Con una noche sensacional, Los Látigos celebran 20 años del ‘Hombre’ en el Lunario.
Por: Octavio Jiménez
Han pasado ya dos décadas desde que en la radio sonaban temas como ‘¿Cuál es tu Rock?’ o ‘Luces Sensacional’, que marcaron a una generación y para celebrar aquel mítico álbum ‘Hombre’, este 8 de noviembre se presentaron Los Látigos en el Lunario del Auditorio Nacional, donde nos trajeron los temas más importantes de este disco así como de su discografía, por supuesto con la energía hipnótica que los caracteriza.
La fecha estaba lista, 8 de noviembre, la banda argentina liderada por Marcelo Zeoli y Gonzalo Campos nos preparaban un viaje en el tiempo a mediados de la década del 2000, un momento donde surgían bandas que cambiaban los estándares del rock, entre estas nuevas propuestas surgían Los Látigos, que rápidamente cautivaron al público mexicano con su mezcla de rock pop e indie.
Pasadas las 8 de la noche, finalmente tenemos a Los Látigos en el Lunario e inician su presentación con el tema ‘Un Amor Toda la Vida’, con el que empieza un espiral de música, bailes frenéticos y mucha nostalgia, para posteriormente pasar con ‘El Peligro de la Honestidad’ y más temas, no solo de este álbum, sino de toda la discografía de la banda.
Si bien esta noche era enteramente para Los Látigos, sí hubo una invitada al escenario, Chachi, quien se subió para interpretar ‘No Me Compares’ junto a Marcelo, logrando un momento muy íntimo y emotivo.
A pesar de contar con un público relativamente pequeño, se entregaron completamente a la banda argentina y no dejaron de corear canciones icónicas como ‘Desleal’, ‘Sé que me Ama, Aunque no Tengo Comprobantes’, entre otras, siempre una canción tras otra sin hacer demasiadas pausas.
Lo que muchos esperaban por fin llegó ‘¿Cuál es tu Rock?’ finalmente comenzó a sonar y la euforia creció todavía más, aunque parecía vaticinar que el show comenzaba a terminar, para posteriormente sonar otras canciones como ‘Nocturno’, ‘Un Interruptor’ y ‘Desleal’ para dar pie a ‘Luces Sensacional’, lo que desató los gritos desde los primero acordes.
Con una emoción más que evidente, Marcelo cantó este himno de la banda en compañía del público, sin dejar de lado sus frenéticos pasos en el escenario, e incluso abrazando y tirando al suelo a Gonzalo en esta euforia total, por supuesto sin dejar de cantar y tocar, respectivamente.
Al terminar esta canción sólo regresaron para cantar ‘Úsame y Tírame’, así como para tomarse la foto con el público, quienes se quedaron más que satisfechos a pesar de ser una presentación corta.
Con los ánimos a tope, el público comenzó a pedir más, y algunos ya incluso coreaban los nombres de quienes conforman esta gran banda, como si con eso pudieran conjurar un encore inesperado. Y es que el ambiente en el Lunario se sentía como una mezcla de fiesta y reencuentro escolar de fans que habían esperado dos décadas para volver a ver a sus ídolos. Entre risas, gritos y algún que otro “¡Te amoooo!”, el público mantuvo la intensidad hasta el último segundo. Al finalizar, Los Látigos se despidieron con una foto en la que cada rostro reflejaba la alegría y el sudor de un espectáculo que, aunque corto, dejó una gran huella en todos los presentes.
Mientras el público comenzaba a dispersarse, algunos fans intercambiaban anécdotas de sus primeros conciertos, recordando cómo conocieron la música de Los Látigos. Entre susurros y risas, había un consenso general: aquella noche, el Lunario fue mucho más que un recinto de conciertos; se convirtió en una especie de cápsula del tiempo donde cada canción, cada acorde, fue un viaje al pasado. Los Látigos no solo demostraron que su música sigue viva, sino que dejaron a todos con el deseo ardiente de una próxima visita… porque si algo quedó claro es que la “latigomanía” sigue más viva que nunca.
Con toda la nostalgia 2 milera y energía se vivió esta presentación de Los Látigos en el Lunario del Auditorio Nacional, quienes demostraron que sigue vigente su música y con un público fiel y ¿por qué no? esperamos volverlos a ver muy pronto.