El festival comenzó con fuerza, y los primeros en encender los ánimos del público fueron los mexicanos Géminis No, quienes con su estilo rockero lograron cautivar en el escenario Bacardi. La banda, liderada por Andrés Sahagún, ofreció una actuación sólida que dejó en claro que son una propuesta emergente a seguir de cerca. Al mismo tiempo, el escenario Pulso fue testigo del talento de YADAM, el venezolano que llevó su electropop vibrante a los primeros asistentes. Ambos actos fueron una muestra de la diversidad del festival, y dejaron al público ansioso por lo que vendría.
El talento femenino tuvo un espacio especial en las primeras horas del festival con las presentaciones de Renee y Yoss Bones. Ambas artistas trajeron consigo una energía contagiosa, haciendo que los primeros en llegar al festival se sintieran parte de un espectáculo único. Renee, con su estilo pop lleno de frescura, y Yoss Bones, con sus ritmos urbanos y su potente voz, demostraron por qué están marcando tendencia en la escena musical actual.
A medida que la tarde avanzaba, el escenario Vivir es Increíble se llenó de color y fiesta con la presentación del colombiano Esteman. Con un espectáculo vibrante y lleno de sus éxitos más conocidos, logró hacer bailar y cantar a todos los presentes. Su conexión con el público fue evidente, demostrando por qué es un habitual en los festivales más importantes de América Latina.
Mientras tanto, en el escenario principal, Little Jesus tomó el relevo con su rock alternativo, transportando al público a través de sus canciones llenas de energía y letras memorables. Además de sus clásicos, la banda sorprendió a los asistentes al presentar temas de su nuevo álbum El Show Debe Continuar, lo que hizo que su presentación fuera aún más especial. En otro espacio, los seguidores del post-punk disfrutaron de una de las últimas presentaciones de Columpio Asesino en México, regalando una actuación nostálgica que conectó profundamente con los asistentes.
Entre la euforia de los ritmos acelerados, el festival brindó un momento de pausa y emotividad con la presentación de Silvana Estrada. La cantautora veracruzana, con su virtuosa voz y letras profundas, logró captar la atención de todos los presentes. Su show, único en ese horario, ofreció una experiencia íntima y conmovedora, permitiendo que el público se tomara un respiro y disfrutara de una conexión más personal con su música. Muchos asistentes aprovecharon el momento para recargar energías en la zona de food trucks, mientras la voz de Silvana resonaba a lo largo del Autódromo, creando un ambiente mágico.
Con la llegada de la noche, la luna de octubre iluminó los escenarios y añadió un toque especial a las presentaciones. En el escenario principal, Camilo Séptimo hizo vibrar al público con su electropop y un show visual espectacular. Luces, pantallas y saltos acompañaron cada una de sus canciones, convirtiendo su actuación en una experiencia sensorial que mantuvo al público completamente cautivado.
Simultáneamente, en un ambiente más íntimo, Jesse Báez trajo su estilo urbano al escenario Pulso, ofreciendo una actuación relajada pero llena de sorpresas. Uno de los momentos más comentados fue su interpretación de Desvelado, un cover inesperado que conectó incluso con aquellos que no suelen escuchar música regional. La mezcla de géneros y su propuesta única lograron que su presentación fuera uno de los highlights de la noche para quienes buscaban algo diferente.
El pop alcanzó su máxima expresión con la esperada presentación de Belanova. Siendo uno de los actos más ansiados del festival, la banda mexicana llenó el escenario principal con su característico sonido pop y su inigualable energía. Canciones como Rosa Pastel y Por Ti desataron una ola de nostalgia que unió a todos los presentes, quienes no dejaron de bailar y cantar a lo largo de su presentación. El espectáculo visual, lleno de luces y efectos, acompañó perfectamente su setlist, haciendo que el momento fuera uno de los más memorables de la noche.
Para mantener la energía al máximo, el festival ofreció dos actuaciones llenas de ritmo y fuerza: Sabino y Pericos. En el escenario Bacardi, Sabino deleitó a sus seguidores con su “rebelde del pop”, haciendo que la multitud coreara cada uno de sus temas mientras los fuegos artificiales iluminaban el cielo al final de su actuación. Su carisma y conexión con el público fueron innegables, convirtiendo su set en una experiencia emocionante que quedó registrada en cientos de videos y fotos.
Por otro lado, Pericos ofreció un set lleno de ska y reggae, transportando a los asistentes a un viaje musical cargado de buena vibra. La banda argentina, con una trayectoria de décadas, logró conectar tanto con los fanáticos de toda la vida como con los nuevos adeptos, creando un ambiente festivo y relajado que contrastaba perfectamente con la energía desbordante de Sabino.
La recta final del festival trajo consigo algunos de los momentos más esperados de la jornada. Simple Plan subió al escenario principal y desató una oleada de energía con sus clásicos del pop punk, acompañados de saltos y un espectáculo visual impresionante. Su presentación fue uno de los momentos más vibrantes de la noche, transportando a los asistentes a la adolescencia con canciones como Perfect y Welcome to My Life.
Luego llegó el turno de Franz Ferdinand, quienes demostraron por qué son una de las bandas más entretenidas en vivo. Con su carisma, energía y canciones que hicieron bailar a todos, ofrecieron uno de los sets más memorables del festival. Canciones como Take Me Out resonaron en todo el Autódromo, creando una atmósfera de fiesta que puso a todos a moverse.
Finalmente, el momento cumbre de la noche llegó con la esperada actuación de The Killers. La banda estadounidense cerró el festival con un espectáculo lleno de éxitos y una puesta en escena impecable. El enigmático Brandon Flowers demostró una vez más su capacidad para cautivar al público mexicano, mientras canciones como Mr. Brightside y Somebody Told Me fueron coreadas por miles de voces. Un momento curioso del show fue cuando invitaron a un fan a tocar la batería en For Reasons Unknown, aunque los nervios le jugaron una mala pasada y tuvo que retirarse del escenario tras varios intentos fallidos.
El broche de oro lo puso Los Auténticos Decadentes, quienes con su mezcla de rock, ska y fiesta cerraron la noche de la mejor manera posible. Los asistentes, aún con energía para seguir bailando, disfrutaron de un set lleno de clásicos que unió a todos en una celebración colectiva. Al mismo tiempo, en el escenario Pulso, el ritmo urbano cerró el festival para aquellos que buscaban un final más contemporáneo.
Puntos a mejorar en el Pulso GNP 2024:
Implementación de sistemas Cashless: Un aspecto que podría mejorar considerablemente la experiencia del público es la incorporación de sistemas cashless en los puntos de venta dentro del festival. Este método, ya probado con éxito en otros eventos organizados por Ocesa, ayudaría a agilizar el proceso de compra de alimentos, bebidas y mercancía, reduciendo filas y mejorando el flujo de atención a los asistentes.
Organización del estacionamiento: El estacionamiento fue otro aspecto que dejó espacio para mejoras. La falta de señalización clara y una organización más estructurada obligó a muchos asistentes a guiarse únicamente por el tráfico de los coches que intentaban avanzar, generando confusión y retrasos tanto a la llegada como a la salida del festival.
Coordinación en la salida: Al concluir el evento, la salida del autódromo se vio afectada por largas filas y una espera que se prolongó por más de dos horas para muchos asistentes. La falta de apoyo y coordinación de las autoridades encargadas del flujo vehicular provocó un cuello de botella que hizo el proceso de salida más lento e incómodo de lo necesario, lo que podría mejorarse considerablemente con una logística más eficiente y la intervención adecuada de personal en la gestión del tráfico.
Estos detalles, si se ajustan, podrían convertir al Pulso GNP en una experiencia aún más fluida y agradable para los asistentes en futuras ediciones.