167,500 personas cayeron a la celebración del cumpleaños número 20 del Festival Iberoamericano de Cultura Musical Vive Latino 2019.
En algún momento tuve miedo de que nadie viniera a mi fiesta.
Que los sandwiches se quedaran en la mesa y mis invitados no llegaran por cualquier razón.
Es un miedo que suele pasar por la cabeza del festejado joven, quiero pensar.
Para ti, que por lo menos has venido a alguno de mis cumpleaños, van dedicadas estas líneas.
Quiero que sepas que esta celebración de mi 20 aniversario la hice con mucho amor, dedicación, alegría, y entusiasmo.
Pero sobretodo con el objetivo de que la pasaras chingón.
Nací el 22 de noviembre de 1998 y a veinte años de andar recuerdo que sufrí cambios.
Hasta me escondí unos años (1999 y 2002). Seguro me comprendes; a veces nos frustramos porque las cosas no salen como quisiéramos.
A pesar de ello no me dejaste solo. Creíste en mí y en todos los amigos que colaboran año con año para armar la fiesta.
Acomodadores, seguridad, limpieza, coordinadores, operadores, stage managers, logística, staff, roadies, anfitriones, prensa, camarógrafos.
Obvio como no tengo el varo del mundo también entran al quite patrocinadores e inversionistas.
No es nada barato alfombrar partes del Foro Sol, luces, escenarios, nómina, imprimir carteles, lonas, mapas, perifoneo, y un largo etcétera.
Creciste conmigo, y me hiciste ver errores que cometí. Me esmeré en la distribución y tamaño de escenarios, la facilidad para acceso-salida, zona de alimentos, señalización, y en la prevención de los robos de celulares o cuidarte mejor.
Siempre causa conflicto armar los horarios del cartel. Seguro me has odiado porque empalmé a tus bandas favoritas y tuviste que decidir a quién verías.
Es complicado darle gusto a todos, no me puedo partir en 80 mil almas que asisten al festejo. Por eso trato que sea balanceado para la mayoría de gustos.
Al igual con la selección de bandas. Algunas han tocado en más de 6 ediciones. Liquits, por ejemplo, cumplió con 9. Por cierto, lamento que se despidan de los escenarios.
Te molesta que aparezcan los mismos headliners. Lo entiendo, es solo que soy un festival para celebrar la música y no de propuestas originales. Para eso están mis compas del Nrmal, por mencionar uno.
Estoy feliz porque también he visto crecer artistas que estaban chavos hace años. Ahora ya son papás, cargan arrugas, canas. ¡Vaya, ya están grandes! Son grandes.
Quién viera ahora a un Gran Silencio, Jumbo, División Minúscula, o Bengala, con gran número de raza brincando y cantando a todo pulmón sus canciones. Esas mismas que son ya el soundtrack de tu adolescencia.
Otras, se quedaron en el camino o han hecho una pausa en su carrera. Pero también hay nuevas que están picando piedra durísimo y lograron llenar su escenario.
Ahí está Alemán con su sonido increíble; LP, con varios covers, pero que supo emocionar con su hit Lost on You.
También me refiero a Siddhartha, Flor de Toloache, Bándalos Chinos, o los Strike Master.
Too Many Zooz, estuvo glorioso. Leo Pellegrino, su sax, cautivó con su carisma, ejecución y moonwalk.
Además se agradece el cover a AC/DC. Pero Fantastic Negrito, ecléctico y con valía musical, sabe lo suyo.
La música trasciende generaciones, por ello me preocupo en fichar aquellos sonidos que también escucharon tus papás o hermanos.
Como Javier Bátiz con su guitarra y voz un poco deteriorada, Technotronic quienes sonaron 3 veces Pump Up The Jam para seguir con el ambiente y alimentar tu nostalgia.
Y ni se diga de Santana que sigue ejecutando cual chaval enamorado, y pisando cada cuerda perfectamente. Es lo más cercano a la divinidad musical.
Sí, lo pude poner en el escenario principal, pero el grueso de la gente supuse iría a Café Tacvba. Acertado porque llenaron hasta las gradas.
Algo que no está en mis manos son los discursos. Si ya sabemos cómo es Rubén Albarrán no había necesidad de la rechifla al momento de su, poquito largo, discurso.
Quieres escuchar las clásicas de tus bandas favoritas, pero hay que darles una oportunidad de mostrar sus otras canciones.
Hay que renovarse, si no pues luego te aventarás el hate de que siempre es lo mismo.
Esto no aplica para Caifanes, que para serte sincero ya no da más.
No quita que dejes de emocionarte con sus muchos éxitos. Pero ojo: que el fanatismo no te cierre la razón.
Las canciones representan mucho de la sociedad en la época cuando se compusieron. En 2019 algunas letras se reconocen misóginas y discriminatorias.
Hay que aceptar que todos tenemos culpa. Tan solo haz memoria y piensa cuántas veces has discriminado a las personas por el género musical.
Los músicos hacen sus obras para todos. Somos nosotros los que etiquetamos y no aceptamos la diversidad.
Por un lado, El Tri siempre tuvo su discurso y forma de echar relajo. Decir que los que no asistieron eran viejas fodongas y putos por no saberse la rola, hoy está fuera de lugar.
Discúlpalo, chango viejo no aprende maroma nueva. Es un showman y es su fórmula. De lo contrario dejaría de ser Alex Lora.
La contracara estuvo con la consigna lanzada por Albarrán, La Castañeda, Juanes y otros artistas apoyando los derechos de las mujeres, y condenando los feminicidios.
Tanto en escenarios, en las manos, cuello, atriles, y al ras de piso, se observaron los pañuelos verdes como símbolo para apoyar la aprobación de la ley del aborto.
Algo que siempre he procurado en mis fiestas es justamente eso. Contribuir a las causas, los diversos puntos de vista, la generación de armonía.
Es tan bonito ver a las parejas besarse mientras de fondo suena su canción favorita.
O por los jardines ligando a su futuro amor. Así como reencontrarte con tus amigos que hace años dejaste de ver.
En ese mar de gente estaba tu otro yo. De alguna forma los dos estaban compartiendo el mismo gusto o agujero del abismo.
La mayor satisfacción es que los padres lleven a sus hijos en brazos, en sus hombros o carriola. Seguro les inculcarán que todo lo pueden si en su vida incluyen la música.
No tengo pruebas en la mano, pero imagino que alguien llegó roto del corazón, o la tristeza le calaba hasta los huesos.
Pero al salir fue otro. Tal vez sentir la vibra y entrega de su banda le salvó la vida.
Dedicaste al menos una canción a esa persona que se adelantó, o llenaste el huequito vacío. Reíste, abrazaste, compartiste varias cervezas solo por el gusto de estar.
Con Fobia recordaron amores viejos, y travesuras adolescentes. Con Intocable volviste a desconfiar del amor por creer que te harían lo mismo.
Pudiste ver las colaboraciones. Emmanuel del Real (Meme) y Joselo Rangel con Liquits (en Desde Que), Jay de la Cueva con Miranda!, Luis Fara (Quiero Club) con División Minúscula, o El Escorpión Dorado con el Tri.
Traer artistas internacionales al cumpleaños no es tarea sencilla. Aunque los horarios de Editors y Foals chocaban un poco, seguro lo viviste como si estuvieras en la tarima.
Me di cuenta que con Foals te extasiaste, o te enojaste porque el audio estaba un poco abajo. Como sea, fue una gran presentación.
Espero hayas disfrutado a Korn y su poder brutal. Si te lo perdiste te cuento que además de sus consagradas se aventó unas líneas de One (Metallica) y de We Will Rock You.
Decidir qué acto se llevó la noche es difícil. Solo puedo reconocer que Miranda! sin dar tregua tiró una bomba tras otra con energía siempre hasta arriba.
Mantener una celebración dos días es posible gracias a ti, que sigues a tus artistas y vas por ellos.
Que convives y dejas tu alma volar. Tus sueños se vuelcan, se confunden entre los sonidos de las guitarras. Es el más preciado regalo.
Describir cada detalle de lo que ocurrió en los 5 escenarios y spots alternos no me daría la vida. Prefiero que los guardes en tu corazón, los compartas con tus amigos.
Cierra los ojos y muévete a ese nuevo espacio feliz frente a tu grupo favorito.
Revive lo inefable del instante. Siente cómo la piel se eriza cuando las luces saltaron y los gritos se apoderaron de ti.
Fue necesario acumular recuerdos, fracasar y resolver. En un chasquido todo puede ser tragedia o alegría. Tornarse en algo tan grande o insignificante.
Para vibrar con la música ha sido necesario alimentarla de amor y de daño. De tu crítica y aliento, porque solo así acaricia tus emociones.
Mi acta de nacimiento dice Festival Iberoamericano de Cultura Musical Vive Latino, pero todos me dicen Vive Latino, o El Vive. Y sé que quiero celebrar muchos años más contigo.
Vive Latino es una fiesta donde cabemos todos.
Tenemos una pregunta importante cuando termines de ver las fotos que tomamos para ti.