En estas épocas cercanas al Apocalipsis en donde el divino arte de la música parece atravesar una crisis existencial que hace que cualquiera se crea músico cantando cosas taaaaan profundas como:
- Y Soy Rebelde, cuando no sigo a los demás.
- A ella le gusta la gasolina. (Dame más gasolina).
- Baby, baby, baby, oh. Baby, baby, baby, oh.
- Yesterday was Thursday, today is Friday, tomorrow is Saturday…
Es en estos momentos de juventud en éxtasis (y crack y tachas y perico) en el que cuatro señoritas oriundas de la Ciudad de México deciden tomar las riendas del caballo loco e intentar domarlo, o de menos, cambiar su dirección. El resultado es Ruido Rosa y es bastante bueno.
No suenan pretenciosas, no suenan maquilladas, uno las ve en vivo y se enamora de las canciones (y de ellas). Es aquí donde la música vuelve a tener un respiro entre tanta mierda.
Miedo a caer es el nuevo sencillo que se extrae (como muela del juicio) del EP Ruido Rosa. Identifique usted, amable lector, el disco con la portada de los tecolotes del Sanborn’s en versión posesa con salsa roja en los ojos.
Lamentablemente no todo es miel sobre hojuelas y, a opinión mía, el video de Miedo a Caer no da el ancho para la canción antes mencionada.
La trama comprende a las señoras haciendo acto de presencia de cuerpo presente en un parque capitalino, en donde tocan como si fuera cualquier cosa. En eso, una parvada de extras con playera negra y máscaras de gallo de pelea se aparecen y empiezan a revolotear alrededor del cuadro de la cámara, al final nunca supe que andaban haciendo o si el video traía mensajes subliminales de huevo Bachoco. Sin mencionar los cortes demasiado rápidos para el ritmo de la canción y la inexplicable tonalidad azul de todo el ambiente.
Eso no debe ser decepción para nadie, porque eso no significa que Ruido Rosa no sea bueno, al contrario, vienen con toño (no, no con Antonio) y quien niegue que están proponiendo una alternativa musical fresca es porque seguro también opina que los Black Eyed Peas son los nuevos Beatles.