Tres años pasaron para reencontrarnos con el Festival Adverso en Guadalajara. Te contamos lo sucedido en Parque Agua Azul con presentaciones de Eagles of Death Metal, Cold Cave y más.
Fotos por Aketzali Navarro
A un evento sin el auspicio de grandes marcas es difícil darle seguimiento como lo hizo el Festival Adverso. Al menos así sucedió en tres años, después de ser una de las últimas jornadas de multitudinaria congregación en 2020. Los organizadores buscaron un nuevo espacio después de su debut en Terraza Vallarta.
El resultado fue exitoso en esa ansiada búsqueda de identidad y arraigo en una ciudad tan frenética como Guadalajara. Un espacio más que indicado como el Parque Agua Azúl, al que también ya le hacía falta recibir propuestas frescas. Su famosa Concha Acústica fue la que recibió a cientos de escuchas, fans y medios de Guadalajara y otras ciudades. Así comenzaba la jornada del pasado sábado 25 de febrero.
Cabe decir que el inicio no fue de tan buen augurio, ya que la apertura de puertas fue retrasada casi dos horas. Aunque en el itinerario solo fue afectado el inicio de una banda, había un sentido de premura en el aire. Como de un desvelado tratando de despertar. Afortunadamente el talento en el escenario ayudó a despabilar las dudas del Festival Adverso poco a poco.
Fue la banda tapatía Marlento, la encargada de inaugurar las actividades musicales. En medio de una tarde calurosa, las vestimentas oscuras no ayudaban a mitigar las temperaturas. Fue con Big Brave, que la audiencia presente tímidamente se animaba a salir de las sombras. Acercamiento bien recibido por el trío canadiense, visiblemente emocionado por esta primera visita a México.
Mientras tanto en el escenario Diverso, rodeado de más árboles y un ambiente de campo, las actividades comenzaban a tiempo. Mary’s Island, The Space Ocean y Mooring fueron las agrupaciones que amenizaron a la perfección esa zona del festival. Talento exclusivamente local que fue seguido por dos proyectos que van haciéndose de nombre en el país: Grave / Mal y Uay.
En tanto, el escenario principal del Festival Adverso se empapó de una marea de post punk, iniciando con Cold Showers. Los californianos que abrieron con su celebrada rola Only Human, dieron una eficiente y sobria presentación. Pero fueron las angelinas de Automatic, quienes despertaron mayor intriga en la tarde. Su amalgama de garage y lo que llamaban “bubblegum pop” de los sesentas, resultó encantadora para el atardecer de la jornada.
Llegó el turno de Human Tetris, uno de los proyectos más esperados del festival, ahora en formato trío. Los rusos sin embargo, sufrieron la inclemencia de las fallas de audio, situación que recortó su presentación de manera importante. Aun así, sus fans disfrutaron a tope cada uno de sus temas.
Poco duró el trago amargo, pues llegó el turno del frenético show de The Soft Moon. Y vaya que Luis Vázquez (alma del proyecto) dio una cátedra de lo que es entregarse en el escenario. Caso similar con Health, quienes llevaron el aura oscura de la presentación anterior a niveles aún más densos. Pesada bruma sonora que inevitablemente te atrapa, en especial con la pasión que sus tres integrantes imprimen en el escenario.
En el otro extremo del Festival Adverso, el escenario Diverso cerraba su jornada con dos raperos en ascenso. En primer lugar Lancer Lirical de Venezuela, y en segundo Dollar Selmouni. Hay que decir que quienes se acercaron a estas propuestas, lo hicieron más por curiosidad que por motivación. Sin quitarle méritos al género urbano, los intereses del público ese día iban en otro sentido.
Ya con la luna iluminando al Agua Azul, llegaron las últimas dos bandas de la noche. Por un lado Cold Cave, quienes diluyeron la intensidad de los proyectos previos para sustituirla con la elegancia del synth pop ochentero. Y por otro el esperado gran cierre: Eagles of Death Metal, comandados por el siempre encendido Jesse Hughes.
A sus cincuenta años de edad, el cantante y guitarrista tiene más energía en el escenario que muchos jóvenes intérpretes. Saltando, interactuando y en un momento incluso corriendo al público para tocar en medio del Festival Adverso. A la par, el festival comenzaba a quedar vacío, la medianoche, el frío y la larga jornada tal vez los principales responsables.
¿Luces y sombras? Puede que haya muchas en una u otra categoría, depende a quién le preguntes. Queda la admiración para los organizadores por aferrarse a una idea que va más allá de un lineup atractivo. La duda de si es la manera de integrar al talento local a eventos de calibre. La incógnita de lo que vendrá para el festival. Y, por último, la encomienda de cómo acercar al público a descubrir, experimentar y sobre todo disfrutar de una excelsa curaduría como la que nos guardaba el Adverso 2023.