Antes de las 8, la fila para acceder al C3 Stage ya doblaba la esquina de Av. Vallarta; una inquieta pero ordenada multitud permanecía formada en línea recta a la espera de que las puertas donde esa noche se presentarían los rusos Motorama fueran finalmente abiertas.
Fotos por: Piliturner
Mientras eso sucedía, los integrantes de Motorama salían del venue relajadamente, quizá dirigiéndose a cenar, a beber, a pasear por el andador Chapultepec o simplemente porque qué rayos les interesaba lo que fuera a sonar antes que ellos.
Una mano apurada señalaba a los medios que .Stendal estaba a punto de comenzar; no había posibilidad entonces de precopa para nosotros. La idea era comenzar lo más rápido posible y de la manera más fluida para que las dos bandas teloneras y Motorama no prolongaran su show más allá de la media noche, dado que también habría actividades del Circuito Indio y no conozco todavía a nadie que le guste empalmar su sonido en vivo con el de otra banda.
20:30 Puntuales comenzaron los mexicanos .Stendal, quienes ostentan un sonido ochentero y con sutilezas propias del synth pop. Los cuatro arriba del escenario cumplieron pero sin demasías. Finalizaron su set con la aceptación del público, que para entonces ya estaba llenando el foro; jóvenes en su mayoría con indumentaria obscura ad hoc para el evento.
21:15 A esta hora ya estaban arriba del entarimado y listos para proyectar su oscuro dream pop los italianos Be Forest, quienes demostraron por qué fueron los preliminares antes de que salieran los rusos. Su calidad en el sonido era notablemente superior al de la banda anterior, demostrando que con menos ruido también se puede envolver en una vorágine sónica a los presentes.
Elegantes como era de suponerse, culminaron su show no sin antes demostrar la calidad de músicos multi instrumentistas que son, al alternarse en varias ocasiones la posición en la percusión y en la guitarra. Era de esperarse también la ovación que recibieron al final de su show por parte de, seguramente, los nuevos seguidores mexicanos que se echaron a la cartera esa noche.
10:20 Tres tipos sombríamente ataviados subieron al escenario. Los gritos y los aplausos no dejaban duda de que aquellos entes eran los que daban cuerpo a la banda más esperada de la noche. Ya para entonces era difícil mover el cuerpo con libertad, era complicado también calcular el número de cabezas y de cuerpos que había que sortear para desplazarse a los sanitarios o para ir a fumar a la terraza. Quizá por eso, y por temor a perder su lugar, varias personas optaron por humear el recinto.
Sonaron temas de su más reciente placa titulada Dialogues (2016), pero los más fanáticos sabían que en realidad venían a tocar una variedad exquisita con un rango que comprendería desde el primer hasta el último disco de estudio. Así lo hicieron.
También era de esperarse que interpretaran la mayoría de las piezas incluidas en su disco más celebrado Alps (2013). Y fue así.
Hacia el final de su presentación no faltaron Ghost, Wind in her hair y por supuesto Alps. La satisfacción irradiaba desde cada uno de los rostros de los asistentes, pero eso no impidió que los rusos dejaran los instrumentos en paz, que en varias ocasiones cambiaron de manos.
Y finalmente, en una suerte de letargo provocado, anunciaron el final. El público en su papel pidió el encore con cierto escepticismo, a sabiendas de la improbabilidad de que bandas con este calibre sean empáticos y lo lleven a cabo… Pero los tres regresaron al escenario y concedieron.
Ya era cerca de la medianoche y Los Esquizitos sólo esperaban la última nota de Motorama para empezar a tocar esa misma noche en el Rooftop del C3 y desvanecer con su sonido la oscuridad que dejaron los rusos en el ambiente.