Tenía rato de no ver a una banda española que disfrutara tanto en vivo. Dorian dio un conciertazo en el Plaza Condesa, con música dance que te sitúa perfectamente en un bar de moda en Madrid.
Hace unos años viajé a Madrid, España. En ese entonces no estaba tan clavado con la música de este país pero recuerdo haber visitado algunos bares en donde se sentía una vibra especial; si bien no eran antros llenos de gente, había una buena cantidad de gente que bailaba música electrónica combinada con rock.
De aquellos años, en 2009, Dorian estrenó La Tormenta de Arena, posiblemente su canción más conocida, y un año después esta canción se estrenó en la famosa chick-flick de “3 Metros Sobre El Cielo”, con una escena buenísima (a pesar de que la película no es tan buena) en donde Babi, la protagonista, bailaba al ritmo de la música.
Así, 8 años después, disfruté de esa misma forma el concierto de estos españoles. Nunca los había visto en vivo y demostraron ser una de las mejores bandas españolas actualmente. Si en el disco suenan bastante bien, aguanten a verlos tomando el escenario, seguros y emocionados por tocar frente a los mexicanos, es toda una experiencia.
Pehuenche fue el encargado de abrir la noche y aunque reconoció su papel como abridor, la verdad el músico paso desapercibido y no terminó de conectar con su audiencia. Me enteré que le abrirá a Carlos Sadness en el Metropolitan dentro de poco tiempo, ojalá le vaya mejor porque su proyecto no suena mal, solo es demasiado tranquilo para el público Dorian.
Por otro lado, en el momento en que la banda subió al escenario de El Plaza Condesa se hizo una fiesta total. Desde que sonó La Isla la gente sumó esfuerzos para construir un gran show de la mano de los españoles, que respondieron con La Mañana Herida, Algunos Amigos y El Temblor que hicieron un juego perfecto con la música, las luces y los instrumentos.
A medida que avanzaba la noche salieron un par de sorpresas: la primera, Christian de Reyno se subió a cantar Verte Amanecer con la ovación del público y alguno que otro grito de fan; la segunda la dio Marcela Viejo, quien subió a cantar Vicios y Defectos (original con Javiera Mena) para amenizar todavía más el concierto.
La banda continuó y, de verdad, solo sentías que podías bailar tanto como quisieras, con una vibra y energía tan padre y emocional que únicamente se siente en una experiencia colectiva: al ritmo de Paraisos Artificales, Cualquier Otra Parte, Hasta Que Caiga el Sol y la esperadísima La Tormenta de Arena, nos entregamos en conjunto a la música de los españoles.
Qué gusto encontrarse con propuestas como esta, que no solo han sabido reinventarse en sus discos y en su show en vivo, si no que conectan con la gente, interactúan y, definitivamente, te hacen sentir como Babi en “3 Metros Sobre El Cielo”, bailando y saltando al ritmo de un buen rock- electrónico español.
