La magia de Harry Potter y la Piedra Filosofal surgió mientras la Orquesta Internacional de las Artes bajo la dirección de Jeffrey Schindler la llevaba hasta nuestros asientos.
La presentación de Harry Potter comenzó poco tiempo después del acordado, la emoción por parte de los asistentes se hacía presente, mientras las bocinas anunciaban las primeras llamadas que invitaban a la gente a tomar sus asientos, muchos aprovecharon la oportunidad para tomarse fotos con sus disfraces y conversar sobre datos curiosos referentes a la saga.
Ya dentro, los ánimos mostraban la impaciencia de los espectadores: adultos mayores, jóvenes y familias completas, se mantenían cautivos desde sus asientos, mientras observaban a los músicos tomar sus posiciones.
La reacción estrepitosa del público anunció la presencia del orquestador Jeffrey Schindler, quien destaca por su trabajo en filmes como: X-men: Apocalypse, X-Men: Days of Future Past (X-men: Días del futuro pasado), Jack the Giant Slayer (Jack el caza gigantes), y para el aclamado documental La Marche de L’empereur (El viaje del emperador o La marcha de los pingüinos en España e Hispanoamérica), entre muchos otros.
En un breve pero emotivo discurso agradeció al público por su asistencia y comentó lo honrado que se sentía por estar en compañía de la Orquesta Internacional de las Artes en México. Así mismo, se ganó a los fanáticos con una introducción digna del momento y en cuanto mencionó una a una las casas de Hogwarts, éstos gritaron eufóricos.
Las luces se atenuaron y entre gritos de júbilo y comentarios que pretendían silenciarlos, las pantallas comenzaron a proyectar la película, mientras con completa sincronía la orquesta musicalizaba la primer escena con la tan conocida e inconfundible melodía Hedwigs Theme que ha caracterizado a la saga.
Entonces la magia comenzó, las bocinas que contenían el audio original de la película no demeritaron el trabajo de los músicos.
Los aplausos no se hacían esperar después de cada melodía y cuándo aparecía en escena algún personaje icónico del filme. Actitud que molestó a varios a mi alrededor pero sin impedir que muchos se adentrarán en el ambiente mágico de la noche.
Risas, más gritos, aplausos que parecían no terminar, comentarios y susurros típicos de cualquier premiere fueron los que crearon un ambiente bastante familiar, sin embargo, el trabajo de la orquesta en vivo fue el detalle principal que realmente le dio un toque muy especial a la película.
Luego de que concluyera la película, algunos comenzaron a levantarse de sus asientos durante los créditos como si se tratara de una función de cine cualquiera; pero la inmensa mayoría que decidimos quedarnos, tuvimos la oportunidad de disfrutar – ahora sí – de la presentación con completa atención en la orquesta.
Para la mayoría tal vez solo se trate de una simple película en la sala (adaptada) de cine más grande de la ciudad. Pero para quienes disfrutamos de crecer con los personajes, de identificarnos con su forma de pensar o que simplemente buscamos distraernos pensando en un mundo alterno donde la imaginación rompa los límites de la razón y la lógica, fue una gran noche.
Por otro lado, se agradece no solo por la combinación de dos grandes expresiones artísticas en la misma presentación; sino por convertirse en un acercamiento a la música clásica para valorarla desde otra concepción y no solo como “algo exclusivo para la gente adinerada o culta”, porque en realidad es un elemento que nos ha acompañado toda la vida y ha estado presente para darle sentido y emoción a millones de escenas icónicas dentro del cine y la pantalla chica.
Así que si vas a asistir hoy al último concierto, ya sabes qué esperar, pero sobre todo, ya sabes de lo que puedes disfrutar, así que no permitas que nada ni nadie te haga perder la magia del momento.
