Aquí la reseña donde por primera vez en la historia del Vive Latino, el festival confirmó 4 días de eventos, siendo el jueves el primero.
Cabe recordar que el año pasado se intentó la misma dinámica, pero días antes de que sucediera se canceló el primer día, moviendo a algunas bandas hacia el viernes.
En esta ocasión ahora sí sucedió lo que para muchos resultó ya un abuso por parte de los organizadores, pero para otros significó poder ser testigos de momentos históricos.
En primer lugar, el Vive Latino cumple XV años de ediciones con grandes momento épicos (checa nuestra nota de Las Mejores Presentaciones del Vive Latino). Y por ser el día abridor de sus quince años, no se podía quedar atrás, dejando un line up por demás atractivo: La Castañeda, Of Montreal, Los Esquizitos, Los Planetas, AFI, Oddiseo, Juan Soto, Simpson Ahuevo, Hello Seahorse, Vicente Gayo, la esperadísima reunión de Zurdok y el regreso de Nine Inch Nails.
Fue un jueves raro, parecía que la gente no sabía cómo comportarse ante un Vive Latino que sucede entre semana, cuando muchos están trabajando y al día siguiente todavía faltaba otro día laboral. Para aquellos que tienen escuela y otras actividades que comúnmente se realizan de lunes a viernes, dejando de lado la fiesta y la música.
La asistencia fue poca, comparada con otras ediciones. Nine Inch Nails llenó la mitad de la pista del Foro Sol con un público amarrado a las emociones, puesto que al día siguiente había que laborar y ni modo de abandonarse con mucha cerveza, brincos, gritos y euforia.
El público muy tranquilo en los cinco escenarios. Vendedores de cerveza en grupitos, platicando, puesto que nadie quería tomar demasiado. Se podía caminar tranquilamente entre la multitud, abriendo paso sin empujar. Se podía pasar rápido al baño, puesto que no había largas filas. Los stands de merchandise con pocas personas, al igual que las carpas que ofrecían actividades alternas.
Aún y con toda esta nula participación y como escribí al principio de esta reseña, fue un día histórico, con un festival que cumple XV años, con un Nine Inch Nails que a pesar de tener más de 20 años de carrera, sigue frescos, potentes, demoledores y agresivos con su música; con un Zurdok que pareciera que no habían pasado los años, con grandes clásicos que nos hicieron recordar nuestros años de secundaria y preparatoria.
Los Esquizitos que ya cumplen dos décadas de vida y lo celebraron junto con el Vive Latino quinceañero. AFI la rompió durísimo en el escenario principal; Of Montreal le benefició el diseño del escenario, el cual nos trasladó a una fiesta llena de indie rock y por otro lado Mad Professor haciendo de las suyas para finalmente poner la cereza del pastel con unos buenos beats de Diplo.
Un festival lleno de rock, pop, dub, hip hop, electrónica y todos los géneros que hacen bailar a un público con hambre de nostalgia y de conocer propuestas frescas. Fue un jueves raro, como con ganas de querer salir a fiestear pero con el miedo de una resaca. Un jueves histórico para el Vive Latino.
Quizá el viernes todo regrese a la normalidad, así hasta que nos acostumbremos a cuatro días de festival.