Está por comenzar la onceava edición de la Gira de Documentales Ambulante 2016, que además de estar en la CDMX, recorrerá 8 estados de la República Mexicana.
Ambulante es ya el espacio más importante para el documental, tanto nacional como internacional y uno de los festivales de cine más importantes del país.
Desde su primera edición Ambulante ha ido creciendo y ahora presenta una muestra conformada por más de 100 documentales que recorren más de 150 sedes distribuidas en varios estados de México, con la gran ventaja de que el 60% de su programación es gratuita.
Habrá que agregar a las virtudes del festival, el hecho de lograr popularizar y hacer más accesible un género tan difícil de adoptar para el público en general como lo es el documental.
Como en Bizarro queremos que disfrutes de este gran festival Ambulante, seas experto o no, te recomendamos cinco documentales que consideramos imperdibles en la edición de este año:
Corazón de perro
Este documental de Laurie Anderson, ha viajado por festivales de cine como los de San Sebastián y Venecia. Este filme de 76 minutos se desliza a través de la poesía y la filosofía, con un diario íntimo que revive diversos elementos de la artista, entre ellos la de su perra Lolabelle. Explora el poder de la memoria, la música, las dificultades y la convivencia con la muerte. Pequeñas historias, como el accidente que sufrió a temprana edad y que la dejó paralítica varios años, Anderson comenzó este proyecto con algunos relatos acerca de perros que se volvieron este interesante y entrañable documental.
El hombre que vio demasiado
Dirigido por el documentalista Trisha Ziff, rinde homenaje a una de las miradas más influyentes del fotoperiodismo mexicano: Enrique Metinides. Metindes es reconocido como el creador de la foto sensacionalista (fotos de asesinatos, accidentes, etc.) pero con un estilo muy refinado e incluso artística.
El documental recupera su obra fotoperiodística, además de crear un retrato íntimo del hómbre detrás de la cámara, desnudando sus miedos, su motivación y analizando la supuesta pérdida de sensibilidad que reporteros de la lente, dicen ir perdiendo a traves de los años, como consecuencia de la sobre exposición a eventos trágicos, a los cuales deben acudir por cumplir su deber.
Junun
El estupendo cineasta contemporáneo Paul Thomas Anderson (Magnolia, There will be blood, Boogie Nights) acompañó a su gran amigo y colaborador Johnny Greenwood (guitarrista de la banda Radiohead) en un viaje a la India, donde grabó un disco con fusiones de música rock, electrónica e hindú. El resultado de esta mezcla cultural y el proceso de producción de este inusual pero estupendo disco, está documentado con un enorme y potente discurso cinematográfico, gracias a la cámara de P.T. Anderson, quien a través de elaborados encuadres, rítmico montaje y hasta el uso de drones para captar la inmensidad de los paisajes de la Indiaa, te hace sentir la música y formar parte del grupo de músicos que conversan entre si a través de sus instrumentos y con el lenguaje universal de la música.
Lo and Behold: ensueños de un mundo conectado
Después de travesías memorables por algunos de los territorios naturales más salvajes del mundo, el gran cineasta Werner Herzog (aclamado por sus excelentes documentales) ahora examina la última gran frontera inexplorada del siglo XXI: internet.
Aunque estructurada en nueve capítulos de entrevistas en su mayoría directas y frontales, Lo and Behold: ensueños de un mundo conectado presenta una visión del internet amplia y discursiva, y sus implicaciones sociales.
Herzog condimenta la película con sus típicas observaciones secas y cómicas, así como con cuestionamientos filosóficos: en la era de la inteligencia artificial avanzada, ¿puede la internet soñar consigo misma? ¿Podrán las máquinas enamorarse?
Al final, lo que le interesa a Herzog no es el concepto de internet; sino, como en su películas anteriores, lo que nos hace humanos.
La mujer sin cabeza
Producido por el cineasta español Pedro Almodóvar, este crudo pero interesante documental narra la historia de Vero, quien un día al manejar distraída, atropella algo. Como no se detiene a ver qué pasó, no sabe si lo que atropelló fue un animal o una persona. Agobiada por el accidente, días después decide contarle a su esposo que atropelló a alguien en la carretera. Juntos comienzan a investigar si se reportó algún accidente por la zona e incluso inspeccionan el lugar, donde no encuentran más que un perro muerto. La breve calma se rompe cuando la noticia de un hallazgo macabro sale a la luz.
La tormenta de la culpa, de la responsabilidad e incluso el cuestionamiento de la existencia se encuentran presentes en este duro pero emotivo filme.
