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En el marco de su gira Rock of Ages Tour 2012, dos de las bandas más importantes de los 80’s, pisaron tierras mexicanas para el deleite de todos sus fans. 

El pasado sábado 8 de septiembre la Arena Ciudad de México se convirtió en el epicentro de una magna fiesta en donde miles de fanáticos, unos más metaleros, así como unos mayores que otros se dieron cita entre chamarras de cuero, tatuajes, crepe, pelo largo y mucha cerveza.

Exactamente a las 8:06 pm Poison, la banda liderada por Bret Michaels saltó al escenario con toda la energía que los caracteriza para iniciar su espectáculo con Look What the Cat Dragged In, canción que le da título a su primer disco, causando gritos y coros por todos los asistentes, el concierto siguió con Ride the Wind y Your Mama Don’t Dance, con la cual la comunión entre el público y la banda fue absoluta, después de esta canción y con los ánimos al tope, la banda fue saliendo del escenario con excepción de C.C DeVille, quien demostró el absoluto dominio en su instrumento regalándonos varios solos de guitarra bastante elaborados y que sin duda emocionaron a más de uno.

Fallen Angel fue la canción con la que siguieron su espectáculo, la cual junto con Unskinny Bop termino por conquistar al público, justo al terminar esta canción, Bret dejo el escenario para darle paso al baterista Rikki Rocket y el bajista Bobby Dall quienes junto con C.C DeVille interpretaron Moby Dick de Led Zeppelin la cual terminó acompañada de un solo de batería por parte de Rocket, con la emoción a todo, llego la canción que todo el mundo esperaba y quizás la más conocida de Poison, la power ballad por excelencia Every Rose Has Its Thorn, provocando un coro masivo de miles de personas, acompañados con encendedores y pantallas de celulares, logrando así uno de los momentos más emotivos de la noche, pero la fiesta apenas iba comenzando cuando Bret Michaels presentó Talk Dirty to Me, la cual arrancó miles de gritos y aplausos para terminar con el himno fiestero de la banda, Nothin But a Good Time, la cual fue coreada y celebrada por todos los asistentes, a pesar de que el sonido fue bastante malo y que la (enorme) pantalla del recinto solo fue utilizada para mostrar el logo de la banda, Poison dio un muy buen concierto, prendió a la gente y por supuesto, nos dejó esperando el plato principal de la noche.

Minutos antes de las 9:30, en la ya mencionada pantalla de la Arena apareció un cronómetro contando 5 minutos hacia el cero, mientras retumbaba en el sonido local de la arena Won’t Get Fooled Again de The Who, el público coreo 5, 4, 3, 2, 1… ¡0! Luces apagadas y Def Leppard sale al escenario interpretando Undefeated de su último disco Mirrorball, provocando que el lugar explotara en gritos y aplausos que no pararon durante todo el concierto, le siguieron Rocket, Let It Go y Foolin’ la cual fue coreada por los miles de asistentes, el grupo continuó tocando todos sus éxitos como Make Love Like a Man, Animal, Love Bites hasta llegar a uno de los temas más exitosos de los británicos, Let’s Get Rocked, para dar paso a uno de los mejores momentos de la noche, un medley acústico que comenzó con Joe Elliot solo en escena con su guitarra acústica cantando You Can’t Always Get What You Want de The Rolling Stones hasta que gradualmente se van sumando el resto de los integrantes con sus instrumentos acústicos, el bajista Rick Savage, los guitarristas Phil Collen, Vivian Campbell y por último el baterista Rick Allen quien se llevó una enorme ovación por parte del público, en este medley tocaron partes de canciones como Where Does Love Go When It Dies, When Love and Hate Collide, Have You Ever Needed Someone So Bad, para finalizar con un karaoke masivo durante el coro de Two Steps Behind .

A partir de este momento y justo cuando el público estaba mucho más entregado, la banda comenzó a tocar sus mejores éxitos como Bringin on the Heartbreak e Hysteria, ocasión que aprovechó Joe Elliot para presentar a la banda, sin duda el momento más emotivo de la noche fue cuando el público le dio una ovación muy cálida y merecida a Rick Allen, cosa que lo emocionó tanto hasta casi llegar a las lagrimas, sin embargo la banda aún tenia algunos éxitos para dar, Armageddon It en la cual Elliot subió al escenario a un niño de unos 3 años a cantar el coro con él, y para sorpresa del propio Elliot y del todo el público lo hizo, arrancando aplausos de todos y cada uno de los asistentes, para finalizar sonaron Photograph y Pour Some Sugar on Me, dos de sus éxitos más grandes, las cuales provocaron además de coros masivos, gritos, aplausos, bailes y brincos de más de uno.

El tradicional encoré trajo a Def Leppard una vez más a escena para interpretar la canción que da título a esta gira, Rock of Ages, la cual una vez más fue gritada, aplaudida y muy agradecida por todos los fans.

En su regreso a México Def Leppard cumplió y dio un gran show, demostraron que todos son grandes músicos y que con tantos años de experiencia saben llevar un show con tantos asistentes, en particular Joe Elliot estaba muy emocionado y sorprendido por toda la cantidad de gente en el recinto, en medio de los aplausos la banda finalizó y se despidió agradeciendo al público y pidiendo que “Si nosotros no olvidamos a la banda, ellos no nos olvidaran”, en casi dos horas de conciertos Def Leppard dio un repaso a todos sus éxitos y demostraron porque son una de las bandas históricas en el rock.

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