El disco The Wall que en un principio naciera como respuesta al muro de Berlín y a la abominación Nazi, se ha convertido en la representación vigente de la autodestrucción del poder que pretende corromper a una sociedad y este mensaje que naciera en los 70’s se puede percibir mas vivo que nunca en Roger Waters The Wall.
En diciembre del 2010 y abril del 2012, México fue partícipe de uno de los mejores conciertos de toda la historia, la impresionante gira de The Wall Live construida por Roger Waters. Una gira mundial que duró casi tres años y fue vista por más de cuatro millones de fanáticos, en la que el monumental disco de la legendaria banda Pink Floyd se ejecutaba en vivo en su totalidad, con un espectacular show visual, creado en perfecta sincronía con la música para enaltecer el concepto del disco original de 1979.
Aunque muchos afortunados estuvimos presentes en esos épicos conciertos, pocos podemos afirmar que toda esa espectacularidad del show en vivo y ese magnífico concierto fue real y no un producto de nuestros más locos, exigentes y melómanos sueños.
Por fortuna, este año se ha lanzado el blu-ray y DVD con el testimonio de ese espectacular concierto: Roger Waters, The Wall, un documental que hace total justicia dicho suceso musical.
Dirigido por el mismo Roger Waters en mancuerna con Sean Evans, Roger Waters The Wall no es sólo un concierto grabado, busca enganchar al espectador que ya ha dejado asombrado para introducirlo en las entrañas del concepto de The Wall y lo que este significa para su ejecutor. Es así como introducen el viaje que Roger Waters decide emprender de Francia a Italia en una búsqueda personal para honrar la memoria de su padre Eric Fletcher Waters, quien sirvió al ejército británico en Aprilia (una población entre el puente de Anzio y Roma) y quien murió en la guerra cuando Roger era muy pequeño (cabe resaltar que la pérdida de su padre en la guerra fue el detonante creativo de Waters dentro de Pink Floyd y el principal motor que daría vida a todo el concepto de The Wall).
A través de este testimonio, Waters crea dos líneas narrativas concebidas a partir de un mismo evento; por una parte, la historia personal de Roger Waters y por otra el mítico concierto grabado días antes en Francia, mismo país del que se originaría la inquietud de Roger por exorcizar los demonios de la memoria de su padre. Ambas líneas fluyen, mezclándose estupendamente para dar mas poder narrativo al concierto y terminar con una catarsis del mismo Waters que cierra perfectamente el círculo de The Wall.
Visualmente espectacular
El concierto fue grabado en 4K, lo que ayuda a que te sientas en el concierto y gracias a la oportuna selección de encuadres, cada toma no tiene desperdicio alguno de los detalles del show (que son muy abundantes) pero además se toma los tiempos precisos para dotar de pasión al espectáculo mediante close ups de las expresiones de Waters, su banda y sobre todo, de los asistentes al concierto, quienes te hacen sentir la catarsis que significa un show de esa magnitud.
Un muro que se va construyendo conforme avanza el concierto, botargas enormes saliendo del escenario, fuegos artificiales coordinados con la música, espectaculares animaciones que juegan con la visión del espectador aparentando salir de las pantallas, un exquisito sonido Dolby 5.5 (True HD) y un Roger Waters bebiendo tequila, sincerándose ante nosotros, hacen de este objeto del deseo un imprescindible para melómanos pero también para cualquier cinéfilo.
Denle play y disfruten el viaje.