Enjambre y Camilo Séptimo ofrecieron una noche llena de rock pop en el Estado de México para todos sus fieles seguidores y consolidaron, nuevamente, una exitosa presentación.
¿Qué más se puede decir de un par de bandas que rápidamente lograron posicionarse en el éxito comercial de la escena musical nacional?
Enjambre y Camilo Séptimo han conquistado a un gran número de seguidores. Sus presentaciones se llenan de jóvenes ansiosos de corear aquellas canciones con las que se sienten identificados y qué mejor que compartir la experiencia con su persona favorita o sus amigos.
Porque he ahí la clave del éxito para estas bandas. Su música, sin ser muy elaborada, es honesta y llega directamente a las emociones.
Enjambre lleva ya bastantes años y amplio material discográfico, tan es así que sus primeros fans ya son papás y ahorra una nueva generacion acompaña a la banda originaria de Zacatecas. Cada álbum que sale es una cosecha de éxito que es esperado ansiosamente para escucharse en vivo. Enjambre no para de dar conciertos y de llenar eventos así. Se han mantenido en la cima un buen tiempo y eso se debe a que, a pesar de los años, siguen conectando con su público.
Un caso similar ocurre para Camilo Séptimo pero a menor escala. Hay menos material discográfico y menos años de experiencia, pero de lo bueno poco. Las canciones que lanzan son poderosas para la juventud, que deposita sus emociones al momento de corearlas a alto volumen.
La historia se sigue escribiendo para estas dos bandas. Por el momento no se les ve fin y da gusto ver que siguen creciendo en todos los ámbitos. Sus sold out son una señal de que van por buen camino y se reconoce que den el tiempo y espacio para una nueva generación de bandas, como fue en este caso para Cocó Cecé y Pawn que abrieron el show del Parque Naucalli y la recepción fue positiva para el público.