil War es una película como cualquier otra de Marvel, que luce por un factor fundamental que se les había olvidado poner en sus filmes anteriores, sobre todo en las de Avengers: la emoción. Eso es lo que hace parecer a esta cinta como la mejor de todas las películas de su tipo, sin embargo no es más que un hábil engaño que disfraza a una historia muy débil, con motivaciones muy absurdas (¿en serio Tony Stark nunca investigó lo de sus padres, después de tantas películas? y después de la chinga que le puso, ¿el Capitán América le manda una cartita de amor a Tony para que sepa que siempre estará ahí? ¿en serio?) y un villano deprimido al cual parece que sólo necesitaba un abrazo.

Además, cuando parece que el brillante villano Helmut Zemo (Daniel Brül) parece haber llegado al clímax de su plan y está por liberar a los Winter Soldiers para que le acomoden una madrisa a los Avengers, resulta que no, sólo los quería matar para que nadie los pudiera revivir (¿no se supone que por eso estaban escondidos?).

Aún con todo esto, Capitán América: Civil War es la película más entretenida y excitante del universo Disney/Marvel hasta ahora (lo cual tampoco es mucho decir, pues no se necesitaba mucho para superar a sus antecesoras), por lo que tengan la seguridad de que, aunque saldrán estafados del cine, pero eso si, contentos y emocionados.

 

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