La primera impresión es lo que cuenta, o al menos eso dice la historia de nuestras vidas, el juicio inmediato tiene un impacto fundamental en las cosas y las percepciones, puede fácilmente engrandecer al más bajo o destruir en picada al más fuerte.
Decidí realizar un experimento con un disco rojo que llegó a mis manos, A Raw Youth de los compadres tapatíos de Le Butcherettes. La dinámica consiste en ponerlo en el reproductor sólo una vez y atreverme a escribir sobre él, sin mayor análisis ni sumergimiento de oídos en su sonido. La cosa es que aunque parezca malo e irresponsable mi actuar, la mayoría de las veces así se comporta la sociedad en la que vivimos, sólo se tiene una oportunidad, una palabra, una primera impresión para llenar el ojo y el alma del otro. Elegí a esta banda pues siempre se han caracterizado por no necesitar la aprobación exterior, tienden a seguir una línea de rebeldía extrovertida, locura familiarizada con talento que, si has tenido la oportunidad de verlos en vivo, estarás de acuerdo que la experiencia vale la pena y se agradece el derroche de energía.
Me encontré con potencia, decibeles y muchos cuestionamientos a lo que significa hoy ser un jovenzuelo. Como era de esperarse abren el álbum de manera fuerte, con una pieza de nivel que se hace llamar Shave The Pride y que se coloca de inmediato en el concepto del grupo, guitarrazos, estruendos y la voz muy particular de Teri Gender Bender. Me agradó ver que respetan su garage-punk como sonido principal y que tienen una ola de buenas melodías e ideas a lo largo de todo el material.
El disco cuenta historias y situaciones juveniles, es sin duda un viaje especial y bastante digerible, las rolas caen bien desde el inicio y es fácil dejar que corra por nuestra mente. Le Butcherettes tiene un sonido indeciso entre lo nacional y lo extranjero, sinceramente más allá que pa acá, sólo hay que ver que fue realizado en California y producido por Omar Rodríguez López, viejo lobo de mar con The Mars Volta. Aún así queda perfecto con la situación y la osadía que siempre ha caracterizado a esta etapa de la vida, aunque tergiversada actualmente y llena de vertientes que el disco se encarga de reflejar muy bien.
A lo largo de su trayectoria se han sabido ganar el respeto de su público y del medio, tanto así que en esta entrega colabora el mismísimo Iggy Pop en la única canción en español que encontraremos y que lleva el título de “La Uva”, es una balada oscura y con un diálogo a dos voces bastante raro, personalmente no fue mi favorita pero dejaré que su juicio tenga la razón. John Frusciante (Red Hot Chilli Peppers) también se hace presente en el outro del disco “My Half”, una participación adecuada para cerrar este capítulo.
A Raw Youth tiene muchas canciones pegajosas musicalmente y pensantes líricamente, se nota la dedicación que le pusieron al hacerlo y la primera impresión que da es sencillamente estupenda, quedan ganas de volverlo a escuchar y de darle oportunidad a eso que dejamos ir estúpidamente sólo por no pasar la primera prueba.