Después de 3 años de su último trabajo, Fangoria revive el romanticismo moderno y la frialdad robótica con Canciones para robots románticos.
Es un gusto para mi (y para muchos) que uno de los dúos electrónicos icónicos de la década pasada revivan con un trabajo que quizás este superando a sus discos anteriores, y no lo hagan como la mayoría de los proyectos ausentes, los cuales regresan con un trabajo mediocre dejando toda la responsabilidad creativa a los ritmos que son tendencia en la actualidad.
Este nuevo trabajo de Fangoria es uno de los mejores líricamente hablando, tocando las metáforas del amor, pero sobreponiendo la honestidad y la cruel realidad de este dando el perfil de la frialdad sentimental de las máquinas. ¿Los robots son capaces de sentir nostalgia?
El primer track nos hace pensar en un álbum donde el sonido pop domina, baladas electrónicas suaves con no muchos beats para aumentar el tempo. Disco Sally es la encargada de dar la bienvenida, una canción en forma de homenaje a Sally Lipman, una mujer de más de 80 años que iba todas las noches a Studio 54 a bailar y en esa pista de baile murió de un infarto.
Por suerte, el disco no continua de este forma tranquila y nostálgica, pues durante todos los tracks, Fangoria revive (literalmente) los sonidos del Studio 54, pasando desde el HiNRG, el Italo disco, Synthpop y el Futurepop.
Fangoria regresa a México 2024 con su nuevo EP “Ex Profeso”
Tengo que decir que el disco esta producido por La Casa Azul, Guille Milkyway y Jon Klein, los cuales inevitablemente dejan su pérfil sónoro muy marcado en cada una de las partes de este disco.
La primera mitad, la cual esta producida por Guille Milkyway, es francamente buena, el clímax del disco, pero tras el entusiasmo inicial, su segunda parte, de la que se encarga Jon Klein, decae un poco sobre la originalidad y rompe un poco con ese binomio de lírica, ritmo y melancolía. Y es que es en las seis primeras canciones se produce una perfecta fusión de estos dos universos, el de Fangoria y el de La Casa Azul, que da lugar a un ramillete de canciones que se elevan por encima de sus posibilidades y consiguen eso que tan bien saben hacer Pet Shop Boys: equilibrar hedonismo bailable y melancolía.
Podría decir que es un disco de remixes de los temas originales, pues como mencione al principio, recorren cada uno de los ritmos que gobernaban las pistas de baile a inicios de 1990, pero da la peculiaridad que estos son los temas originales, y espectacular mente los beats no se ven tan forzados a una especie de techno para hacer obligatorio el baile y la reproducción en las torna-mesas, están al tempo indicado, donde los beats resaltan sin atosigar, los bpm ajustadísimos donde en todos estos temas se agradece que estos mismos se adecuen al ritmo natural de las canciones, sin acelerarlas innecesariamente.
Manual de decoración para personas abandonadas, es el mayor track de este disco (a mi parecer) pues desde ese intro muy al estilo de Daft Punk, es una canción donde el trance sintético y los beat downs encajan a la perfección con la tonalidad de la voz de Alaska.
Por su parte, la segunda mitad de este disco, encargado a Jon Klein es un poco más floja, pero sin embargo es más oscura (musicalmente hablando) que la parte anterior. donde el bpm suena más al estilo del house, pero con sintetizadores que parecieran darían intro a una explosión de industrial, la cual nunca llega.
Mentiras de folletín nos sonó un poco a homenaje para Bowie, track que podría decir salva a esta segunda mitad del disco, pero no del todo.
El track más oscuro y raro de Canciones para robots románticos sin duda es Delirios de un androide cardado, es como combinar las guitarras pseudo metaleras de Marilyn Manson y alguna de las piezas de Danny Elfman, canción en donde la letra deja mucho que desear, pues después de escuchar el resto del disco, esta se limita solo a terminaciones de rimas consonantes.
¿Estamos ante el mejor álbum de Fangoria? Podría decir que si, pues es un nuevo recorrido a todo el legado que han dejado tras toda su carrera musical, nos recuerda a los hits y singles pasados pero no repitiendo del todo en el viejo sonido, o centrar el disco a solo una variación de electro pop. Es un disco comercial, pero Fangoria nunca renuncia a la calidad. Puede que algunos temas no me han resultado 100% redondos por alguna razón, pero la sensación general del disco es muy positiva.