La espera fue larga para que Gorillaz, la mejor banda virtual de todos los tiempos regresara a nuestro país.
16 años tuvieron que transcurrir para que al fin se lograra y solamente un festival con la mayor tradición en México como Vive Latino, lo podía hacer.
Parecía que sería un caos uno de los fines de semana más esperados del año. Los pronósticos del clima desfavorecían en total contra con esperanza de lluvia y los vendedores afuera del Foro Sol lo sabían vendiéndote el clásico impermeable hecho de bolsa delgada en color azul de a $40, cuando regularmente cuestan $10.
Afortunadamente no no nos llovió ningún día y el clima estuvo bastante agradable por la tarde y noche. Los revendedores de boletos, a sabiendas que los tickets fueron sold out, no dudaron en extremar los costos de un solo ticket por día con precios que llegaban hasta los $3,000. Un abuso que difícilmente llegará algún día a su fin.
Ir a un festival implica dinero, es una inversión hacia tu diversión (verso sin esfuerzo). Una vez adentro del Foro Sol no hay marcha atrás si no comiste o bebiste algo antes de, o simplemente si quieres seguir la fiesta o eres bastante alcoholes o glotón, o también porque vas con tu chica y hay que invitarle algo a la señorita, sabes que tienes que llevar el dinerito de tu quincena o parte de tus ahorros que guardas en tu cochinito de porcelana que te ganaste en la feria local por tirar dardos para ponchar globos.
Más aún porque los precios van en subida con cerveza de a partir de $100 hacia arriba y porque también, a propósito, el sistema cashless se sigue apropiando de los festivales con comentarios malos y otros buenos (más malos que buenos).
Cashless y su pulserita electrónica, es este medio en el cual la gente puede pagar cuanto desee dentro del festival sólo escaneando la placa de la pulsera. Es vaya pues, dinero electrónico sin necesitar de sacar la cartera muchas veces, a menos que desees cargar más dinero
. Es ahí donde entramos en otro conflicto, en las recargas de pulseras, ya que las filas suelen ser enormes tanto para recarga, como para devoluciones de lo que quede de tu dinero que le hayas puesto. Hubo casos en los que el sistema les robo dinero, que aunque tal vez no fue mucho y tal vez a todos no les sucedió, fue en robo hormiga entre miles y miles de personas durante los dos días. ¿Cashless es algo innovador? Tal vez si, pero no es algo que necesitamos ahora, o por lo menos no con un sistema que no es tan eficaz, pero que igual lo tendremos que lidiar en todos los festivales de música.
El acomodo del line up un gran acierto para el Vive Latino separando dos headliners internacionales por día y con bandas de “letras chiquitas” también bien dispersas, que igual y se empalmaban con otros proyectos interesantes, pero ese es el espíritu de un festival, si no que chiste que todas las decisiones nos fueran fáciles.
Los escenarios y carpas, acomodados de manera clásica en Foro Sol, no fueron problema alguno para los asistentes que ya están acostumbrados a la rutina festivalera, aunque hubo algunos que de verdad ya no la venían llegar con el cansancio de ambos días y la borrachera que se acomodaron desde tempranas horas.
La decimonovena edición del festival nos trajo, como siempre, momentos memorables, no importando si acudiste con todo tu grupo de amigos con los compartiste uno o varios vasos de cerveza e intercambiaste abrazos entre cada canto que te agudizaba la voz hasta desgarrártela. No importando si sólo fuiste con tu pareja, tu novia o novio, esposa u esposo e inclusive llevaste a tus hijos a que por primera vez sintieran el amor de la música tal como lo sientes tú; y por supuesto tampoco si fuiste sólo y recorriste los escenarios y las bandas que sólo tú querías ver no importando qué, he hiciste nuevos amigos en los intermedios entre banda y banda en medio del gentío que rompía toda física en donde, si cabe uno, caben cuatro más, haciéndose una auténtica sauna donde las emociones no se desvanecían si no todo lo contrario.
Vive Latino nos brindó uno de los mejores line up de su historia, incluidos y llevados de la mano por recuerdos inolvidables, por que de eso se trata la música en vivo, de momentos que estarán enmarcados por siempre en nuestra mente. Ya si entramos en temas profundos de sistemas y su funcionamiento, es punto y aparte.