Publicidad

“My name is Bond, James Bond” es una frase única, recitada muchas veces en el cine, pero muy pocas con la fuerza que su significado requiere: la de un ícono del cine. Luego de rozar el cliché (uno muy elegante por cierto), esta frase adquirió un nuevo poder en este rejuvenecimiento de la saga. Aquí algo sobre Spectre.

Skyfall dejó un cúmulo de emociones tras la explosiva historia llena de vísceras, pasiones con giros inesperados, a lo que se veía complicado que Spectre siquiera alcanzara el nivel de su antecesora inmediata; sin embargo sorpresivamente, los guionistas de Spectre ni siquiera lo intentan por que esta es una película distinta.

Spectre es el recuento de los daños de las 3 entregas anteriores Casino Royale, Quantum y Skyfall, una historia que se desarrolla a través de los escombros del pasado y donde James Bond “camina entre los muertos”. Esto lleva a la historia a volverse menos explosiva y más calma, fría como cualquier otra zona de guerra.

La escandalosa y tan esperada interpretación del Día de muertos filmada en la Ciudad de México, llega en forma de un estupendo plano secuencia que muestra un desfile con evidente desproporción de dicha celebración, pero con la esencia de lo que festejamos en dichas fechas: el culto a la muerte. Esta presentación con todo y “La llorona” de fondo, es impresionante y se torna espectacular con su primer secuencia de acción en la que involucran una pelea dentro de un helicóptero sobre volando el Zócalo de la ciudad.

Y esto se pone mejor: ¡reaparece el Gunbarrel!, otra marca registrada del universo Bond, en la que el agente camina siendo apuntado por una pistola, a lo que este responde con un rápido disparo que provoca derramar sangre en la pantalla. Ver eso, querido lector, es una de las experiencias en el cine que TODOS deberíamos vivir, al menos una vez en la vida.

Sin embargo el encanto dura poco, pues comienza la secuencia de créditos y con ella Writing’s On The Wall de Sam Smith, quien parece advertirnos que la película será como su canción: somnífera.

¿Cuál es mi problema con Spectre?, primordialmente que se trata de un dardo tranquilizante para el fan de Bond y un sedante para el que no lo es. Me parece muy interesante la premisa alrededor de la muerte de personajes pasados y sucesos anteriores del entorno del 007, sin embargo me resultó no más que una excusa para justificar todo lo hecho en este rejuvenecimiento del agente y así cerrar esta etapa para dar pie a una nueva. Piénsenlo: ¿muerte, villanos del pasado y hasta una secuencia explícita con fotos de personajes caídos?.

Otro tema que tengo con esta revisión que se ha hecho de James Bond es el capricho por descubrir el lado humano de James, bajo esta moda (arma de dos filos) en la que se busca desmitificar al personaje y volverlo “de carne y hueso”. Para mi, James Bond es un personaje plano, de dos dimensiones y de esas raras excepciones en la que en eso radica su encanto. Aún así, con Casino Royale y Skyfall la exploración del 007 me pareció sorpresiva y muy interesante, dotándolo de puntos débiles que nunca antes el caballero londinense había tenido. Sin embargo en Spectre, esa exploración ya no da para más y se quiere escarbar donde ya no hay nada que encontrar.

Hay poca acción y nada espectacular, pero eso es justificable por el tono fúnebre y frío con el que se aborda la historia. Lo que NO se justifica es la ausencia de pasión por parte del arquetipo de seductor que representa James Bond quien ha quedado tan humano que perdió todo su encanto: sus encuentros pasionales con las chicas Bond son fríos, su caballerosidad se descuida (fíjense cuando entran a la guarida del villano, él pasa primero que su dama) y hasta cambia su Martini “shaken not stirred” por un “Martini dirty”. Les puede parecer superficial e intrascendente, pero el seguidor del 007 comprenderá que esas son marcas intocables del personaje, que digo personaje, del ícono de la cultura pop.

En conclusión, Spectre dejará frío a mas de uno que no tenga apego al universo de Ian Fleming, e insatisfechos a varios fans de Bond, pero sin duda es un cierre decoroso a esta nueva etapa del agente 007, misma que estará por sufrir otro cambio que esperamos sea para bien del personaje y sobre todo, del ícono del cine.

¿A ti te gustó Spectre?

Deja tu comentario: